lunes, 28 de enero de 2013

SABADO 26 DE ENERO

Con Pepín al término de la jornada.
En años anteriores, este fin de semana hubiese sido el cierre de la temporada en Asturias, pero esta veda ha sido ampliada hasta el segundo domingo de febrero, así que ya entramos en la recta final de una temporada que para nosotros, ha sido mediocre tirando a mala.
Hoy nos reuníamos para desayunar, Alejandro, Toño, Pepín y un servidor, luego partimos para el coto y nos dividimos en tres cazaderos alejados y distintos; pero que dieron unos resultados muy parejos, en cuanto a becadas vistas. Alejandro echó cuatro y mató una; Toño echó otras cuatro y abatió dos, y nosotros echamos cuatro también y conseguimos hacernos con una.

Arcea cobrada por Alejandro.

La primera del día sólo la escuchamos levantarse, cuando llegaron las perras, Brisa y Lola, quedaron en muestra, pero ya la habíamos oído irse y no logramos volver a verla. La segunda la puso Lola, pero Pepín no le pudo tirar, de segundas la puso Brisa, pero salió muy pegada al suelo y tardé bastante en verla, cuando le pude tirar ya estaba lejos, aún así le envíe algo de plomo, pero sin fortuna y otra desaparecida. En esos momentos, Pepín y yo estábamos bastante lejos uno del otro; mientras yo intentaba localizar esta becada; a él le ponían otra los perros en un pinar, pero le salía lejos y tapada, sin opción de tiro. Y la última del día fue puesta por Brisa, y patroneada por Duque, aunque después de una breve guía, la arcea ya no estaba y mientras estábamos comentando que parece que damos con todas las licenciadas, vemos la arcea bajar como un misil ladera abajo, a gran altura y bastante alejada de nuestra posición; pero estos son los tiros que le encantan a mi amigo y su buena puntería no suelen defraudar, ¡¡menudo tiro!! y al suelo; dejamos que sea Klauss el que cobre la pieza y comenzamos el retorno al coche, que nos queda un buen rato aún; durante la vuelta no vemos nada más.
Tor y las dos arceas del día.


lunes, 21 de enero de 2013

SABADO 19 DE ENERO

El Narcea desbordado.
El sábado, haciendo caso omiso de las recomendaciones de los meteorólogos de quedarse en casa y evitar los desplazamientos, Pepín y yo, y algún loco más que había por el coto, nos fuimos al monte en busca de alguna arcea. Ya por la mañana, de camino, nos dimos cuenta que la carretera estaba algo “complicada”, varios desprendimientos, desbordamientos de ríos, etc… De hecho, más que de caza, hoy los comentarios en el bar desayunando estaban enfocados al estado de las carreteras y al maravilloso día que se presagiaba.
De todas formas la mañana no estuvo tan mal, apenas llovió, hasta las doce del medio día, aunque durante ese periodo de tiempo no conseguimos echar ninguna arcea, los perros cazaron bien y le dimos una buena mano al cazadero, pero sin rastro de becadas. Pepín logró abatir un torcaz, que fue la única pieza que vimos. Sobre las doce nos alcanzó la "ciclogénesis explosiva", lluvia, mucha lluvia, mucho viento, frío… inhumano para cazar, así que nos dirigimos al coche, buscamos un lugar para cambiarnos (un vecino de la zona nos dejó cambiarnos en su garaje) y para casita, con mucha precaución que la carretera estaba peor que por la mañana.
El domingo sin coto para cazar y con los huesos aún mojados, decidí quedarme en casa y ponerme al día con algunas tareas pendientes.

lunes, 14 de enero de 2013

SABADO 12 Y DOMINGO 13 DE ENERO

 Este sábado he estado cazando sólo, ya que Pepín se iba a León tras la patirrojas.  He cazado con Brisa, y el día estuvo bastante bien, aunque no logré colgar ninguna arcea. La mañana se animaba pronto cuando apenas llevaba media hora en el monte, Brisa localizaba la primera, en una ladera bastante cerrada de escobas, consigo llegar a la perra y me deleita con una serie de guías y muestras, hasta que al final se levanta la becada, pero sólo consigo escuchar su aleteo, y por más que la buscamos, desaparecida.  Más tarde, en un pinar, el collar de la perra de nuevo en muestra, llegó a ella y me coloco, y después de un rato la perra rompe la muestra, la arcea ya no estaba; y unos cincuenta metros por delante, de nuevo la misma jugada y para variar, otra que desaparece sin que logremos verla.
Cambio de cazadero, y en esta ocasión logro echar una que se deja ver, aunque lejos de mi y de la perra, se levantó de la orilla de un prao, que por cierto tenía minado de rastros, me adentro en el monte en el que se metió y después de un rato Brisa se queda en muestra, estoy cerca de ella, me coloco en frente suya, imaginando que está entre ambos; pero otra que ya no estaba, ¡pa variar! y con el mismo resultado final, desaparecida.  Como hoy había suelta en el coto, y estaba en una zona cercana, de regreso, antes de irme para casa, paré por la zona y dediqué las últimas dos horas de luz del día a dicho menester.  Con la suerte de poder matar una faisana, para poner punto y final a la jornada, en la cual la nieve ya hacía acto de presencia a última hora.

