Con Pepín al término de la jornada. |
En años anteriores, este fin de semana hubiese sido el
cierre de la temporada en Asturias, pero esta veda ha sido ampliada hasta el
segundo domingo de febrero, así que ya entramos en la recta final de una
temporada que para nosotros, ha sido mediocre tirando a mala.
Hoy nos reuníamos para desayunar, Alejandro, Toño,
Pepín y un servidor, luego partimos para el coto y nos dividimos en tres
cazaderos alejados y distintos; pero que dieron unos resultados muy
parejos, en cuanto a becadas vistas. Alejandro echó cuatro y mató una; Toño
echó otras cuatro y abatió dos, y nosotros echamos cuatro también y conseguimos hacernos con una.
Arcea cobrada por Alejandro. |
La primera del día sólo la escuchamos levantarse, cuando llegaron las perras, Brisa y Lola, quedaron en muestra, pero ya la habíamos oído irse y no logramos volver a verla. La segunda la puso Lola, pero Pepín no le pudo tirar, de segundas la puso Brisa, pero salió muy pegada al suelo y tardé bastante en verla, cuando le pude tirar ya estaba lejos, aún así le envíe algo de plomo, pero sin fortuna y otra desaparecida. En esos momentos, Pepín y yo estábamos bastante lejos uno del otro; mientras yo intentaba localizar esta becada; a él le ponían otra los perros en un pinar, pero le salía lejos y tapada, sin opción de tiro. Y la última del día fue puesta por Brisa, y patroneada por Duque, aunque después de una breve guía, la arcea ya no estaba y mientras estábamos comentando que parece que damos con todas las licenciadas, vemos la arcea bajar como un misil ladera abajo, a gran altura y bastante alejada de nuestra posición; pero estos son los tiros que le encantan a mi amigo y su buena puntería no suelen defraudar, ¡¡menudo tiro!! y al suelo; dejamos que sea Klauss el que cobre la pieza y comenzamos el retorno al coche, que nos queda un buen rato aún; durante la vuelta no vemos nada más.
Tor y las dos arceas del día. |