lunes, 3 de febrero de 2020

SEMANA 05


Jueves hoy sólo pude aprovechar la tarde, pero fueron tres horas bastante entretenidas, ya que estuve detrás de una arcea un buen rato. Cinco levantes, donde sólo me permitió poder tirarle en el último y definitivo, menos mal que el indio estuvo acertado. Primero fue Xana quien la puso, de segundas Levín, de terceras la vi salir sola, a la cuarta Xana, pero no estaba ya y a la quinta fue Levín el encargado de localizarla y ponerla; esta vez dio la cara y pude tirar. Aitor estuvo para otro coto y echó dos arceas, pudiendo hacerse con una de ellas.







 

Sábado – sin lugar a dudas la mejor jornada de la temporada a arceas; algo que nos ha sorprendido bastante, con unas temperaturas totalmente veraniegas y con muchas zonas del monte que daban asco, vimos nueve o diez arceas (dudamos si una podía ser la misma) y otro par de ellas del tipo fantasma, que no vimos, pero que estamos seguros que por allí andaban. Es cierto, que cazamos separados, tocamos cinco cazaderos, algunos de ellos duros y que algunas eran viejas conocidas; pero hoy salieron las cosas de cara y finalmente conseguimos meter al morral siete arceas. Pepín gracias a su excelente puntería y al buen trabajo de Wolf, Sira e Ilco hizo el cupo y echó otras dos o tres; tenía dudas si una de ellas le había hecho una jugada rara o era otra distinta; fuese una o dos, no puedo tirar en ningún levante. Por otra parte, estuvimos cazando Aitor y un servidor, que pudimos descolgar cuatro arceas y dos posibles más, que no dieron la cara. La primera abatida por Aitor a muestra de Orange; al tercer levante, primero Levín y luego sola, hasta que finalmente pudimos verla bien. La segunda, de nuevo, mismos protagonistas, Aitor y Orange, un binomio que da buenos resultados. Luego acontecieron dos lances, donde no vimos la arcea, pero que los perros estaban muy fijos, por sus expresiones y como fueron resolviendo, nosotros interpretamos que acababan de levantar de allí; con una de ellas hubo una muestra en blanco más. Entrada la tarde, yo pude abatir una a muestra de Levín del segundo levante; porque en le primero no había estado el perro muy acertado, mostró, la arcea había pegado un pequeño vuelo, Levín siguió monteando hacia adelante y la arcea se levantó sola unos metros ladera arriba. La última captura de la jornada tuvo como protagonistas a Fabio y Bassucu a patrón; por fortuna, la arcea pudo ser abatida, tiramos ambos sin darnos cuenta, fue al unísono; al ver el uno al otro recoger la vaina, nos percatamos del posible bombazo que llevaría la arcea…y así fue.



Domingo – si ayer hacía calor, lo de hoy era insufrible; 20 grados a las nueve de la mañana. Cacé con Aitor y llevábamos a Cleo y Xana, que no están para meterles 8 horas a 20 grados; así que optamos por furaquear, no es la forma que más nos gusta de cazar, pero estamos convencidos efectiva y así no machacábamos tanto a las perras. La mañana fue bien y de cuatro zonas de distintos cazaderos que visitamos, cuatro arceas echamos. En el primer sitio, pronto Cleo comenzó a dar rastro y poco después, se quedó en muestra, Aitor cumplió y abatió la arcea cuando esta emprendía la huida unos metros por delante. En otro sitio, ambas perras mostraron, en blanco; primero Cleo y luego Xana; pero aneciamos por la zona, porque ninguna de las dos son de falsear y la arcea terminó dando la cara, la vi levantarse sola, sin opción al tiro; en la rebusca Cleo mostró y Aitor pudo hacerse con ella de un buen disparo. En la tercer esquina, también había una, pero esta sí que es de las que tenían prisa; fue posar un pie en el monte y escucho a Aitor decir “ahí va, ahí va…” Se levantó lejos de nosotros y tengo miedo que en este momento siga volando, porque cogió una altura y rumbo que cuidado. En torno al medio día, visitamos otro zona querenciosa que no defraudó; en esta ocasión, muestra de Xana; una larga guía, donde ya estaba Cleo también; Aitor cubriendo por un lado y yo por otro; todo hacía indicar que esta iba al chaleco y tururú corneta😉 les hizo una pirula a las perras, que cuando ellas reaccionaron y nosotros nos dimos cuenta que el desenlace no iba ser el mismo que habíamos imaginado, sale la arcea en dirección contraria y tapada. En la rebusca ponen ambas perras, llegamos a ellas, pero la arcea ya no estaba y no volvimos a dar con ella. Por la tarde tocamos otro par de zonas querenciosas, pero no tocamos ni rastro y las perras ya estaban bastante fundidas; fue una jornada dura para ellas; muchísimo calor durante todo el día. Pepín hoy cazaba en otro coto, en compañía de otro socio, con el cual comparte ocasionalmente alguna jornada y también estuvieron entretenidos; echaron cuatro arceas, pero a diferencia de nosotros, ellos si son dos excelentes tiradores y las cuatro a tierra. Cerramos un excelente fin de semana, viendo a que alturas de la temporada estamos y que días de calor hizo, muy contentos.

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