El domingo fui de acompañante con Pepín, como no tengo donde carzar, pues cambie la escopeta por la cachaba, y me lleve al joven Klauss. Un día infernal climatológicamente hablando, vamos…de los que o te puede este vicio de la caza de la arcea, o te quedas en la camita. A nosotros nos puede el vicio…¡jejejeje! Echamos dos arceas y mi buen amigo consiguió abatir ambas; la primera para recordar por la dificultad del lance. De primeras fue mostrada por Lola, pero salió sin dar opción de tiro, y en la rebusca fue mostrada por Klauss, salió rabiada y fue abatida de un segundo magistral tiro y un cobro realizado por Lola, para quietarse el sombreo. Y hasta casi el final de la jornada no vimos nada más, pero cerca del coche en una eucaliptera bastante limpia, tanto Kasín, como Lola comenzaron a dar algo de rastro y unos cuantos metros por delante se levantaba una arcea como un misil, pero fue interceptada por otro buen disparo de mi amigo.

Lo dicho; un día infernal para cazar, pero en el cual obtuvimos una buena recompensa y particularmente, muy contento por haber presenciado la primera muestra de Klauss a una arcea a sus 7 meses, esperemos que sea la primera de muchas…

martes, 8 de enero de 2013

SABADO 5 Y LUNES 7 DE ENERO

Toño con Tor y Mía.
 Este fin de semana largo, en el cual hemos cazado sábado y lunes, podemos compararlo con la cara y cruz de una misma moneda. El sábado no acertamos con el cazadero, no vimos ni una, sólo una muestra de Lola, a la cual llegó asistir mi compañero Pepín, pero no había nada; yo en la lejanía escuchaba el collar electrónico y esperaba con ilusión escuchar el posterior tiro, pero este no llegó. Y por más que rebuscó, no logró encontrarla, aunque estaba seguro de que una arcea andaba por allí. En cambio otros amigos nuestros en otros lotes del coto, consiguieron echar varias y hacerse con alguna; como por ejemplo Toño, que echó cuatro y logró colgar un par de ellas, y Alejandro, que movió tres y mató una.

 El lunes nos fuimos a conocer un cazadero, muy guapo, pero con el mismo resultado del sábado, cero patatero, así que decidimos cambiar de cazadero y a eso de la una y media ya estábamos en el monte de nuevo. Lo que cambian las cosas cuando tienes la suerte de acertar con el lugar adecuado, en apenas media hora el collar de Brisa estaba sonando, la echamos pero no le pude tirar, mientras tanto Pepín más de lo mismo con otra arcea, por otra riega paralela a donde estaba yo. Nos juntamos al final de las riegas y a la rebusca de ambas, y fantástica Lola, que nos encuentra una de ellas, corremos un buen rato, nos da tiempo a llegar, colocarnos y disfrutar del lance, la arcea le sale a Pepín que la abate de un rápido disparo, Brisa cobra y en busca de la otra. Esta vez es Brisa, la que nos hace sudar, nos colocamos y de nuevo mi amigo la abate, esta vez es Lola la encargada del cobro.
 
Buena jornada con Pepín.

Después de un buen rato, volvemos a echar otra arcea, esta se levanta sola, y cuando nos dirigimos en su busca, las perras se quedan en muestra con otra, ya no estaba, unos metros delante, la pone Lola, esta no aguanta, aunque logro dispararle un tiro, ya que el segundo picó el cartucho, no hay fortuna. De nuevo Lola, pero ya no está, otra vez más Lola y Kasín, pero se levanta muy por delante de ellos, y volvemos a echarla, pero se levanta sola y muy lejos, a criar…  Damos marcha atrás y vamos en busca de la que se había levantado sola a nuestras espaldas, Lola y Kasín se quedan en muestra y rápidamente se levanta la becada unos metros por delante, Pepín se encontraba relativamente cerca del lance y del segundo disparo la baja al suelo. Son casi las cinco de la tarde, nos vamos en dirección al coche, y en el último monte que tenemos, antes de llegar al coche, Brisa en muestra , no me da tiempo a colocarme bien y sale la arcea, que no le puedo tirar, al taparse tras un pino; y mientras estoy rezando en voz alta, Pepín ve como se levanta unos metros por delante otra. Vamos en su busca, esta vez todos los perros en muestra, cubrimos bien, y consigo abatir una, que ya me salía por la espalda, y mientras recargo se levanta la otra, que Pepín no puede ver y yo que la veo, no le puedo tirar.

La caza es así, lo que parecía otro día aburrido y sin echar becadas, se convirtió en una tarde entretenidísima y en la cual, casi logramos hacer el cupo de seis, para como nos va la temporada…  algo inimaginable. Por cierto, un día precioso para cazar, excelente trabajo de Lola y Brisa, y muy buena progresión de Kasín (Puskas de Villa Astur) que lo estaba haciendo muy bien últimamente, pero necesitaba un día de ver caza y hoy fue ese día.