lunes, 26 de noviembre de 2018

SEMANA 47



Jueves: jornada animada la que pasamos hoy Aitor y yo, tras varias arceas vistas, consiguiendo abatir cuatro, lástima otro par que deberían haberse venido para casa con nosotros también. La primera del día fue puesta por Levín, Xana a patrón, pero el perro quiso recortarle un par de metros a la arcea y ella no consintió, nosotros no estábamos aún bien colocados y no hubo fortuna con los disparos; de segundas la puso Xana, pero ya no esperó. La segunda fue localizada por Xana, bastante lejos de nuestra posición, por lo que nos costó bastante escuchar el collar, ya que entre la distancia, el desnivel y el viento que hacía en la zona; tardamos bastante en localizar y llegar a ella; por fortuna la arcea quiso esperar y pude abatirla. La tercera, de nuevo tuvo como protagonista a Xana, escuchamos dar un par de tonos a su collar, nos dirigimos en la dirección del sonido y pronto comenzamos a ver rastros de arcea; pero la perra ya no estaba; no tardamos en volver a escuchar su collar; Aitor acude a la muestra y yo decido quedarme en una posición más alejada, para intentar tapar una posible salida en la cual mi compañero no tendría visión; pero esta arcea escogió bien; a su espalda tapada y en dirección contraria mía ¡jejeje! Pero a la tercera va la vencida, en esta ocasión Levín hizo un apunte e inmediatamente la arcea levantó vuelo, siendo abatida por Aitor. La cuarta fue puesta por Levín, Xana a patrón; avisé a Aitor y antes de que él pudiese acercarse a la zona, la arcea levantó vuelo, pudiendo hacerme con ella de un disparo. La quinta fue puesta por Vito, Xana y Levín a patrón, pero ya se la había jugado a los perros y no estaba, después de un rato de búsqueda, Fabio le comió la tostada al resto y fue el que la encontró, en esta ocasión la arcea aguantó la muestra un buen rato y cuando emprendió la huida, fue abatida por Aitor. Y estuvimos entretenidos detrás de otra, que hizo que participaran todos los perros, en varios lances y que en todo momento nos chuleó, a perros y cazadores ¡jejeje! Pa otro día.


Sábado: Aitor había recibido una invitación para cazar con unos amigos, así que en esta ocasión nos quedamos Pepín y yo solos. Conseguimos hacernos con dos arceas, estuvimos entretenidos con alguna otra que no dieron opción, a pesar del buen trabajo de Wolf y Brisa. La primera que dio la cara, fue un churro de lance, la verdad. La dejaron atrás tanto Levín, como Wolf,  luego se quedaron en muestra unos veinte metros ladera abajo y cuando nos dirigíamos a ellos, Pirlo que estaba revolviendo entre unas escobas echó la arcea; un tiro de cada uno y la arcea cayó. La otra que pudimos abatir, fue puesta por Wolf, Sira a patrón y Duna revolviendo por la zona caliente, pero la arcea ya no estaba. De segundas fue Brisa quien la puso, yo acudí a la muestra y Pepín se quedó cubriendo fuera del espesor del bosque, consiguiendo abatirla de un fantástico tiro. Y mientras cobrábamos esta, Brisa se fue a la rebusca, según Pepín “tantos años a tu lado, que tiene interiorizado más lo de la rebusca, que el cobro” ¡jejeje! Y no le falta razón, además en esta ocasión fue mejor así, ya que no habíamos guardado aún la arcea en el chaleco, y el collar de la perra estaba sonando; zona sucia y de mal acceso, pero llegamos a ella, la arcea le había ganado varios metros y nos salió larga y tapada, aún así un poco de plomo le envié, pero no hubo forma de dar más con ella.


Domingo: hoy nos desplazamos a tierras castellanas los tres, el resultado de la jornada no estuvo nada mal, aunque uno de los tres abusó un poco ¡jejeje! Aitor y yo nos centramos un poco más en las pitorras, consiguiendo echar un par de ellas. La primera fue puesta por Xana, Cleo y Megan a patrón; Megan resuelve y consigo abatirla, buen regalo para mi cumple. La segunda nos tuvo gran parte de la mañana entretenidos, cinco levantes, varias carreras a los collares, pero sólo pudimos verla una vez, donde Xana la puso, pero la impaciente e imprudente Duna nos la lio, Aitor le pudo tirar pero en malas condiciones y no hubo fortuna. El resto de la jornada para nosotros fue infructífera, caminar, caminar y caminar…. Mientras Pepín pateaba las tierras detrás de las perdices; este año tanto él, como Wolf y Sira están enchufados con ellas y están disfrutando de una excelente temporada de patirrojas. Entre reina y reina, también hizo aparición una dama que puso Wolf y que hizo que la percha fuese variada ;-)
La de la felicitación ;-)

El abusón ¡jejeje!
Nuestro querido amigo Pedro, que ya está viendo alguna pitorra por tierras extremeñas.


martes, 20 de noviembre de 2018

SEMANA 46



Jueves: seguimos entretenidos…echamos algo de caza, pero siempre en modo ecologista, “cero muerte” ¡jejeje! Aitor se iba a la montaña, movió un par de bandos, que lo tuvieron gran parte de la jornada entretenido,  pero no se lo pusieron nada fácil para poder descolgar alguna. Pepín, por motivos laborales no salía. Y un servidor sigue haciendo el tonto detrás de las de pico largo. En esta ocasión eché un par, con Brisa y Xana, una para cada una. La primera puesta en tres ocasiones por Brisa y en ninguna ocasión vista por mí, hasta que decidió dar la cara, pero fugazmente y bastante lejos; no conseguí volver a localizarla. Con la otra Xana se lució,  trabajó su peón de lujo y después de unos minutos consiguió ponérmela  a huevo, aunque realmente no me salió muy bien, ya que en cuanto botó del suelo un metro se tapó rápidamente y el monte sigue con demasiada vegetación; dos tiros, aproximadamente millón y medio de hojas al suelo, pero la arcea no cayó; no fui capaz de volver a echarla. A medio día cambié de zona y de perros, pero la tarde fue infructífera.


El fin de semana me lo he pasado en cama curando el gripazo, así que sólo puede disfrutar de las noticias de los compañeros. Pepín que salió ambos días, tuvo un excelente día por el llano el sábado, pasando toda la jornada entretenido corriendo detrás del as perdices; aunque vino un poco “extrañado” no tocó ni rastro de pitorras en las matas de robles del coto; que obviamente les echó un vistazo. Y el domingo por la montaña aprovechó la única opción que tuvo, y el francotirador, como suele ser habitual en él, no perdonó.
Aitor se pasó el sábado en la montaña, echó algún bando de perdices, pero no le dieron demasiadas opciones , la que pudo bajar, fue de ala y le resultó imposible dar con ella, una lástima; menos mal que apareció una liebre para librar el clavo ¡jejeje!


Buen día por el llano de Pepín.

La orejona, de Aitor ;-)

Pepín y la perdiz abatida.