lunes, 10 de febrero de 2020

SEMANA 06


Jueves ahora ya sí que encarrilamos los últimos coletazos de la presente temporada. Decidimos ir en busca de un par de arceas de las que habíamos dejado la semana pasada y ni rastro de ellas. Luego cazamos otro par de cazaderos y nada de nada, si es cierto, que en ambos los perros tocaron rastros de arcea; sobre todo en uno de ellos, que llegamos a tener a Cleo y Xana en dos ocasiones en muestra, pero no vimos la arcea. Un día de mucho calor, duro para los perros y en mi opinión, asqueroso para cazar la arcea…



Sábado – jornada más entretenida que la del jueves, donde pudimos disfrutar de algunos lances y pegar algún tiro. Por la mañana Pepín echó una arcea en varias ocasiones pero sin opción al tiro, mientras tanto Aitor y yo estuvimos detrás de un par de ellas en otra zona. La primera la puso Orange, pero ya se había ido. En la rebusca salió sola unos cuantos metros por delante de nosotros, sin dar opción ni a perros, ni a nosotros; no hubo forma de dar con ella de nuevo. Más entrada la mañana Orange localiza otra arcea, que anda bastante ligera, aunque Fabio realiza una guía perfecta y resuelve, pero Aitor no consigue hacerse con ella, estaba en una zona bastante cerrada y los tiros eran complicados, yo sólo la escuché levantar vuelo desde mi posición. De segundas puso Fabio, pero no le dio tiempo a tirar a mi compañero, de terceras pusieron padre e hijo, pero otra vez más no pudo ni encarar Aitor, pero yo la pude ver bastante lejos, esta vez apreté el gatillo…obviamente sin recompensa. A la cuarta se levantó sola sin opción, pero en el quinto levante se confundió y pude abatirla. Por la tarde me quedé en el coche ya que me encontraba bien, me había dado un pájara descomunal y estaba bastante flojo, así que a dormir la siesta mientras mis amigos daban una mano en otra zona que hacía un par de semanas habíamos dejado una arcea por allí. En esta ocasión se hicieron con ella, primero puso Orange, pero ya no estaba, de segundas fue Sira la encargada de ponerla, Pepín se hizo con ella. A última hora de la tarde Orange volvió a quedarse en muestra cuando retornaban al coche, pero la arcea no quiso morir a escasos minutos de cerrarse la veda y se la lio a Aitor, que a pesar de escucharla salir muy cerca, no pudo verla hasta que ya había cogido velocidad y distancia suficiente para complicar los disparos y libró la vida; esperamos volver a verla la próxima temporada 😉



Buen regalo de cumpleaños

Buena despedida

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