viernes, 14 de diciembre de 2018

SEMANA 50



Martes: escapada hasta un coto de los que tiene la sociedad cántabra a la que pertenecemos, fabuloso día para cazar y el monte en estupenda apariencia para albergar sordas. Conseguimos echar una sorda en varias ocasiones, teniendo como protagonista a Levín, pero sólo una vez le pude tirar y no en buenas condiciones, claro está…libró. Otra que no dio la cara, una muestra muy firme de Vito y Fabio, Aitor la estaba viendo en el chaleco y al final ni la vio, porque ya no estaba y no fuimos capaces de dar con ella. Y otros rastros que tocaron, Basso y Menta, pero Laureano no consiguió tampoco echarla por la zona. Jornada tristona, pocas arceas y pocas oportunidades.

Jueves: jornada donde pudimos echar cuatro arceas y alguna perdiz; que pusieron colorido y variedad a las capturas del día. La primera arcea fue localizada y puesta por Xana, pero nos cogió lejos, tuvo que ir a buscarla en dirección contraria a donde nos dirigíamos, Aitor me avisó por walkie que escuchaba su collar lejos y se dirigía hacia el sonido, yo seguí sus indicaciones y también llegué a escucharla y poder acercarme al desenlace, que fue cojonudo…con tanto tiempo para pensar la arcea y poder posicionarse como quiso y viendo la zona donde estaba Xana, pues nos salió por la espalda y a unos 20 metros de la perra; no pudimos tirar y las otras dos veces que la pusieron los perros ya no estaba. La segunda fue puesta en dos ocasiones por Orange, pero sólo nos dejó la mierda y por más que movimos la zona, fuimos incapaces de volver a echarla. La tercera fue un bonito lance, de esos donde ves como se quedan los perros en muestra (no cuando acudes al sonido de los collares) más aún cuando son tres los perros que se participan en el lance; Levín y Orange muestran al mismo tiempo y Xana patronea; yo estoy muy bien colocado, Aitor estaba más alejado,  Levín guía un par de metros, vuelve a fijar y sale la arcea unos cinco metros por delante, un tiro y la abato. La cuarta nos dio mucha guerra, pero gracias a ella, pudimos hacernos con una perdiz también. Siete levantes, en el primero muestran Levín y Orange, pero ya no está; mientras tanto, comienza a sonar el collar de Xana, ella sí la tenía; pero cuando llegamos, la arcea nos la lía y no podemos tirarle. Luego se levanta sola; Aitor solo la escucha y ve su sombra. Vamos en su dirección, pone Levín, pero le quiere recortar distancia y la arcea levanta vuelo sin poder tirar. Ahora la vuelve a encontrar Levín, pero la fija Fabio, no llegamos bien, Aitor le tira larga pero no hay fortuna. Vamos en su busca y esta vez había salido del bosque hacía la sierra; pone Fabio, y sorpresa…lo que levanta vuelo es una perdiz, ¡pedazo de perdiz! Buen disparo de mi compañero que la abate, el resto salen largas sin posibilidad de tiro. Seguimos buscando la arcea y esta vez, sin apenas margen a la muestra de Orange y Fabio, que sólo hacen un pequeño apunte, levanta vuelo de nuevo, Aitor prueba suerte y dispara, pero no cae. Seguimos en su busca y por fin, la bloquean Fabio y Levín, estamos bien colocados y puedo tirarle, con la fortuna de acertar. Una arcea que dio mucho juego y opciones a todos los perros.

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