Este mes
podemos decir que la primera quincena ha ido en la línea de la temporada, echando
arceas a cuentagotas; la segunda quincena hemos notado un incremento de becadas
levantadas; si bien es cierto, no abatidas ¡jejeje! Hemos disfrutado de un par
de jornadas generosas por tierras castellanas. Y por aquí hemos movido alguna
más de las que estábamos viendo; imaginamos que el temporal de nieve de
mediados de mes hizo que se moviesen algo; sobre todo las que se encontraban a
mayor altitud. Lo único destacable que a pesar de como nos va la temporada,
hemos notado un cambio favorable en los perros más jóvenes, Otto ya ha aportado
unos cuantos lances durante este mes en las jornadas de caza, Tito se ha vuelto
más participativo, localizando alguna más, a veces atropellos, otras poniendo y
algún buen cobro incluso; la que sigue aletargada es Mati y Haie en su segunda
temporada, ya es la veterana de éstos cuatro pipiolos, está despachando una
buena temporada.
Lunes 2: Hoy nos escapamos hasta la montaña, para
mí despedida para esta temporada; Aitor volvería algún día más a por las de
calcetines coloraos. Una jornada entretenida detrás de las perdices y con un
día fantástico para andar por allí arriba, la verdad. Sólo nos faltó un poco
más de puntería, bueno…realmente a mí. No tocamos rastro de las perdices hasta
bien entrada la mañana, pero en ese momento Fabio nos brindó una excelente
oportunidad, nos abrimos para intentar cubrir lo mejor posible las rutas de
huida de las perdices, el perro estaba mostrando al borde de un escobal, un
poco más adentro y desde un lateral Otto y Gitana, a patrón de éste, todo
parecía que iba ir bien, hasta que emprenden vuelo y pim, pam, pum y a criar; un
bando de rubias bastante majo con ocho o nueve ejemplares, que debería haber
menguado en dos ejemplares mínimo, pero… Después de unos rezos, nos fuimos en
su busca y esta vez sólo una dio opción, Aitor se contagió de mí y entonces la
erramos los dos. En ese punto, las perdices ya se tiran al infierno, por lo
tanto, cambio de ruta y a ver si aparecen más. A última hora de la mañana Fabio
volvió a dar con otro bando, al poco Gitana se unió a el, finalmente resolvió
ella ¡qué impaciente! El bando salió partido, cuatro o cinco ejemplares para la
izquierda y logrando quitarle una Aitor y otras dos o tres para la derecha, donde
de nuevo yo fui incapaz de matar ninguna; a mi favor, esta vez la situación
para tirar no era nada adecuada. El resto de la jornada estuvimos intentando
dar con las perdices esparcidas, pero a pesar de que los perros localizaron
alguna, Otto una perdiz y Fabio una pareja; en ninguna ocasión nos dejaron
llegar para tirar.
Sábado 14: Hoy decidimos volver hasta el roble,
hacía ya unos cuantos días que no pisábamos por allí y la verdad que pasamos
una jornada bastante animada, con varios lances repartidos a lo largo de todo
el día; lo “normal” de una jornada por estos lares. La primera del día,
fue localizada por Otto, por cierto, hoy planchó una excelente jornada.
