Jueves: jornada
amena la de hoy por tierras castellanas y a pesar que la niebla hizo que se
retrasase la hora de comienzo, finalmente tuvimos un espléndido día para cazar.
Echamos seis arceas, de las que cinco se vinieron para casa. La sexta
imposible, no nos dio opción ni a encargar la escopeta una sola vez, en los
siete levantes que le dimos; lo único bueno, que dio opción a ponerla a todos
los perros, Xana y Orange en varias ocasiones y otro par de veces, Fabio y
Levín. La primera, de las difuntas, se
la sacó de la manga Xana, que la fue a buscar a tomar pol culo, nos costó un
huevo dar con ella, apenas escuchábamos el collar; pero cuando la encontramos y
estaba tumbada (señal inequívoca de la perra, cuando la tiene a medio metro del
morro) nos colocamos y esperamos que fuesen llegando el resto del equipo
canino, que fueron patroneando y dejando a la arcea cumplir. Todo indicaba
lance perfecto…graso error pensar eso. Levanta vuelo la pitorra, se le echa
encima de Aitor, este tiene que recular y esperar para poder disparar, le tira
un tiro, parece que la toca, pero sigue, dobla el tiro, entonces la escopeta le
pica el cartucho, yo que ni había encarado pensando que la mataba él; cuando
quiero tirarle, tapada y un par de tiros a bulto. Podéis haceros una idea del
rosario de oraciones que salieron de nuestras bocas ¡jejeje! Vamos en su busca
y cuando llegamos a la zona que parecía la adecuada para que se hubiese tirado
la arcea, pronto se queda en muestra Orange, afortunadamente esta vez no pudo
huir; estaba muerta delante del perro. Segunda vez que nos pasa en apenas una
semana, ir a buscar una arcea que se nos va y la encontramos muerta. La segunda
fue localizada por Orange, aunque ya le había pegado un pequeño bote y fue Xana
quien finalmente la fijó, me salió muy franca y pude abatirla. La tercera nos
tuvo un rato entretenidos, pone Fabio, pero no estaba; luego escuchamos los
collares de Orange y Xana, cuando me dirigía a ellos, ya escucho los tiros de
Aitor; que le parece que va tocada; pero no la cobramos y tardamos en dar con
ella; esta vez Orange la bloquea a la perfección, pero mi compañero no tiene
fortuna con los disparos; seguimos en su busca y finalmente hace un pequeño
apunte Fabio y Aitor ya ve la pitorra salir unos metros por delante, un disparo
y esta vez al morral. La cuarta la volvió localizar Xana, y de nuevo nos hizo
apretar el paso; cuando llegamos a ella y nos colocamos; la escuchamos
levantarse por nuestra espalda. De segundas la pone Xana y Levín, esta vez la
vemos un segundo, pero sin opción al tiro. De terceras, inexplicablemente,
cambio de comportamiento total por parte de la becada. Vuelve a ponerla Xana,
otra vez tumbada frente a una escoba; llegan el resto a patrón; nosotros colocados y
después de un rato esperando el desenlace, agoté paciencia y terminé por lanzar
la botella de Acuarius a la escoba para que botase; esta vez sí dio la cara y
pude abatirla. La quinta también necesitamos darle tres levantes para poder
apretar el gatillo. De primeras puso Orange y Levín, no estaba ya; de segundas
Xana, pero cuando nos acercábamos al sonido del collar, dejó se pitar y finalmente,
una vez más el veterano Orange, la bloqueó perfectamente y Aitor la pudo abatir
para poner punto y final a una buena jornada de caza.
Sábado: jornada
en la que nos volvíamos a juntar los tres y con buen resultado final. Por la
mañana estuvimos en un cazadero, donde echamos cuatro arceas y conseguimos
hacer nos con dos, más otra que Aitor dejó tocada, a muestra de Megan y Xana; pero
que fuimos incapaces de dar con ella, posiblemente el desnivel de la zona
hiciese que la arcea aún tocada, se desplazase más de lo que pensamos. Una corrió
a cuenta de Pepín, a muestra de Wolf y la otra a cuenta de Aitor, a muestra de
Xana. Por la tarde cambiamos de zona, nos repartimos el cazadero, por una parte
Aitor y yo, que movimos un par de arceas varias veces, pero fuimos incapaces de
encarar ni una sola vez la escopeta. Y eso que estuvimos detrás de ellas hasta
que la luz lo permitió; pero en esta ocasión nos ganaron la batalla. En la otra
parte del cazadero Pepín, se hizo con tres arceas, de cuatro vistas; esta intratable esta temporada…tanto él, como Wolf,
da igual que vayan a Reinas o Damas, no perdonan la vida a ninguna ¡qué bestias!
¡jejeje!
Domingo: hoy
la jornada tenía que ser reducida, una vueltina por la mañana de tres horucas, dentro
de lo que cabe, resultaron entretenidas. Seguimos sin encontrar el ñeru donde
se encuentran amontonadas, pero pa mi inutilidad, echando alguna…”Capitán
General” ¡jejeje! A los pocos minutos de adentrarnos en el bosque, el collar de
Brisa comenzó a sonar, pronto se unió a ella Levín, pero la arcea había puesto
metros por delante y salió bastante larga y tapada; aunque le tiré un tiro,
para probar suerte…que no hubo. Luego la puso Levín, pero no llegue a la
muestra a tiempo y ya no conseguí volver a echarla. Puede que haya movido otra,
casi seguro, pero no llegué a ver nada. No llegué a la muestra de Levín, y
luego estuvo en muestra Brisa, pero tampoco vi nada…imagino que sería una de
las que tienen prisa. Al rato me encontré con un amigo y su compañero en el
monte; estaban liados detrás de otra; también de estas que tienen prisa
¡jejeje! Me invitaron a unirme a ellos para intentar localizarla entre todos y
el plan, afortunadamente, fue fructífero… Primero la puso Brisa, se unieron a
ella Pirlo y Levín, avisé a los compañeros, pero ya no estaba allí. Seguimos la
mano y después de un rato, Brisa hizo un pequeño apunte hacia un acebo, a la
vez que la arcea levantaba vuelo, pero yo estaba relativamente cerca y pude
abatirla. Esta arcea se la debo a Víctor y Samuel, gente maja que te puedes
encontrar por el monte.
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