lunes, 21 de diciembre de 2015

SEMANA 51

Martes: excelente jornada la de hoy por tierras cántabras con mi amigo Tino, buen desayuno en Reinosa, durante las horas de paseo por el monte, no nos mancamos, no perdimos ningún perro. Luego al término de la jornada de caza nos comimos una buena empanada y un delicioso postre hecho por la mujer de Tino; el viaje de regreso, al igual que el de ida, sin incidencias; ¿qué más se pude pedir? quizás echamos en falta ver alguna codorniz, porque con estas temperaturas está más para codornices que para sordas. En agosto hay muchos días en el norte de España que no tenemos días así de cálidos, ¡manda huevos!
Aún con todo hoy los perros trabajaron muy bien y tuvimos un par de amagos, una muestra de Brisa, pero sin ver nada y luego Brisa y su hija, Alba de La Biesca, localizaron unos rastros más o menos frescos de otra, pero por más que rebuscamos en la zona, no hubo forma de encontrarla…si es que estaba allí.



Jueves: primer permiso para el Saja, en compañía de mi amigo Laureano y, de nuevo, un día de Sur asqueroso. Al menos hoy echamos tres sordas y el colega se hizo con una; yo sigo en modo “ecologista”. Tuve a Xana en muestra en una regata, pero ya se había volado, la echó más arriba otro cazador, luego la volvió a poner Xana, pero ya sólo nos dejó la cagadita y segundos después escuche un disparo por encima de mí, más tarde cuando me encontré con el cazador me confirmó que la había matado. Mientras yo hacía el tonto detrás de esta mi compañero daba cuenta de una que le habían puesto Baso y Menta de Castriello, aunque los mareó durante un rato, finalmente erró con la elección de la vía de escape y Laureano estuvo fino. Más entrada la mañana, Xana se quedó en muestra, pero la arcea salió muy por delante de la muestra y totalmente fuera de tiro, por la altura y dirección creo que no paró hasta Llanes.

Sábado: inmersos en una pobre temporada, hoy ha sido una jornada relativamente buena y con el mejor resultado hasta el momento con cinco capturas y alguna más que movimos por ahí. Nos repartimos el cazadero de forma que dejamos a J.Benito a su aire, cazando juntos Pepín y yo. Pronto se hizo con la primera de la jornada mi compañero a muestra de un setter que le han dejado para que lo saque este año, puesto que su dueño no puede cazar esta temporada. Más entrada la mañana el collar Brisa comenzó a sonar, pero entre que la pila estaba agotándose y que es esa zona había algo de viento, me despisté en su localización, pero Pepín llegó a ella desde su posición y dio cuenta de la segunda, que la llegó ver apeonando por delante de la perra. Luego vi levantarse una pitorra sola ladera abajo y estuvimos buscándola un buen rato, pero no hubo forma dar con ella; en ese punto nos separamos un poco y mientras tanto eché otra arcea, pero loca de nuevo, la estuve buscando y no aparecía, hasta que finalmente la puso Brisa y Wolf, se había acercado ya Pepín hasta mi posición para intentar dar con ella, y de nuevo hizo blanco, la cobró Ares, que participa poco en los lances, pero anda bastante fino para los cobros. Está claro que Brisa parece que prefiere que esté cerca mi amigo, no vaya ser que yo se la falle L A eso de las dos habíamos quedado en coche para cambiar de zona y J.Benito se presentó con otra arcea, más otra que había echado en varias ocasiones pero no pudo tirarle ninguna vez. Por la tarde ya no estuvo tan animado, el abuelo no echó nada, por parte nuestra estuvimos detrás de una arcea, que se la jugó a Brisa y Wolf en varias ocasiones y no hubo forma de verla. Ya de regreso al coche pude romper la racha y puntuar, no fue un lance bonito, pero a las cinco y cuarto de la tarde y si pegar un tiro en las tres últimas salidas, sinceramente, me dio igual. Estaba esperando a Pepín que iba más alto y mientras tanto Brisa se metió en una mata y de repente salió una arcea por la otra parte a estrellarse contra mí, fin de la historia ;-)
Domingo: nos fuimos hasta la montaña J.Benito y yo, Pepín en esta ocasión tenía una cacería con otra cuadrilla. Definitivamente esta temporada las perdices nos tienen comida la moral y me temo que no vamos a conseguir tirarles un tiro en lo que resta de temporada.  En esta ocasión echamos dos bandos, con sus sucesivas muestras y guías por parte de los perros y gran esfuerzo por nuestra parte, pero nada…ni encarar la escopeta. También echamos una arcea, entre bando y bando de perdices, pero sólo la pudimos ver en la lejanía y no pudimos volver a echarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario