Una temporada más,
que llega a su fin; una temporada, como todo el mundo la llama, “atípica”.
Cierto es, ha sido atípica, porque es la primera vez que hemos tenido que
convivir con una pandemia y, por lo tanto, con las restricciones y
recomendaciones, ligadas a esta situación. Nosotros nos sentimos afortunados
porque hemos podido cazar, viendo cómo se planteaba la situación a finales de octubre,
inmersos en la segunda ola de la pandemia, todo hacía presagiar que este año
los perros en la perrera, y las escopetas en el armero. Afortunadamente nuestra
Comunidad Autónoma, nos permitió desarrollar la actividad cinegética dentro del
territorio asturiano, sin grandes restricciones de movilidad y dando unas
recomendaciones de sentido común. Desde aquí quiero enviar un mensaje de ánimo
a todos aquellos cazadores de otras Comunidades Autónomas que no hallan podido
cazar esta temporada.
Entrando ya en
materia cinegética, la temporada ha estado condicionado por la imposibilidad de
cruzar el puerto hacia Castilla, lo que ha hecho que las primeras salidas del
año, que dedicamos más a la perdiz en la montaña leonesa, se dedicasen a realizar
instrucción por los montes asturianos en busca de alguna arcea tempranera,
consiguiendo hacernos con dos arceas en octubre, las que vimos. Durante noviembre
estuvimos alternando un poco jornadas tras perdices y arceas; tanto unas, como
otras…a cuenta gotas. Hasta finales de mes no comenzamos a ver arceas con
cierta normalidad. De ahí en adelante, un poco de todo, días más entretenidos y
días más aburridos; pero casi siempre con avistamientos de arceas. Una
temporada que a nuestro entender ha sido regular en densidad de arceas en
nuestros cotos; pero que la hemos hecho buena; gracias a la excelente proporción
de acierto con la escopeta, algo no habitual en Aitor y un servidor; obviamente
excluimos a Pepín de esta parte, él es un francotirador 😉
A cerca de los
perros, pues se nos avecina un cambio de ciclo inevitable, los años pasan, con
el consiguiente envejecimiento de la plantilla y esperamos poder afrontar el
futuro canino de la mejor forma posible. Esta temporada por parte de Pepín (el
mejor “armado caninamente” ahora mismo) le han brindado una excelente campaña
tanto Wolf, como Ilco, éste último se ha
consagrado como un gran perro de caza, y es titular indiscutible. Rubble también ha cerrado una buena temporada, con menos salidas en sus patas,
pero muy bien aprovechadas. La que este año se ha quedado un poco rezagada ha
sido Sira, la pobre ha sufrido la falta de la montaña
leonesa, excelente perdicera; este año las arceas se le han atragantado algo;
pero también aprueba el curso. Por parte de Aitor (quién más sufre el
envejecimiento de la plantilla) el veterano Orange ha cerrado una
excelente temporada y se ha ganado con creces, una buena jubilación. ¡Qué gran
perro! Cleo entre problemas
físicos y de salud, no ha aportado prácticamente nada este año, y su edad la
acerca más a la jubilación, que a una recuperación…pero ya veremos. Megan ha cerrado una buena campaña, ha trabajado muchísimo y se ha serenado,
con lo que este año nos ha aportado buenos lances. Fabio es un perro que está
en ese punto, que ha trabajado bien, puesto caza, realizado grandes cobros y
aportado buenos lances; pero quizás se esperaba un poco más de él. Y por mi
parte (estoy un poco entre ambos casos) aparentemente a Xana le puede quedar otro año a buen nivel, este año ha cerrado una excelente
temporada y muy bien físicamente para su edad, nos ha brindado numerosos
lances. Buena temporada también para Levín, trabajador
incansable y al igual que Megan, se ha serenado mucho con la caza, este año hemos
librado algún que otro clavo gracias a él. Bassucu, su segunda
temporada y con varias arceas puestas ya; le falta dar un pasito más…esperamos
que sea el próximo año. Gitana, aprobado sin más en su primera temporada,
no ha incordiado, ha mostrado algún caliente de arcea y ha ido mejorando su
patrón. Un plantel sin fenómenos, pero apañaos 😉
Pues con todo esto, cerramos
un periodo donde afortunadamente hemos podido disfrutar del monte, de los
perros y de los amigos; aunque con un círculo más estrecho por las
circunstancias. Este año sí que hemos echado de menos las tertulias con otros
cazadores en los habituales puntos de encuentro para desayunar y merendar; cambiamos
los bares por el termo y el pincho de casa, creemos que es lo que tocaba. Un
año más que nos lo hemos pasado muy bien, no nos hemos mancado y no tenemos que
lamentar ningún incidente; así que, si nos dejan y Dios quiere, el año que
viene más y mejor. ¡¡¡CUIDAROS!!!
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Percha variada...escasa, pero variada...
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De estos también hubo unos pocos...
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Xana y Bassucu con perdices
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Aitor asistiendo la muestra sobre agachadiza
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Postureo... |
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Desayuno en terraza
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Brindis Navideño
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También hubo merienda en terraza ;-)
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Día infernal de lluvia, pero con recompensa.
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Patirrojas asturianas.
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Calibre 20...
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Las últimas de la temporada.
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La primera de la temporada.
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