Domingo: después
de una semana de mucho trabajar y poco cazar, cogimos la jornada con ganas; aunque
ganas había, las cosas no salieron a pedir de boca… Relativamente pronto el
collar de Brisa comenzó a sonar, yo estaba bastante alejado y el terreno no era
precisamente favorable, no llegué a tiempo y tampoco vi nada, pero tanto Brisa
como Xana insistieron mucho por la zona, así que todo me hacía presagiar que
una arcea había estado recientemente por la zona. Seguí ruta y no mucho más
tarde, en la dirección que me dirigía, comencé a escuchar unos collares de
perros en muestra y un tiro seguidamente, alguien había sido más afortunado que
yo ¡jejeje! Seguí cazando y hasta bien entrada la mañana, no vi ni rastro,
luego las perras tocaron un rastro bastante reciente y minutos después localizaron
la arcea, ambas perras en muestra, pero en este caso la inexperiencia del joven
Levín, me perjudicó, ya que las perras guiaron adentrándose en una mata de escayos
bastante cerrada y el perro decidió que ya habría el paso para ellas y la arcea
salió sin darme tiempo a colocarme, escuché el plaplapla y cuando logré verla,
había puesto mucha distancia de por medio. En la rebusca no hubo fortuna y
además me encontré con otro cazador que también estaba por la zona donde me
parecía que igual estaba la arcea; él y sus perros estuvieron más finos que yo,
e imagino que se hizo con ella, al menos los collares en muestra sonaron y acompañaron
un par de tiros. Decidí dirigirme al coche, cambiar de zona y sacar un poco a
Bimba, junto con Levín y dejar a Brisa y Xana en remolque. Sin tardar mucho
Levín me puso una arcea, curioso lance, porque el perro pasó cerca de la arcea
al bajar, cuando subía se quedó puesto mirando para mí, yo no tenía muy claro que
estaba haciendo el perro, había pasado hacía cinco minutos por allí (imagino que minutos después lo pensaría Levín de mi),
hasta que sale una arcea como un misil frente a mí, pum, pum, pum y a criar
¡Dios mío! ¡qué año llevo! Bueno vamos en su busca y cuando ya la daba por
perdida, Bimba muestra y prácticamente a la vez, levanta el vuelo la arcea un
par de metros por delante de la perra, la fortuna estuvo de mi lado, ya que
desde mi posición observé la jugada y pude disparar, cayendo la arcea en el
segundo tiro y excelente cobro de Levín, ya que la arcea cayó en un buen matu.
Me pareció una buena forma de cerrar el domingo, otro día más y mejor ;-)
No hay comentarios:
Publicar un comentario