Jueves: el día
prometía, ya que hoy pronto sonó el collar de Brisa y tuve que apurar el paso,
cuando llegué a ella me la encontré de cara a mi tumbada, cuando estaba
esperando que botase la arcea, rompe la muestra y comienza la rebusca, mientras
observo que tenía la zona llena de rastros muy frescos; vuelve a sonar el
collar de la perra a unos cincuenta metros de la posición original, llego a
ella, comienza guiar y de repente lo deja, tal cual la arcea acabase de levantarse
de ese sitio. En ese momento llega también Levín y ambos remueven la zona, está
claro que esta vez ya se había alejado un poco más. Dirijo los perros hacia
donde me parece que puede haber ido y dejo un par de rincones algo más alejados
para mirar cuando regrese hacia el coche más tarde, por si no la encuentro en
la zona a la que me encamino. Obviamente no la encuentro y mientras tanto dan
cuenta de ella otro par de cazadores que llegaron a la zona un rato más tarde.
Durante el resto de la jornada ni rastro.
Estos vientos del Oeste han frenado en seco las buenas
sensaciones que teníamos hasta el momento. Veremos que acontece con la climatología
en los próximos días.
Sábado: hoy
compartí jornada con Toño en busca de alguna pitorra, pero parece que no hubo
movimiento por nuestra zona, puesto que sólo echamos la misma que la semana
anterior, aunque en esta ocasión si se dejó ver. Hubo que apretar ladera arriba
para llegar a la muestra de Xana, justo cuando estaba llegando, se incorporó al
lance Suzuki, que se quedó a patrón, lástima que la arcea decidiese salir antes
de que Toño pudiese llegar para echarme una mano, porque no me veo yo muy fino
con el arma este año…vamos que no cayó, salió algo tapaduca, un tiro y a criar.
Luego tuvimos los perros en muestra un par de veces más, pero ya no se dejó
ver.
Domingo: regresamos
a la montaña, la nieve ya se ha quitado, pero ha hecho su función y las
perdices se han movido. Rastros por todas partes, donde hace 10 días no se veía
una cagada. Hemos pasado un día entretenido pero con final agridulce, puesto
que no hemos conseguido abatir ninguna pieza, a pesar de mover tres bandos de
perdices, algunas perdices sueltas y una pitorra. Buen trabajo de los perros, en
particular de Wolf, que nos puso dos bandos de perdices, uno de ellos muy bien
trabajado y también puso una arcea que se tragó un servidor. Aunque antes de
esa arcea, le fallé una perdiz que se quedó rezagada de un bando a Bimba, que
no tiene perdón de Dios, creo que vi cómo me guiñaba un ojo después de cargarme
en el cañón de la escopeta L
¡qué rabia! Sobre todo por la perruca, que lo había hecho de cine.
El resumen de la semana en una imagen ;-) |
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