lunes, 28 de noviembre de 2016

SEMANA 47



Sábado: por fin un bonito día para cazar, amanecía con una buena helada y un cielo totalmente despejado, y por fin, un día algo más entretenido de lo habitual, esperemos sigamos en esta dinámica. Movimos cuatro o cinco arceas, ya que no tenemos muy claro uno de los lances; conseguimos hacernos con tres, que pa la inutilidad que arrastramos con nosotros, es un logro. Pronto dimos con la primera, que ya se había volado, muestra de Brisa y Wolf, pero ya llevaba por allí un rato dando rastro Levín, que posteriormente la levantó si enterarse y a la tercera fue la vencida, pone Brisa y patronea Wolf, nos colocamos, sale y mi amigo la abate. Nos separamos y seguimos la ruta preestablecida, Wolf le pone otra a mi compañero, pero entre cruzar el río y que andaba un poco ligera, sale algo larga y tapada, un tiro y a criar, me avisa para que me acerque a la zona para intentar dar con ella entre ambos;  nos juntamos y al rato Brisa en muestra, pero nada, luego Wolf también, pero no hay forma de verla, ni de encontrarla de nuevo. Sobre medio día, mi compañero anda bastante fino y aprecia en la lejanía una arcea volando, a la vez que dejamos de escuchar el campano de Brisa, esta sí que andaba ligera ¡su madre! Vamos en su busca y después de un buen rato, Pepín observa a Soja (Soja de Piedrallada fichaje de última hora) que se queda en muestra, da un poco de rastro y vuelve a mostrar y de nuevo rastro, en ese mismo instante levanta el vuelo la arcea y es abatida con un excelente disparo de mi amigo, yo iba más arriba sólo escucho el disparo. Es aquí donde no tenemos claro si era la que estábamos buscando u otra, ya que unos cincuenta metros por delante, de nuevo los perros se quedan en muestra, Wolf, Soja y Brisa, pero no vemos nada, así que nos quedamos con la duda si eran dos o la misma. El resto de la jornada trascurrió sin pena ni gloria, salvo una carrerita a una muestra de Levín, que resultó ser un pajarucu, estamos en esa edad, que tanto ponemos una arcea, como un chis…pero por si es lo primero hay que atender ¡jejeje! A última hora de la tarde, tuvimos otro encuentro con una dama, esta vez puso Lola, pero no estaba, había rastros, pero la arcea no se dejó ver; más tarde el collar de Brisa estuvo sonando un buen rato en un escobal, pero ni pude adentrarme, ni la vi salir, después de un rato, la perra de nuevo se quedó en muestra en un sendero y la arcea salió unos metros por delante de la orilla de un prao que estaba contiguo al sendero, afortunadamente ahí le pude tirar y buen cobro de Brisa, ya que cayó en un buen matu.


Domingo: buen día para cazar y jornada, de nuevo, entretenida…aunque esta vez sin recompensa. Hemos echado tres arceas, vistas dos, la tercera sólo dejaba mierda, pero no hubo forma de verle ni una pluma. La primera fue puesta por Xana y se unió a ella Bimba, pero en cuanto logré llegar a ellas, ya me di cuenta que no iba poder tirar y Tino estaba muy alejado para poder llegar a la muestra, y así fue, salió y ni encarar. Luego tres muestras más de las perras, pero siempre sin verla. A media mañana, Xana y Bimba, localizaron otra, esta vez todo parecía estar de cara, estábamos bien colocados, pero la arcea escogió la salida menos probable, Tino le pudo tirar un par de tiros, pero no hubo fortuna. Posteriormente la puso Bimba, ya no estaba y luego Xana con el mismo resultado. Y a medio día, estuvimos detrás de una, que si no es por la mierda, bien podía haber sido un gamusino,  a pesar del excelente trabajo de Xana y Bimba, las tres veces que la pusieron, nada de nada… Lástima por ellas, que hoy han cazado muy bien y no han podido morder.

lunes, 21 de noviembre de 2016

SEMANA 46



Martes: primera jornada de caza compartida con Tino de la presente temporada, en esta ocasión nos hemos desplazado hasta Cantabria para ver si había forma de hacernos con alguna sorda. La climatología acompañó y la fortuna estuvo también de cara, a pesar que el lance fue un poco pachanguero. Las perras dieron algo de rastro en un claro del bosque y unos metros por delante salió la arcea, le tiré un par de tiros un tanto a bulto, ya que el sol estaba de cara y la arcea se tapaba tras unos robles, mientras recogía las vainas de los cartuchos… Brisa apareció con la sorda, sorpresa porque no tenía nada claro el desenlace. El resto del día soló vimos unos rastros de pasteo.


