lunes, 23 de noviembre de 2020

SEMANA 47

Jueves

Jornada más típica de invierno, aunque aún con temperaturas muy suaves, pero al menos el cielo cubierto y con lluvia. Hoy pudimos disfrutar de algún lance, aunque el equipo canino de hoy no dio la talla. Por mi parte la lesión de Levín me está trastocando bastante “la alineación”, Bassucu aún no está para ser titular, pero no queda otra. Y por parte de Aitor, a Fabio le cuesta también dar ese paso con las arceas. Ambos demuestran mucha más solvencia en la montaña con las perdices… Aún así, la primera arcea de la jornada fue mostrada por ambos, pero no nos dio opción a acercarnos a la muestra de los perros y sólo pude tirar un tiro lejano y sin fortuna, ni en el tiro, ni en la rebusca. A media mañana estuvo en muestra Orange, había rastros de arcea, pero la arcea ya se había ido antes de llegar a poner el perro. Luego echamos otra nosotros, cuando digo nosotros, es nosotros…Aitor y un servidor, los perros haciendo el tonto por otro sitio. Fuimos en su busca y esta vez los perros sí que estaban por la zona donde intuimos que podía estar la arcea, no sabemos lo que aconteció (fijo que nada bueno) pero el caso es que la vio Aitor por el rabillo del ojo, escapando ya de la zona, pero un rápido tiro instintivo le cortó la escapada, un cobro difícil e imposible para los perros, ya que se quedó encolada en una cotoya, sin tocar suelo. Por la tarde cambiamos de sitio, y a Bassucu, Gitana y Orange, por Xana, Sansa y Cleo. A última hora de la tarde Xana quiso darnos otra oportunidad, pero todo quedó en una bonita estampa de la perra puesta, con Fabio y Cleo a patrón, pero no vimos pluma. Por la zona en la que aconteció el lance, parecía que la arcea le había ganado unos metros a la perra y volado sin que ella se enterase, dejándonos un regalito en forma de mierda 😉

 

 

 

 

 

 

Sábado

hoy cazamos por separado, Pepín en un cazadero; mientras Aitor y un servidor en otro. Él consiguió echar un par de arceas; una puesta por Ilko en un cerrado escobal, buen trabajo del perro hasta que la logró bloquear y Pepín cumplió su parte. La otra fue Wolf el encargado de ponerla y de nuevo el francotirador no falló. Por nuestra parte echamos una arcea, que no dio opción ni a los perros, ni a nosotros; sólo la escuché salir en una zona bastante cerrada de bosque, Aitor no pudo verla y no hubo forma de encontrarla en la rebusca. No tocamos ni un rastro más a pesar del buen trabajo, al menos aparentemente, de los perros. Hoy saqué a las jovenzuelas, Gitana y Sansa, que estaba claro que no iban a aportar mucho, pero en combinación con Megan y Fabio de Aitor; al menos no íbamos descalzos del todo; y lo dicho, aparentemente movieron bien el terreno. Pero no hubo suerte; quizás el cazadero no era el adecuado…o somos peores de lo que nos parece. La segunda mitad de la jornada decidimos salirnos del bosque y subir un poco a la sierra; tocamos rastros de dos banducos de perdices; con el primero no fuimos capaces de echarlas; con el segundo, después de un fantástico trabajo de Megan, Aitor pudo hacerse con una perdiz; aunque tuvimos que emplear tres cuartos de hora para poder meterla al morral; el desnivel y el terreno bastante sucio, hizo que la labor del cobro se complicase mucho, una verdadera alegría cuando finalmente Megan la cobró.

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo

Una jornada con la que ya ansiábamos…si bien la percha fue discreta, los perros nos dieron unos cuantos lances, aunque no podemos decir lo mismo de oportunidades las arceas; ya que estuvieron bastante “esquivas”. La primera mitad del día, tres arceas nos tuvieron entretenidos, pero no hicieron más que reírse de los perros (principalmente de Xana) y los perros casi nos revientan a nosotros (principalmente Xana, que parece que ayer rejuveneció), después de unas cuantas muestras y alguna que otra carrera, arriba y abajo…finalmente una se dejó acorralar por Xana, Orange y Bassucu, éste último fue quien resolvió y Aitor pudo abatirla. Por la tarde, cambiamos de cazadero y dimos con otras tres Damas; las del turno de tarde fueron un poco más mansas, no mucho, pero al menos dieron la cara. Una puesta por Orange, no estaba; de segundas puesta por Xana y cuando ya estaba a dos pasos de estar fuera del monte para poder tirar; sale en dirección contraria; no puedo tirar y Aitor que venía más atrás le tira, pero no hay fortuna y no la volvimos a echar. La segunda, de nuevo, pone Orange, le sale a Aitor, un par de tiros; se va…pero dejando pluma y Aitor convencido de haberla alcanzado en el segundo. Vamos en su busca; pone Orange, pero no estaba; unos metros más adelante vuelve a poner, Bassucu a patrón, pero después de un buen rato decide resolver (ante la mirada atónita del veterano)…entra en la mata de escobas y la cobra muerta. Para cerrar la tarde, Xana puso otra; sale tapada por un acebo, voy en su busca, la vuelvo a ver levantarse sola en la lejanía; sigo su trayectoria y esta vez se queda en muestra Bassucu, arranca la arcea, pudiendo hacerme con ella de un disparo y cobrando su recompensa el perro, para poner el broche final a una entretenida jornada de caza.

 

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