Martes: primera
jornada de caza compartida con Tino de la presente temporada, en esta ocasión
nos hemos desplazado hasta Cantabria para ver si había forma de hacernos con
alguna sorda. La climatología acompañó y la fortuna estuvo también de cara, a
pesar que el lance fue un poco pachanguero. Las perras dieron algo de rastro en
un claro del bosque y unos metros por delante salió la arcea, le tiré un par de
tiros un tanto a bulto, ya que el sol estaba de cara y la arcea se tapaba tras
unos robles, mientras recogía las vainas de los cartuchos… Brisa apareció con
la sorda, sorpresa porque no tenía nada claro el desenlace. El resto del día
soló vimos unos rastros de pasteo.
Jueves: cada día
que pasa me engancha más esto de las perdices en montaña, aunque cada día que
pasa menos las entiendo, hoy ni verlas. Y estas no son migratorias que se van o
llegan…¿dónde se meterán? Creo que eché un bando, aunque debieron volarse antes
de tener las perras en muestra, en la rebusca nada de nada. A pesar que mientras
intentaba dar con las de calcetines rojos, me encontré con una de pico largo,
que pa que nos vamos a engañar…me alegró bastante la mañana, primero por echar
algo y segundo porque la puso (brevemente) el joven Levín, afortunadamente se
la abatí. Por la tarde cambié de tercio y me metí entre los robles, sólo eché
una pitorra, ahora sí, dio mucho juego, siete levantes en los cuales
participaron todos los perros. El primer levante extraordinario trabajo de Xana
y finalmente se unió Levín a la muestra, salió larga y tapada, sin tirar. En la
rebusca estuvo fina Brisa y la puso, también se unió Levín, esta vez ya no
estaba; después ambas perras, tampoco estaba. A continuación Levín, y esta vez,
la única que me dio opción al tiro, me la comí. Luego Xana, sólo escucharla
salir. El sexto fue el lance que más me prestó, porque observé a la perfección
como la trabajó Levín, puesto, guía, puesto, da rastro, rebusca y de nuevo
bloquea, lo que pasa que ella sabe latín y él está en prácticas, la vi salir
muy por delante, sin opción al tiro. Y por último la escuché levantarse sola
entre unas escobas. No hubo forma de hacerse con ella, pero contento con Levín
y la verdad, que esta pitorra me hizo pasar una buena tarde.
Sábado: una mala
jornada, donde no conseguimos hacernos con ninguna arcea y para rematar, mi
compañero tuvo que irse dejando dos perros en el monte, afortunadamente se
recuperaron al día siguiente. Por la mañana estuvimos juntos en un cazadero
donde creemos haber echado una al comenzar, pero no la vimos, aunque por el
comportamiento de los perros, allí había estado, pero no conseguimos volver a
echarla. Sobre medio día dimos con otra, a Pepín le pareció haber escuchado el
aleteo de una arcea al levantarse, la posterior muestra de Wolf cuando llegó a
la zona se lo confirmó; me avisó por radio y seguimos en la dirección que
intuyó mi compañero. Luego desconocemos muy bien que pasó, algún perro estaba
en el ajo pero no sabemos muy bien que aconteció, hay algún fichaje nuevo y
además esta arcea andaba ligera, así que a saber…el caso es que cuando me doy
cuenta veo que la tengo al lado, pum, pum, pum y a criar. Últimamente con estas
arceas que vienen hacía mí, se me están atragantando. Aviso a Pepín y vamos en
su busca, pero sin fortuna. A las dos yo me tenía que ir y mi amigo cambió de
cazadero, por la tarde vio rastros de un par de arceas, pero sin conseguir
verlas. Menos mal que aparecieron los perros, la temporada no va nada bien para
nosotros y sólo hacía falta perder algún perro para rematar.
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