Jueves – ahora ya sí que encarrilamos los últimos
coletazos de la presente temporada. Decidimos ir en busca de un par de arceas
de las que habíamos dejado la semana pasada y ni rastro de ellas. Luego cazamos
otro par de cazaderos y nada de nada, si es cierto, que en ambos los perros
tocaron rastros de arcea; sobre todo en uno de ellos, que llegamos a tener a
Cleo y Xana en dos ocasiones en muestra, pero no vimos la arcea. Un día de
mucho calor, duro para los perros y en mi opinión, asqueroso para cazar la
arcea…
Sábado – jornada más
entretenida que la del jueves, donde pudimos disfrutar de algunos lances y pegar
algún tiro. Por la mañana Pepín echó una arcea en varias ocasiones pero sin
opción al tiro, mientras tanto Aitor y yo estuvimos detrás de un par de ellas
en otra zona. La primera la puso Orange, pero ya se había ido. En la rebusca salió
sola unos cuantos metros por delante de nosotros, sin dar opción ni a perros,
ni a nosotros; no hubo forma de dar con ella de nuevo. Más entrada la mañana Orange
localiza otra arcea, que anda bastante ligera, aunque Fabio realiza una guía
perfecta y resuelve, pero Aitor no consigue hacerse con ella, estaba en una
zona bastante cerrada y los tiros eran complicados, yo sólo la escuché levantar
vuelo desde mi posición. De segundas puso Fabio, pero no le dio tiempo a tirar
a mi compañero, de terceras pusieron padre e hijo, pero otra vez más no pudo ni
encarar Aitor, pero yo la pude ver bastante lejos, esta vez apreté el gatillo…obviamente
sin recompensa. A la cuarta se levantó sola sin opción, pero en el quinto
levante se confundió y pude abatirla. Por la tarde me quedé en el coche ya que
me encontraba bien, me había dado un pájara descomunal y estaba bastante flojo,
así que a dormir la siesta mientras mis amigos daban una mano en otra zona que
hacía un par de semanas habíamos dejado una arcea por allí. En esta ocasión se
hicieron con ella, primero puso Orange, pero ya no estaba, de segundas fue Sira
la encargada de ponerla, Pepín se hizo con ella. A última hora de la tarde
Orange volvió a quedarse en muestra cuando retornaban al coche, pero la arcea
no quiso morir a escasos minutos de cerrarse la veda y se la lio a Aitor, que a
pesar de escucharla salir muy cerca, no pudo verla hasta que ya había cogido
velocidad y distancia suficiente para complicar los disparos y libró la vida;
esperamos volver a verla la próxima temporada 😉
Buen regalo de cumpleaños |
Buena despedida |
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