lunes, 12 de noviembre de 2018

SEMANAS 44 y 45



Jueves: en esta ocasión un servidor se ha quedado sin cazar; pero el resto del equipo ha hecho los deberes; se han traído una arcea y un par de gachas. La arcea a muestra de Wolf, Pepín se pudo hacer con ella y las gachas, a muestra de Orange, donde Aitor se lució con un buen doblete.






Sábado: un pinchazo de una rueda del remolque y complicaciones en la sustitución de la rueda, hicieron que el día no empezase de la mejor forma posible. Nada que no tuviese solución ¡jejeje! Pero la realidad es que, cinegéticamente, la jornada no fue a mejor. No vimos nada, ni rastro. Merendamos sin merecerlo ;-)

Merendando....inmerecidamente ;-)



Dos trabajando y uno retratando...











Una imagen, vale más que mil palabras.
Domingo: la jornada de hoy estuvo un poco más entretenida que el día anterior, nos tocó apurar el paso para asistir a alguna muestra de los perros, pero el resultado fue el mismo CERO. La primera intuimos que ya la había echado otro cazador, habíamos escuchado tiros a primera hora por la zona y nosotros sólo nos encontramos con los rastros. La segunda fue una muestra fugaz, ya que nos parece que la joven Duna nos la lio, aunque la realidad es que ni Aitor, ni yo pudimos observar el lance con claridad, sólo escuchamos el collar de Xana emitir un par de pitidos y salir ambas perras corriendo detrás de la supuesta arcea que no vimos. Posteriormente llegó a la zona Orange y se quedó en muestra; un par de regalitos en forma de mierda nos había dejado. De segundas volvieron a poner Orange y Xana, pero esta vez la arcea ya había emprendido la huida y ya no hubo un tercer levante.




Martes: primera escapadita a Cantabria, la zona y fecha apropiadas para albergar alguna sorda; pero el temporal que azotó el norte días atrás hizo que el monte estuviese sufriendo sus efectos aún, la nevada debió ser considerable en la zona. Para mejorar un poco la situación, nos encontramos con un viento infernal, que hizo que sólo con no mancarnos en  el monte ya fuese un éxito, ya que aunque intentásemos buscar las zonas más resguardadas, no pudimos evitar que algunas ramas cayesen relativamente cerca. Por cierto, no vimos nada; sí tuvimos los perros en una ocasión en muestra, pero quizás fuese un gamusino ;-) Pero el viaje fue bien aprovechado, cogimos provisiones para la semana ;-)


Brisa y su merecida recompensa.
Jueves: tanto Aitor, como Pepín decidieron probar suerte en la montaña, debido a la nieve no habían podido posar aún un pie en sus respectivos cotos; ambos disfrutaron de una jornada entretenida, aunque las condiciones climatológicas no eran las más adecuadas. Yo tampoco me aburrí, la verdad…estuve detrás de alguna arcea, y como el indio no tenía el día, pues se mascó la tragedia ¡jejeje! Se vino una para casa de casualidad, cuatro levantes, de primeras puesta por Brisa, escopeta sin cargar; de segundas se levanta sola; de terceras pone Brisa y patronea Duna, dos tiros y a criar; a la cuarta pone Levín y consigo abatirla. Luego vi que se voló una arcea sola de una orilla del monte, estuve intentando dar con ella de nuevo, pero no hubo fortuna. Luego llegó la primera cagadísima de la temporada, pone Brisa, patronea Levín, sale como una pava, pin, pan, pun y hasta luego; y fue un hasta luego de verdad, porque me fue imposible volver a echarla. Un rato más tarde, tuve a Levín en muestra con otra arcea, pero nos la jugó, me salió por la espalda y le tiré cuando ya estaba bastante lejos y no hubo suerte.

Vito y Fabio con un par de buenas rubias.


Tuvimos que recurrir a la de tinta pa la foto.
Sábado: pronto dimos con la primera, bien trabajada por Orange y al que se unieron Levín, Pirlo y Megan, Aitor consigue hacerse con ella; pero en el cobro, se nos complica el tema y creyendo que el collar de Orange está pitando porque está entretenido con la arcea muerta, resulta que estaba unos metros más arriba con una amiga de la difunta y claro…nos cogió apijotaos y ni tirar. De segundas no nos dio apenas opción, un par de tiros de Aitor, pero sin fortuna, no estaba nada fácil. Y para rematar el buen comienzo, se rompe el chaleco de Aitor y pierde la arcea, por más que buscamos no hubo forma de dar con la pieza muerta, la verdad que tampoco tenía claro el momento en el que se pudo caer y era una lotería volver a dar con ella; además estaba dentro de un calcetín oscuro, a la vista jodida de encontrar e imagino que al olfato de los chuchos, también. Bien entrado el día, estuvimos un rato entretenidos detrás de otra, pero esta siempre tenía prisa…no hubo forma hacerse con ella. Y para finalizar la jornada, tuvimos otra buena opción para colgar otra arcea, pero esta vez la cagamos Pepín y un servidor. De primeras la puso Wolf, Pirlo hizo que levantase y Pepín le tiró un par de tiros; desde mi posición sólo pude ver como la arcea se tiraba unos pocos metros por delante y tocada; a Pepín también le parecía que iba herida; pero cual es nuestra sorpresa cuando, en vez de cobrarla; sale como un misil…Pepín no le tira pensado que le tiro yo; yo le tiro, pero como si le tiro arroz; tres tiros herrados incomprensiblemente y otros tres de Pepín, pero ya en pésimas condiciones y bye, bye  Y con este maravilloso lance, cerramos una jornada, en la cual la fortuna brilló por su ausencia.




Alguna castaña también había...
Domingo: Pepín volvía a la montaña, hay que aprovechar mientras el tiempo lo permita y estas dos salidas fueron fructíferas, tanto Wolf, como Sira están a buen nivel y el tirador no está desaprovechando las oportunidades, así que alguna rubia está colgando. Aitor le tocaba descansar hoy. Por mi parte sigo “molestando” alguna arcea, en esta ocasión tuve un par de opciones claras con un par de arceas; una de ellas aprovechada después de seis levantes en los cuales únicamente tuve opción de tiro en el tercero y fallé; y en el último que la engatillé con el segundo tiro cuando ya se tapaba. Gran alegría para Xana, que después de ponerla en cuatro ocasiones debió pensar que no mordía hoy ¡jejeje! La otra arcea de la mañana que me dio opción, fue puesta por Xana, Brisa a patrón y yo colocado perfectamente (o eso creía yo); hasta que llegó la joven Duna, de momento con lo del patrón da una de cal y otra de arena, y logró que la arcea emprendiese la huida justo por el pequeño hueco que no tenía bien cubierto y cuando logré verla estaba llegando Cádiz. De segundas se levantó sola sin dar opciones a las perras y no conseguí volver a echarla. Luego cambié de zona y a Brisa por Levín, estuvimos otro rato detrás de una que pusieron Xana y Duna; pero ya se había ido. De segundas fueron Levín y Xana los que la pusieron, pero de nuevo había abandonado la zona y sólo nos dejó la cagadita y ya no hubo una tercera.



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