Jueves – por fin
parece que hubo movimiento de arceas por nuestras zonas o al menos por algunas.
Este jueves cazamos por separado, cada uno en su coto y aunque con resultados
dispares en las capturas, los tres echamos cuatro arceas; veníamos de ver una o
ninguna…así que no estuvo mal. Aitor fue el más eficaz, consiguiendo hacer el
primer cupo de la temporada, con tres de cuatro y después de varios lances,
brindados por Cleo. Pepín se hizo con las dos que pudo tirar de las cuatro
echadas, a muestra de Sira. Y un par de torcaces, a los que no se nos resiste
nuestro amigo ¡jejeje! El más inútil del equipo mató una de petaca; la primera
de la jornada se voló sola, sin opción a los perros. La segunda la puso Xana y
pude abatirla. La tercera volvió a poner
Xana y Bassucu a patrón, se les había movido unos metros y cuando emprendió la
huida me cogió un poco mal colocado, además salió muy rasa y dos tiros
infructíferos. En la rebusca la puso Xana, pero ya no estaba y no hubo tercera,
porque se la encontraron otros cazadores amigos que estaban por la zona y ellos
fueron más efectivos que yo. La cuarta del día, de nuevo, fue mostrada por
Xana, patroneada por Bassucu y Levín; yo ya estaba viéndola muerta y aún sigo
esperando verla; escuché su aleteo sin ni siquiera ser capaz de ubicarla y no
conseguí volver a echarla.
Sábado – viendo
el maravilloso día que se nos esperaba en el Paraíso Natural, mis amigos cruzaron
el puerto para cazar en Castilla, a mí no me quedó más remedio que mojarme,
sólo podía cazar medio día no había opción de escapar ¡jejeje! Por mi parte,
descomunal mojadura, eché tres arceas y no pude abatir ninguna; la primera
puesta por Xana, patroneada por Levín y la arcea sale bastante por delante de
los perros sin opción a tiro y no puede volver a echarla. Luego se cambiaron
los puestos los perros, puso Levín y Xana a patrón, de nuevo me la lía la
arcea, le había metido varios metros de por medio al perro y sale bastante “puta”,
pero como me quedé con ganas en la anterior de apretar el gatillo y los perros
ya tenían gana de morder y no quería ser yo la víctima, disparé pa allá, obviamente
no cayó y sorpresa cuando una vez tengo la escopeta sin munición emprende la
huida otra arcea a placer. Resto de la mañana intentando dar con alguna de las
dos, pero no hubo forma. Mis compañeros, estuvieron más acertados y disfrutaron
de una buena jornada. Pepín echó tres pitorras y tres se trajo para casa; bueno…y
algún torcaz más, para no perder la costumbre ;-) También estuvo entretenido
detrás de algún bando de perdices, aunque desafortunadamente no pudo hacerse
con ninguna patirroja. Aitor disfrutó de una jornada de caza con su amigo
Alberto, pudieron echar seis becadas, de las cuales se trajeron cuatro para
casa.
Domingo –
completamos la semana por separado, parecemos un matrimonio mal avenido
¡jejeje! Pepín echo tres, pero no pudo hacerse con ninguna; Aitor no tocó ni
rastro y yo no salí por compromisos familiares. Veremos que nos acontece la
próxima semana…
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