lunes, 4 de diciembre de 2017

SEMANA 48



Jueves: llegó el invierno, por fin la nieve hace acto de presencia en las cumbres y tanto la lluvia como el frío, nos acompañaron en la jornada de caza de hoy. La jornada comenzaba animada, ya que prácticamente nada más entrar en el cazadero el collar de Buck de Castriello comenzaba a sonar y Aitor conseguía descolgar la primera del día, que resultaría ser la primera y la última ¡jejeje! Hoy cazamos en compañía de Víctor y sus setters Buck y Diana. La segunda no se hizo de rogar mucho, otra vez fue Buck el encargado de dar con ella, pero esta no se dejó arrimar; de segundas pusieron Levín, Cleo y Brisa, pero no estaba. Luego fue Buck de nuevo el que puso, cuando nos dirigíamos a el, se levantó a un metro mío pero tapada, Víctor y Aitor pudieron tirarle, pero no hubo fortuna; en la rebusca nos la jugó y aunque Aitor pudo tirarle no dio en el blanco y tampoco fuimos capaces de volver a echarla. A eso de medio día, dimos con la loca del coto, varios levantes, algún tiro que otro, pero salió victoriosa de todos los encuentros, nos aburrió… Y ya por la tarde dimos con otras dos, la primera tenía bastantes rastros en la zona, pero ya no estaba en el sitio; aunque pronto la localizó Buck, cuando íbamos en la dirección del sonido del collar, ya venía la arcea, en esta ocasión a mi encuentro, pero me la comí con patatinas, tres tiros y a criar; Aitor y Víctor les pasó fuera de tiro y no conseguimos dar con ella de nuevo. Para cerrar la jornada Buck y Cleo, nos brindaron una nueva oportunidad, pero cuando no es el día…no es; y a pesar que Víctor y Airtor le pudieron tirar, no les salió muy franca y también libró. Otra jornada entretenida, aunque la percha no haya sido la deseada.



Sábado: comenzamos con diciembre, después de un buen noviembre, donde hubo una buena entrada de arceas y ha sido un mes entretenido, veremos que nos deparan estas semanas, porque las que se han matado ya no están y la verdad,  no apreciamos que los cazaderos repongan como parece ser que pasa en otras zonas, al menos esa es nuestra apreciación en la zona que cazamos. Hoy Pepín ha cazado un cazadero por la mañana, donde la joven Sira le ha puesto una arcea, como era de esperar, él no perdonó…pa indultar ya estoy yo ¡jejeje! Mientras Aitor y yo estábamos en otro sitio, donde echamos un par de arceas. La primera la puso Levín, pero no estuvimos finos y se nos escapó, algo de plomo pa asustar y poco más; no conseguimos volver a echarla. Con la segunda participaron todos los perros, la primera en ponernos en alerta fue Brisa, pero se unieron luego Orange, Vito y Levín, pero en esta ocasión ya se había ido; afortunadamente riega arriba la volvieron a localizar Vito y Orange, cuando emprendíamos camino hacia los perros, ya bajaba ella como un misil, del primero me la tragué y los otros dos tiros fueron pa allá si apuntar un pijo; menos mal que la descolgó el socio de un excelente segundo tiro cuando ya nos decía bye, bye; no menos espectacular el cobro de Orange. Luego nos juntamos los tres y cazamos otra zona, donde echamos un par de arceas. El collar de Vito comenzó a sonar, seguidamente el de Orange, pronto pude llegar, pero mientras llegaba Aitor, Bimba decidió que no era necesario patronear y levantó la arcea, que se tapó muy rápido, sólo pude tirar un par de tiros a tenazón al árbol que la tapaba, con los tiros se levantó otra en la dirección opuesta, a morir, pero entre la sorpresa y que no le pego a un hórreo volando se fue. Con esta última pronto dieron con ella Vito y Bimba,  de nuevo la indulté, un tiro y a criar, increíble lo que se acaba de ir. Menos mal que a la tercera fue la vencida y mereció la pena; como me decían Pepín y Aitor, a la postre. La puso Pirlo, su primera arcea bien puesta por el solo y en condiciones, afortunadamente pude abatirla de un disparo. La otra no fuimos capaces de dar con ella.

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