SEMANA 43

Tomando el sol...para lo que estaba el día.

Jueves: jornada en la montaña, con una temperatura excesivamente elevada que hizo que los perros en algún momento sufriesen más de la cuenta. Aun así, buen trabajo el que realizaron y de nuevo, nos brindaron varios lances con las perdices. El primero en ponernos en alerta fue Vito, que localizó un bando al poco de salir del coche y ya nos hizo apretar sin casi entrar en calor; lástima que las patirrojas pusieron mucho espacio de por medio y no hubo opción al tiro, pero Vito de diez. A continuación penalizó, ya que entre él y Levín, casi nos revientan ladera arriba y finalmente no conseguimos ver el segundo bando del día, por su excesiva ambición. Aunque según avanzó el día, el calor hizo que se fuesen relajando y nos pusieron un par de bandos más a tiro; el primero Vito, apoyado por Orange, donde sólo una dio opciones y Aitor las aprovechó perfectamente. Más entrada la jornada Levín puso otro bando, donde no pudimos hacernos con ninguna, Aitor me cedió el arma, pero fui incapaz de bajar ninguna, pim, pam, pum y a criar...una lástima, porque el perro hubiese merecido morder una al menos, veo yo que lo que va es acabar mordiéndome a mí cualquier día ¡jejeje! Buen día, a pesar del calor, satisfechos con el trabajo de los chuchos.

Vito con perdices.

Levín con perdices.

Sábado: cambio de tercio, hoy tocaba intentar hacernos con alguna de pico largo, pero no pudo ser. Estuvimos cazando en un par de zonas adecuadas para estas fechas, pero no hubo suerte. Aunque nos quedamos con la duda de si echamos una o no. Creemos que sí, porque las perras ya son veteranas y su comportamiento indicaba que la tenían, pero la realidad es que no vimos nada, en tres ocasiones estuvieron las tres (Brisa, Cleo y Xana) en muestra y muy fijas; sobre todo en dos ocasiones, que la vimos en el chaleco y estamos esperando verla volar ¡jejeje!

SEMANA 42

Jueves: hoy hubo suerte y pudimos hacernos  con la primera arcea de la temporada. El cazadero estaba para ello y los perros trabajaron bien; a pesar que el lance fue poco vistoso, la primera de la temporada, es la primera y siempre hace más ilusión aunque sea un poco pachanguera ¡jejeje!. Durante las primeras horas de la jornada revisamos las zonas más querenciosas del cazadero y no hubo suerte, sí bien es cierto, tuvimos las perras en tres ocasiones en muestra (llevando la iniciativa siempre Cleo) daba la sensación que íbamos echando una arcea y que nos llevaba un levante de ventaja, aunque finalmente no logramos ver nada. Pero bien entrado el medio día, cuando yo salía de una mata, se levanta unos pocos metros por delante una arcea; entre el susto que me dio y que rápido se tapó, sólo pude apresurarme para ver donde se dirigía; avisé a Aitor, nos colocamos cubriendo las posibles escapatorias donde creímos que podía tomar y dejamos trabajar las perras la zona; en apenas unos segundos ya escuché el tiro y poco después la tenían cobrada las perras. Cambiamos de cazadero por la tarde, pero ya no hubo fortuna.

Sábado: hoy tocaba probar suerte en otra zona con posibilidades para dar con otra de pico largo en estas fechas tempranas, pero no hubo suerte, aunque los perros hicieron un buen trabajo y en una  ocasión nos hicieron apretar un poco el paso, resultó ser un gamusino ¡jejeje! La jornada de hoy no se alargó mucho y lo dejamos para la hora de comer, al día siguiente se abre la veda en León y habrá que esforzarse en la montaña para intentar colgar alguna perdiz.

  

Domingo: apertura en Castilla y León, esta temporada no tengo coto en la provincia vecina, pero afortunadamente no me puedo quejar, ya que amigos para acompañar no me faltan ;-) Pepín tenía compañía para hoy, así que le tocó aguantarme a Aitor. Un excelente día de apertura, con una buena climatología (quizás demasiado calor en las horas centrales del día) y donde estuvimos todo el día entretenidos detrás de las perdices. Lástima que el indio hoy no estuvo con la fortuna de cara, porque tranquilamente se podía haber colgado cuatro perdices de los cuatro bandos de perdices que movimos, afortunadamente los perros pudieron morder una y llevarse la recompensa al buen trabajo que realizaron durante la jornada. El primer lance vino después de mover un bando que tenía prisa y no quiso saber nada de nosotros, pero en la rebusca de una perdiz suelta que escogió la ruta de escapada más favorable para nosotros, mi compañero pudo asistir la muestra de Vito y Levín, pero la perdiz sólo dio opción a un tiro, ya que se descolgó rápido y perdiéndola de vista en nada; desafortunadamente no se hizo blanco. Seguimos ruta y luego echamos otras dos perdices sueltas de otro bando, sólo se le pudo tirar a una y no hubo suerte. Cuando nos dirigíamos en busca de estas, localizamos unos rastros bastante frescos de otro bando y mientras los perros estaban locos con los rastros, a unos cincuenta metros por encima emprenden la huida el bando, sin opción de tiro, vamos en su busca. Levín las trabaja muy bien, después de una bonita guía, bloquea una perdiz que sale algo larga y además todo hacía presagiar que saldrían el resto seguidamente, pero no fue así…sólo salieron dos más, Aitor se centró en una, pero hoy no era el día y no hubo cobro. Fuimos echando alguna perdiz más suelta del bando, pero ya ninguna a tiro. Hoy los perros nos iban a brindar una oportunidad más, y sobre las cinco de la tarde el collar de Levín comenzó a sonar, al instante el de Vito hacía lo propio y poco después las perdices comenzaron a salir, y en esta ocasión una fue alcanzada por un buen tiro….probablemente la más complicada de matar de toda la jornada, tocó suelo y los perros pudieron morder. Seguimos la dirección que había llevado tres perdices que se separaron del resto y los jovenzuelos Fabio y Pirlo, se quedaron en muestra, las tenían, pero ellas fueron más listas que los aprendices y pusieron metros de por medio, aún así una se llevó el susto de un par de tiros. Con este último lance dimos por finalizada una jornada muy entretenida de apertura en la montaña leonesa.

Aitor sirviendo la muestra de Levín.

Aitor sirviendo la muestra de Vito, Fabio y Pirlo a patrón; salió fuera de tiro.

Aitor sirviendo la muestra de Fabio (tapado por la escoba) y Pirlo.