Una temporada más que llega su fin, unos meses en los que hemos dedicado a patear monte con nuestros chuchos cincuenta y dos jornadas; con unos “pocos” kms en las piernas y en los coches; como dice Aitor “…a veces hacemos más kms que el ALSA…” ¡jejeje! Una temporada en la que hemos pasado buenos ratos compartidos con los amigos; tanto en los chigres, con desayunos y meriendas muy amenas y un sinfín de batallas y anécdotas; como en el monte, tras perdices y arceas. El caso es que hemos podido disfrutar un año más de nuestra pasión y aunque el balance final no sea todo lo bueno que hubiésemos deseado ¡¡nunca peor, por Dios!!
Pepín dedicó la gran mayoría de las jornadas a perseguir a
las de calcetines rojos, alternando puntualmente algún día y la recta final de
la temporada, a las arceas. Una temporada dura por la montaña, pero a base de
horas, kilómetros y el buen hacer de sus perros Sira, Ilco, Rubble y Sol ha ido
sacando perdices de donde parecía que no había y pudo disfrutar de bonitas
jornadas. Finalmente, sin ser una temporada para enmarcar, y menos viendo los
comienzos, ha cerrado un año muy aceptable; gracias a la combinación de su
esfuerzo, su afinada puntería y el buen trabajo realizado por su buen equipo
canino. Aunque luego él nos diga que tuvo suerte 😉
Para nosotros dos no ha sido un buen año, quizás lo hemos
hecho peor de lo que ha sido realmente por la situación perruna en la que nos
encontramos. Aun así, creemos que la densidad de arceas por las zonas donde
cazamos no ha sido buena; hasta casi bien avanzado diciembre no conseguimos
echar alguna más; andábamos a una, una, dos, una, dos…si bien es cierto, a
pesar de meter varios clavos; sólo cerramos dos jornadas sin verlas. Varios
cazaderos de los que consideramos buenos han fallado este año y apenas hubo
reposición en otros. Un año donde el equipo canino estaba formado por demasiado
perro joven, y no fue un año para ellos, ni mucho menos. En la montaña las
perdices están, como están…no merece la pena entrar en mucho detalle, tampoco
vamos a profundizar en nuestra puntería ¡jejeje! Las arceas este año, bastante
resabiadas y sin abundancia, no se lo han puesto nada fácil a los tres perros de
primer temporada (Tito, Otto y Mati). Sin veteranos de nivel (todos jubilados
ya) y los que deberían haber tomado la alternativa, no lo hicieron…maquillamos
la temporada como buenamente pudimos, y finalmente, ni tan mal en cuanto a
capturas se refiere; se queda en una temporada “normal”. Escaso número de
lances, pero a consecuencia de la efectividad (inusual para nosotros) en la
finalización de éstos con las arceas, alguna se iba al morral.
Tito (ILOR de Casas del Monte), aprueba el
curso, creemos que ha despachado una temporada normal para un perro de primer
año, la primera mitad de la temporada se la pasó más descontrolado, algún
patrón, algún atropello y alguna muestra a perdices; con las arceas ni
enterarse; llegaba al lance con el tiro. Segunda mitad de la temporada, el
perro aposentó y se volvió mucho más participativo, varios patrones, algún
cobro, algún atropello y un puñado de muestras a arceas. Otto (GOKU
de La Vega-Aramil) sin lugar a duda, aprueba con nota; la sorpresa de esta
temporada, con algunas cosillas que mejorar, pero que entendemos que son
derivadas de la edad y falta de experiencia, aprovechó muy bien las
oportunidades y no necesitó mucho para ir poniendo arceas desde primeros de
diciembre, llegando a sumar unas dos docenas de lances en su casillero; viendo
el año, nos parece todo un logro. Mati (ELSA de Los Carbayos), suspende,
repite curso 😉
está muy acachorrada, nada participativa y demasiado
dependiente del resto de perros; lo único que podemos resaltar, es que al menos
no resta; no aporta, pero tampoco resta al equipo. Luego está Haie de
Elsa Mondrín, segunda temporada siendo un poco injustos, ya que el año
pasado era demasiado joven y digamos que esta podría ser su “primer temporada”…y
no nos defraudó; sí que puede que las expectativas en ella fuesen mayores de lo
que finalmente aconteció, pero la realidad es que la densidad de caza no fue la
adecuada para el objetivo marcado en nuestra mente. Perra carnicera, muestra
firme y fiable, excelente cobradora, con unos cuantos lances a perdices en su
casillero y varios con arceas. Gitana, aprueba el curso pero con nota
más baja de la que consideramos debería haber sacado. Nos ha defraudado, esta
era su tercera temporada y creíamos que iba dar el paso, pulir las carencias
que habíamos visto en la anterior campaña y tener mayor protagonismo, pero no
fue así…tuvo días buenos, pero alternando una de cal y otra de arena; a pesar
de todo, fue la que más horas de monte tuvo y tiene bastantes lances en su
casillero. Bassucu y Fabio, podríamos decir de ellos…que “no son
perros de escasez” y este año se les han visto las vergüenzas; sobre todo a
Bassucu. Fabio ha estado más regular y más currante durante estos meses, más
fino con las perdices, que con las arceas, como es habitual en él; pero en
general ha participado bastante más que su socio; aunque ambos han estado por
debajo de lo que nos hubiera gustado; Bassucu ha estado prácticamente
desaparecido este año.
Ahora toca descansar tanto piernas, como patas; recargar pilas
y renovar ilusiones.