Sábado: seguimos
en la línea de nuestra temporada, que además va llegando a su fin y no parece
que vaya haber cambios significativos, al menos para mejorar, porque empeorar…
aún puede, aunque ya tiene poco margen ;-) Durante la primera mitad del día,
hice pareja con Toño y no vimos nada, ni un rastro. Mientras, J.Benito corrió
la misma suerte que nosotros, y por su
parte Pepín, logró abatir una, que mostró Lola, cuando intentaba llegar a ella,
se le voló delante sin poder tirarle por la vegetación; pero Lola volvió a localizarla,
en esta ocasión mi amigo pudo llegar a tiempo a los perros, Wolf también estaba
allí a patrón, y esta vez la arcea fue abatida. Por la tarde Pepín no echó
nada, Toño retiró para casa (el más listo) y J.Benito y yo estuvimos detrás de
una arcea que nos ganó la batalla. Fue mostrada por Brisa y Sol en una primera
ocasión, pero ya no se encontraba allí; se segundas se voló sola y nos tuvo
prácticamente el resto de la tarde intentando dar con ella, pero no hubo
suerte. Hoy los perros terminaron reventados, con este calor da asco estar en
el monte.
Domingo: hoy me
acompañó Tino y desafortunadamente no vimos ni rastro de arcea, aunque no me extraña, porque con más de 20 grados en
estas fechas por el norte de España, lo que es un milagro es que las haya (que
las hay). Así que terminamos haciéndole una visita a una vieja conocida, que
hoy se descuidó un poco, quizás la inexperiencia de Alba que apuró más de lo
deseado, hizo que la arcea tuviese que levantar el vuelo precipitadamente y dio
la cara un leve instante, lo suficiente para un tiro, pero cuando no es una
cosa, es otra, y esta temporada poco a poco vamos ampliando el abanico de
incidencias. En el momento justo se trabó el seguro de la escopeta y bye, bye…y
Tino desde su posición sólo puedo escucharla, después de un rato conseguí
quitar el seguro y a base de ponerlo y quitarlo parece que volvió a la
normalidad, y claro, en la rebusca la puso Xana, pero esta vez ya no hubo forma
ni de encarar.