Jueves: cada día que pasa me engancha más esto de las perdices en montaña, aunque cada día que pasa menos las entiendo, hoy ni verlas. Y estas no son migratorias que se van o llegan…¿dónde se meterán? Creo que eché un bando, aunque debieron volarse antes de tener las perras en muestra, en la rebusca nada de nada. A pesar que mientras intentaba dar con las de calcetines rojos, me encontré con una de pico largo, que pa que nos vamos a engañar…me alegró bastante la mañana, primero por echar algo y segundo porque la puso (brevemente) el joven Levín, afortunadamente se la abatí. Por la tarde cambié de tercio y me metí entre los robles, sólo eché una pitorra, ahora sí, dio mucho juego, siete levantes en los cuales participaron todos los perros. El primer levante extraordinario trabajo de Xana y finalmente se unió Levín a la muestra, salió larga y tapada, sin tirar. En la rebusca estuvo fina Brisa y la puso, también se unió Levín, esta vez ya no estaba; después ambas perras, tampoco estaba. A continuación Levín, y esta vez, la única que me dio opción al tiro, me la comí. Luego Xana, sólo escucharla salir. El sexto fue el lance que más me prestó, porque observé a la perfección como la trabajó Levín, puesto, guía, puesto, da rastro, rebusca y de nuevo bloquea, lo que pasa que ella sabe latín y él está en prácticas, la vi salir muy por delante, sin opción al tiro. Y por último la escuché levantarse sola entre unas escobas. No hubo forma de hacerse con ella, pero contento con Levín y la verdad, que esta pitorra me hizo pasar una buena tarde.


Sábado: una mala jornada, donde no conseguimos hacernos con ninguna arcea y para rematar, mi compañero tuvo que irse dejando dos perros en el monte, afortunadamente se recuperaron al día siguiente. Por la mañana estuvimos juntos en un cazadero donde creemos haber echado una al comenzar, pero no la vimos, aunque por el comportamiento de los perros, allí había estado, pero no conseguimos volver a echarla. Sobre medio día dimos con otra, a Pepín le pareció haber escuchado el aleteo de una arcea al levantarse, la posterior muestra de Wolf cuando llegó a la zona se lo confirmó; me avisó por radio y seguimos en la dirección que intuyó mi compañero. Luego desconocemos muy bien que pasó, algún perro estaba en el ajo pero no sabemos muy bien que aconteció, hay algún fichaje nuevo y además esta arcea andaba ligera, así que a saber…el caso es que cuando me doy cuenta veo que la tengo al lado, pum, pum, pum y a criar. Últimamente con estas arceas que vienen hacía mí, se me están atragantando. Aviso a Pepín y vamos en su busca, pero sin fortuna. A las dos yo me tenía que ir y mi amigo cambió de cazadero, por la tarde vio rastros de un par de arceas, pero sin conseguir verlas. Menos mal que aparecieron los perros, la temporada no va nada bien para nosotros y sólo hacía falta perder algún perro para rematar.


Domingo: otro año más he recibido una invitación cortesía de José Luis y Noel para poder compartir una jornada de caza en compañía de mi buen amigo Fran, ¡gracias señores! Desgraciadamente hoy la climatología no acompañó nada, de nada en la montaña, lluvia incesante, niebla y viento; una mezcla estupenda ;-) Aun así pateamos monte y tocamos rastros de un par de bandos de perdices, uno de ellos apostaría que se levantó minutos antes. Buen trabajo de los perros un día más, pero sin recompensa final.