Lunes: breve
escapada al monte hoy, para poder llegar a tiempo a comer con la familia, y a
pesar de ser breve, fue fructífera. Nos dividimos el cazadero, Toño por la zona
más alta y Pepín y yo más bajos; para
media mañana habíamos conseguido hacernos con siete arceas. Toño por su parte
hizo el cupo, nosotros nos hicimos con otras tres y otra más que pude abatir de
regreso al coche. La primera la pusieron los perros, pero ya no estaba cuando
llegamos, de segundas la puso Xana y mi amigo consiguió abatirla. Luego Xana
nos puso otra que se nos escapó y que de retorno al coche la puso Levín y se me
fue también. Estuvimos con otra bastante entretenidos, cinco levantes. De mano
la pone Xana y me la trago, fallo y el
segundo no lo tira ¡bufff! que rabia. Luego se levanta sola, luego la ponen
todos los perros, Xana, Wolf, Levín y Sira; pero ya se había ido; después Sira
da con ella, pero sale larga y Pepín no hace blanco. Finalmente la pone
Xana y Levín y tengo la suerte de poder abatirla. Un rato más tarde Wolf
comienza a dar mucho rastro y termina quedándose en muestra, instantes después
Levín se une a el, para entonces, tanto Pepín, como yo, estábamos ya bien
colocados; sale la arcea y mi amigo la abate. Nos encontramos con Toño y Pepín
siguió cazando con él, tenía ganas de ver como trabajaba el excepcional setter de Toño, Dendaberri Suzuki, lástima que no hubo más lances. Yo tenía que irme y retorné para el coche, de camino de
vuelta, Xana se queda en muestra y en segundos la arcea levanta el vuelo, con
la fortuna de cara, emprende la escapada en mi dirección y consigo hacerme con
ella. Lo dicho, breve, pero buena mañana de caza en el día de Navidad.
Sábado: última
jornada del presente año por Asturias y despedimos con otra jornada amena,
donde tuvimos varios lances y pudimos hacernos con cinco arceas; con la nota
negativa de haber dejado la sexta en el monte, no conseguimos cobrarla. La primera
fue puesta por Wolf, aunque nos lo puso un poco difícil para llegar a el, la
fortuna estaba de cara y cuando, por fin, estábamos llegando al perro, la arcea
le salió delante a Pepín, que la pudo abatir. La segunda fue puesta por Levín,
Wolf y Sira, la verdad que fue llegar a ellos y salir la arcea, no dio opción a
mucho, yo sólo pude ver el bote y fue mi amigo quien hizo blanco desde su
posición; aquí lo que nos costó bastante fue cobrarla, ya que cayó en un lugar
de difícil acceso tanto para nosotros, como para los perros y finalmente después
de un buen rato, conseguí encontrarla sumergida en el agua de un regato, con
solo un ala fuera, que fue lo que logré ver. La tercera, de nuevo, tuvo como
protagonista a Wolf y esta vez de un magistral disparo el dueño volvió hacer
blanco; yo no llegué a ver el lance, sólo lo escuché en la distancia. La cuarta,
después de un buen trabajo de Wolf, Levín y Xana, que consiguieron ponernos a
tiro la arcea, fue la que se nos quedó en el monte sin cobrar. La quinta fue
puesta por Xana, pero me faltaron cinco segundos para poder llegar en
condiciones de tirar, sólo pude ver
escapar la arcea, sin tiempo ni de encarar la escopeta. De segundas la pusieron
los cuatro perros, pero ya no estaba y del tercer levante, fue Levín el
encargado de mostrarla y pude abatírsela. Luego nos encontramos con el tercero
en discordia ;-) que había estado cazando sólo por otra zona y juntos echamos
la sexta de la jornada; de primeras se levantó sola y de segundas la puso Orange,
ambos pudieron tirarle, haciendo blanco, poniendo el punto y final a un buen
día de caza.
Domingo: hoy
fuimos a despedir el año hasta León, a pesar de la mala temporada por la zona,
contábamos con echar alguna pitorra, pensando que quizás estos días de temporal
hubiesen movido alguna. Pero no fue así, despedimos el año con un 0,0 ni
verlas.
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