Llegamos a el y después de un rato, comenzó a guiar, se le había movido, y
bastante…visto lo visto. Apareció en escena Gitana; que no se caracteriza por
su sutileza y temple; pero con algo más de experiencia desenmarañó los rastros
del peón y fueron capaces de ponerla a volar, pudiendo hacerme con ella. La
segunda estuvo un rato Gitana en muestra, pero antes de llegar a ella,
rompió; seguimos en esa dirección y enseguida volvieron a quedar en muestra
ella y Otto, esta vez estaban más cerca y llegamos a verlos, nos colocamos y al
resolver no salió nada; pero había rastros de pitorra; rebuscamos y rebuscamos,
pero no dimos con ella. La tercera jugó con nosotros y los perros un
rato; porque debió darles unos botes antes de poder verla. Muestra Gitana,
cuando estamos llegando a ella, Otto y Tito en muestra cincuenta metros ladera
arriba, vamos a ellos, rompen la muestra, se vuelven a quedar ambos, pero uno
más abajo, el otro unos metros más arriba; y de repente levanta vuelo la
pitorra unos cuantos metros más arriba; yo solo la escucho; pero Aitor la ve y
le puede disparar, aunque sin fortuna. Vamos a la rebusca, y después de un
primer intento fallido, intentamos dar con ella ladera más arriba y esta vez;
acertamos, la localiza Tito y sin apenas tiempo para reaccionar emprende el
vuelo, pero coge muy bien situado a Aitor y se hace con ella. La cuarta
fue localizada por Fabio, pero cuando estábamos llegando a el y a Gitana que
estaba ya a patrón, la vio Aitor levantar vuelo unos cuantos metros por delante
ya; intentamos localizarla de nuevo, pero nos fue imposible. La quinta
nos fue imposible verla, nos puteó bastante, nos hizo apretar bastante el paso
y siempre llegábamos tarde. La primera vez estuvo puesto un buen rato Otto, no
llegamos, luego estuvieron todos implicados; tampoco llegamos a verla; luego
estuvo en muestra Gitana y nada; de nuevo luego Otto y Tito, y tampoco la vimos
levantar; cambiamos de ruta y la dimos por imposible. La sexta era una
vieja conocida, ya la había puesto hacía un mes Gitana y Levín y no llegamos a
verla; esta vez dio la cara al menos. Debieron localizarla casi a la vez Otto y
Gitana, por la postura que tenían cuando los encontramos, pero nos la jugó al
salir y ni echar la escopeta al hombro; en la rebusca la planchó Otto y Aitor cumplió
con el arma. Echamos una más, la séptima, pero esta se echó ella sola 😉 la vio Aitor levantarse,
a tomar pol culo de los perros, de nosotros y de todo lo que pudiera molestarla;
ésta con este comportamiento o se equivoca mucho, o muere de vieja; por más que
rebuscamos no hubo forma de volver a echarla.
Sábado 21: después de unos días donde el
temporal de nieve hizo presencia en la zona, decidimos cazar unas zonas
bastantes cerradas, de considerable dificultad para el tiro, pero que proporciona
buen refugio para las arceas y que solemos siempre tener algún encuentro con
ellas. Aunque repartidas a lo largo del día, conseguimos mover cinco arceas, en
tres zonas distintas…desafortunadamente, sólo una se vino para casa. La
primera nos tuvo un buen rato entretenidos, pero solo conseguimos
escucharla en el segundo levante. De primeras fue localizada por Fabio, pronto
se unieron al lance Gitana y Tito; estábamos relativamente cerca; pero creemos
que ya mostraron el caliente o nos la jugó muy sigilosamente. De segundas fue
Gitana la que la localizó, pronto Fabio apareció en escena también; nos llevó
un rato acercarnos a los perros; cuando yo estaba a veinte metros de la perra,
me adelantó Tito y a escasos metros por delante de mí se quedó en muestra; pero
debía ser demasiado cerca de la arcea; porque inmediatamente escuché el aleteo
de la arcea al emprender la escapada; pero no la vi y desde su posición, Aitor
tampoco; ya no hubo una tercera oportunidad. La segunda fue localizada
por Fabio, andaba también Tito por la zona, quizás demasiado alegre, y sin
tener muy claro ni de donde, ni como…apareció la arcea, desde mi posición,
levanté la escopeta y ya no pude ni tirar; y Aitor algo más bajo, tuvo opción a
un único disparo, pero sin acierto. Al rato vuelve a localizarla Fabio, yo no
llegó a verla y a Aitor le da opción a un único disparo de nuevo; pero esta vez
tiene duda de haberla enganchado; buscamos e incitamos a los perros a cobrar en
la zona que podría haber caído; pero no la encontramos; aunque afortunadamente,
unos metros más allá, veo como Tito se queda en muestra y rápidamente le echa
la boca a la arcea, que estaba herida ¡menos mal!. Cambiamos de zona y aquí
echamos la tercera, que localizó Gitana, tardamos bastante en llegar al
sitio y antes de ver la perra, ya rompió la muestra; había rastros frescos,
pero no llegamos a ver la arcea; conociendo la perra y el rato que estuvo en muestra,
la tenía fijo. Luego volvieron a poner ella y Fabio, pero ya no estaba. La
cuarta fue encontrada por Fabio, pero antes de llegar a el, rompió la
muestra; de hecho, localizamos la zona exacta, gracias a Gitana y Tito que se
calentaron con los rastros; mientras tanto, Fabio ya la había vuelto a
localizar; pero cuando estábamos llegando al perro; lo mismo que la vez
anterior; y cuando llega Gitana a la zona, muestra también (un poco tarde ya).
Seguimos con la rebusca y esta vez nos la lía bien la arcea; estuve parado
viendo como trabajaban ladera arriba los perros unos cinco minutos con la arcea
a escasos tres metros de mí, y justo cuando sobrepaso su posición, escucho su
aleteo por mi espalda y estoy esperando verla aún. Llegamos al coche sobre las
cuatro y pico; “pronto, para tarde y tarde, para pronto” …así que decidimos
parar en una zona que nos queda a mano, a la que retornamos en coche y
estuvimos un buen rato detrás de la quinta de la jornada; pero ni verla;
por el comportamiento de los perros, tanto Fabio, como Gitana; incluso una
muestra muy larga de Tito (que iba un levante por atrás) y la mierda que nos
iba dejando; pero podríamos decir que le dimos un par de levantes a un gamusino.
Jornada entretenida, donde el equipo perruno trabajó muy bien, pero con escasa
recompensa.
Domingo 29: encarrilando la recta final de la
temporada, hoy tuvimos un buen día para cazar y en una zona muy bonita; donde
la fortuna no se alió con nosotros, no estuvimos acerados con la puntería ¡qué
se le va hacer! La primera de la jornada no se hizo mucho de rogar, ya
que apenas llevábamos diez minutos en el monte, cuando Bassucu se quedó en
muestra, llegamos al perro, ya estaba Haie y Gitana en el ajo también, por la
postura del perro, daba la impresión de que la tenía delante del morro; pero ya
no estaba. Unos metros más adelante, se volvió a quedar en muestra, pero otra
vez era el caliente ya. De terceras fue más efectivo Otto, esta vez la tenía;
pero entre que tuve que cruzar el río y no estaba muy claro por donde, con
tanta agua; Aitor estaba muy alejado, y que cuando llegué al perro guio unos
metros, pero no pude pasar y tuve que rodear; justo cuando llegaba a colocarme
de nuevo “correctamente”, ya estaba en vuelo la arcea; le tiré, pero no estuve
acertado y nos fue imposible volver a echarla. La segunda no nos dio
opción, los perros la tuvieron bloqueada un buen rato; fue Haie quien la
localizó, pero nosotros no pudimos ni llegar cerca; y de segundas, Bassucu dio con
ella en la rebusca, esta vez sí logramos llegar a ellos en disposición de
tirar, pero la Dama ya había abandónalo el local 😉 La
tercera, resultó ser la tercera y la cuarta; el collar de Haie
indica muestra e instantes después el de Bassucu; nos dirigimos hacia los perros
y cuando estamos acercándonos a la zona, ya vemos a la perra riega arriba, con
la cabeza alta y masticando el aire; Bassucu unos metros atrás y más al margen
derecho de la riega; nos acercamos a ellos, pronto levanta vuelo la arcea, sale
muy rasa; Aitor le tira un tiro y desaparece; justo al disparo se levanta otra
arcea, Aitor vuelve a apretar el gatillo, pero no cae; desde mi zona, más
abierto a la derecha, un árbol me tapa la visibilidad y soy incapaz de
disparar; pero consigo ver en la cabecera de la riega girar ambas arceas hacia
la derecha; pensábamos que la primera había caído, pero no nos hicimos con
ninguna. Una vez concluidos los rezos y demás comentarios ¡jejeje! vamos en su
busca. Relativamente pronto se queda en muestra Bassucu, pero ya no estaba la
arcea. Seguimos insistiendo y finalmente los perros entraron en un rincón de monte
entre un par de praos y se quedaron los cuatro en muestra; rápidamente
emprendió la huida la arcea; pero se equivoco de vía de escape; saliendo al prao
donde estaba Aitor, que consigue hacerse con ella. Viendo que inicialmente salieron
juntas y tomaron la misma ruta; la otra no debería de estar muy lejos; y así
fue. Unos cincuenta metros ladera abajo, Otto, Haie y Gitana se quedaron en
muestra y levantó vuelo la otra arcea; pero esta puso muchos metros entre ella,
los perros y nosotros. Nos dirigimos en la dirección que tomó y finalmente
Bassucu y Otto, volvieron a localizarla, pero esta vez ya se había levantado, ésta
ya no quería bromas; no fuimos capaces de volver a echarla. Cerramos la jornada
con una y gracias.
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