Estos seis días
de caza han ido en la línea de la temporada en general; un poco de todo,
excepto abundancia.
Sábado 4: un bonito día para cazar, la verdad,
que llevamos una recta final de temporada, climatológicamente casi perfecta;
lástima no estuviésemos a primeros de diciembre 😉 Estuvimos en una
zona que hacía casi un par de meses que no íbamos y contábamos que hubiese
alguna despistada por allí. Alguna había, pero nada receptiva…creemos que
echamos un par de ellas, pero ni verlas y otra qué si se dejó ver, pero no hubo
forma con ella. La primera después de una muestra de Tito y que dejase la zona;
estuvieron también, en el mismo sitio puestos Fabio y Gitana; la arcea no
estaba, aunque por el comportamiento de éstos; no parecía que hubiese
abandonado el sitio hacia mucho; pero por más que rebuscamos, no dimos con
ella. La segunda hubo un par de muestras en blanco, sabíamos que estaba por la
zona, un pinar bastante cerrado y con todo de cara para ella, no nos vamos a
engañar, y no daba la cara; hasta que Gitana le hizo una entrada de roja
directa y tuvo que exponerse, pero se me echó encima, luego me tapaban los pinos
y aunque intenté apurar para salir al cortafuegos…bye,bye y tampoco conseguimos
volver a encontrarla. Y a última hora de la tarde, de retorno al coche, Gitana
estuvo un buen rato en muestra, pero en lo alto de una ladera de bastante
pendiente y nos separaban 180 metros; cuando apenas le habíamos recortado 50
metros rompió la muestra y la supuesta arcea no bajaba a nuestro encuentro, así
que nada vimos; lo único que nos hace pensar que se trata de una arcea y no de
un gamusino, la duración de la muestra de la perra, y que hacía unas semanas le
había pasado lo mismo a nuestro amigo Pepín, con su perro Ilko; que es
muchísimo más fiable que la perra.

Domingo 12: último día de la temporada, que nos
deparó tres lances; uno en el cazadero de la mañana y otros dos por la tarde.
La primera fue un lance muy curioso, incluso gracioso, aunque deja un poco al
descubierto el nivel perruno que tenemos ¡jejeje! Los perros se habían ido unos
cien metros por una senda que había entre un pequeño pinar y una ladera de
bosque autóctono que suele darnos alguna arcea todos los años. Y debieron ser
los causantes de que un torcaz levantase vuelo hacia nosotros; Aitor le tiró
(sin fortuna, estaba bastante alto) y los perros retornaron y se adentraron en
el pinar a buscar en modo “cobro” cuando se queda en muestra Bassucu, e
instantáneamente a patrón Haie y Otto; nos acercamos a la muestra y levanta
vuelo una arcea que abato; buen cobro de Otto, que parece que poco a poco va
mejorando esa faceta. En la segunda mitad de la jornada, al adentrarnos al
monte pronto comenzaron a tocar rastros de arcea los perros, alguna leve
muestra y mucha colita alegre; hasta que hubo una muestra en firme de Haie y
Otto, Bassucu a patrón; llegamos a ellos y la verdad, que todo apuntaba a que
ya estaba en el chaleco y finalmente ni estaba; rastros muy frescos pero les
había pegado un pequeño bote; al romper la muestra y calentarse en la búsqueda
hacen levantar en vuelo a la arcea que consigo abatir de un tiro. Entrada la
tarde ya, de nuevo Haie y Otto nos brindan otro lance; ponen, guían, ponen,
guían y así durante una buena distancia, por una orilla de monte ladera arriba,
contra un prao medio tomado por el monte ya, pero esta les había metido mucha
ventaja y cuando llegó el momento de levantar vuelo, porque ya se terminaba el
monte; la arcea ya no estaba; no conseguimos volver a echarla y con este lance,
despedimos la temporada. 


No hay comentarios:
Publicar un comentario