Con Benito y los protagonistas de la jornada, Brisa y su hijo Rocky. |
Martes; Benito y
yo nos fuimos al bosque en busca del regalo de Reyes más preciado… en esta
ocasión Pepín no pudo acompañarnos, obligaciones familiares, como es lógico
teniendo niños. De todas formas hoy no se ha perdido gran cosa, sólo hemos visto una arcea, si bien es cierto que nos ha dado mucho
juego con cinco levantes, unos cuantos
tiros y una horita muy entretenida. Al poco tiempo de adentrarnos en un pequeño
pinar me parece escuchar el aleteo de una arcea al levantarse e intuyo su
sombra, aviso a Benito y poco después se queda en muestra Brisa confirmando mi
sospecha, vamos en su busca y Sol da mucho rastro y una leve muestra en una
zona donde podía haber estado; seguimos su busca y después de un buen rato el
collar de Brisa comienza a sonar, me acerco a ella y Benito se queda un poco
más adelantado, llega Sol y Odín y al revolver por la zona se levanta, sale
como una pita entre los perros, e inexplicablemente me la trago
(inexplicablemente no…me quedé atontado mirando para ella, y los tiros todos
bajos) le pasa por delante a Benito y también falla sus dos tiros; nos
descojonamos de lo que acabamos de fallar ¡increíble! Vamos en su busca y Rocky
se queda en muestra, Benito me avisa aunque no da crédito y tiene dudas, pero
la tiene y se levanta de nuevo muy franca, él se la traga y yo desde mi
posición algo más alejada también, ahora las risas anteriores se convierten en
cagamentos y rezos en hebreo; fallar la primera arcea que pone un cachorro es
algo que a todos nos jode un montón. Afortunadamente de nuevo la pone Rocky y
esta vez consigo abatirla. Un día especial, ya que Rocky de La Biesca, hijo de
Brisa, ha puesto su primera arcea, en dos ocasiones con la consiguiente alegría
para su dueño Benito. Era cuestión de tiempo, ya patroneó varias, había
mostrado un par de calientes y hoy una becada, un perro con una excelente
nariz; esperemos que sea la primera de muchas. También su hermano Cares de La
Biesca y propiedad de Raúl Martínez, ha puesto ya alguna por los montes de
Colunga. Espero que poco a poco el resto vayan haciendo lo mismo…y si no es
mucho pedir el mío, que no tarde mucho ;-)
De retirada... |
Sábado; esta jornada
se presentaba nefasta… Brisa y Lola en casa para darles descanso para el
domingo que tenemos una cacería en la Reserva Piloña, Xana aún sigue de baja,
así que me fui sólo con Odín. Pepín se llevó a Kasín, su hija Sell y un joven
setter para probarlo, sigue buscando algún perro que le convenza, pero de
momento no hay suerte. Entre los cuatro perros no habían puesto media docena
arceas, así que pasó lo que tenía que pasar… un cerito. Y de lo malo echamos un
par de arceas, una ni tirar y la otra cagada de los perros y un tiro difícil de
Pepín que no tuvo fortuna. Benito estuvo en otro cazadero y no vio nada, por la
tarde estuvimos juntos y cero patatero. Un mal día, aunque
previsible.
Domingo; nos juntamos una cuadrilla para disfrutar de una cacería que nos tocó
en el sorteo de Consejería en la Reserva Regional de Piloña, lote Degoes. Las
expectativas no eran muy esperanzadoras, puesto que no está siendo un año bueno
por la zona, pero es una reserva y nunca se sabe. Finalmente tuvimos un día muy
entretenido y donde todos tuvimos encuentros con las arceas y conseguimos hacer
el cupo; si bien es cierto que el día de orbayu y niebla deslució mucho la
jornada y no se pudo disfrutar del maravilloso entorno. Estuvimos en dos zonas
del lote y se echaron un total de quince arceas, pudiendo hacernos con seis
ejemplares. Nos repartimos en parejas y cada una se hizo con dos arceas;
Laureano y Marcos, Benito y Fran. Pepín y yo echamos seis arceas, la 1ª fue puesta
por Brisa y abatida por Pepín de un formidable disparo. La 2ª mostrada por
Lola, pero sólo la escuchamos salir. Y por la tarde se dio un bonito lance
donde acudimos al collar de Brisa y una vez colocados salieron tres arceas, una
a nuestras espaldas que tiró Pepín, otra varios metros por delante de Brisa que
tiré yo y al tiro salió la tercera, que fue la que pude abatir. Luego nos
percatamos que Lola no estaba patroneando, sino que estaba poniendo la que
había salido por la espalda nuestra, la verdad que no salieron nada favorables
y por poco se van las tres de rositas. Estuvimos detrás de ellas un buen rato e
incluso echamos otra más, pero ya no nos dieron opción en el resto de los
lances, aunque nos tuvieron muy entretenidos. Marcos y Fran se hicieron con dos
cada uno.
Como anécdota de la jornada un lance en el que participaron
Laureano y el joven setter de, mi tocayo, Marcos, del cual no recuerdo su
nombre (Ari de L’Echo de La Fôret X Fany de Villa Astur). Nosotros tres (Pepín,
Marcos y yo) estábamos esperando ladera arriba a Laureano para dirigirnos hacia
los coches cuando un collar comenzó a sonar en un regato que cruzaba un prao
con alguna matuca de avellanos, era el cachorro de Marcos, no pensamos ninguno
que fuese a tener una arcea y además venía en esa dirección Laureano, que se
acercó al perro y en ese momento salió la arcea…pun, pin, pan y a criar… las
risas y el cachondeo os lo podéis imaginar, si bien es cierto que desde nuestra
posición alejada y elevada parecía que había sido un fallo garrafal, pero cuando
bajamos al lugar, ya parecía más complejo el disparo. Lástima por el cachorro y
por la mañana que le dimos a nuestro buen amigo ¡jejejeje!
Dar las gracias al guarda de Consejería, Francisco, que nos
ayudó mucho, nos llevó a zonas querenciosas y nos hizo de un excelente guía. ¡Gracias
Francisco!
Con Francisco, Fran, Laureano, Pepín, Marcos y Benito. |
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