Miércoles - para hoy, día de Reyes, una vueltina rápida por la mañana y la verdad; que rápida y entretenida, poco más de tres horas; pero entretenidos detrás de un par de arceas. La primera fue un lance fugaz, porque llevábamos poco tiempo en el monte, los perros aún demasiado eufóricos y cuando menos lo esperas salta la becada; y eso pasó. Tres bombazos y menos mal que el de Aitor fue más certero que los dos míos; vamos al cobro y no la encontramos muerta, insistimos con los perros para cobrar y nada. Estaba lejos, pero a ambos nos parecía que había caído; nos entran las dudas, pero tampoco conseguimos volver a echarla viva. Algo raro aconteció, que no logramos entender, salvo que por la zona había otro cazador, que no vimos; pero si escuchamos los campanos de sus perros y quizás él...a saber. Al final de la mañana justo cuando ya dábamos la vuelta para retornar hacía el conche, Xana encuentra otra arcea, al llegar a la perra, levanta vuelo la arcea unos metros por delante y puedo hacerme con ella. En esta ocasión tenía mala escapatoria, porque Aitor estaba en la ladera de enfrente y la tenía también encañonada; buen cobro de Fabio. Con las mismas media vuelta y para casa, a ver si nos habían traído mucho carbón los Reyes Magos 😉
Jueves – jornada agridulce la de hoy; por un lado disfrutamos de varios lances tras tres arceas, con las que pudimos hacernos; pero por otro lado, tuvimos que finiquitar la jornada a medio día e irnos rápido con destino a la clínica veterinaria, porque Orange se puso malísimo; llegamos a temernos lo peor. Finalmente, no parece ser tan grave como pensábamos…aunque varios días ingresado, tratamiento para unas semanas y a cruzar los dedos; todo ello derivado de una infección. La jornada comenzó con una arcea puesta por el propio Orange, que nos la jugó al salir y no pudimos hacernos con ella; en la rebusca, fue localizada por Xana, que realizó un excelente trabajo y fue a ponerla, donde nunca nos hubiésemos imaginado que estaría y en esta ocasión, Aitor se pudo hacer con ella; buen cobro de Orange. La segunda fue puesta por Fabio, pero ya no estaba y en la rebusca, no sabemos muy bien quien fue el primero en encontrarla; pero padre e hijo (Orange y Fabio) la tenían y al mismo tiempo; Bassucu desde ladera abajo también estaba en muestra; esta vez me tocó a mí apretar el gatillo y Orange, de nuevo, el encargado del cobro. La tercera comenzamos con una muestra de Xana, en una zona con bastantes rastros, pero la arcea no estaba por allí; después de una buena rebusca por los alrededores; fue Bassucu quien la localizó, Aitor el ejecutor y el propio Bassucu, quien la cobró; un buen lance del aprendiz.
Sábado – hoy viaje de ida y vuelta al coto; nos lo temíamos…pero como tampoco teníamos mejor plan; fuimos a probar suerte, pero imposible cazar; no había un metro cuadrado del coto que no tuviese nieve. Un poco de charleta con otros cazadores conocidos del coto; que estaban en la misma situación que nosotros y pa casita todos.
Domingo – hoy podemos decir que la mañana estuvo bastante aburrida, no tocamos ni rastro hasta casi la una y aconteció lo normal en nosotros; pero que esta temporada no nos está pasando mucho. Pone Xana, pero cuando llegamos a ella; vemos que unos veinte metros por delante está Megan en muestra; vamos a Megan, nos sale la arcea como una pita y pim, pam, pum, pom y a criar. Cambiamos de zona, y por la tarde estuvimos más entretenidos; echamos tres arceas y nos hicimos con las tres; anduvimos mas finos con la puntería. La primera la puso Xana; cuando llegamos a ella, ya estaba el resto del equipo canino a patrón; sale la arcea, es abatida por Aitor y Bassucu quien cobra. La segunda corrió a cargo de Fabio, yo me pude hacer con ella y el propio Fabio la cobra. La tercera nos tuvo un poco más entretenidos; fue localizada por Xana, pero cuando llegamos a la perra, la arcea ya no estaba; luego la puso Bassucu, pero la arcea le ganó unos cuantos metros, al resolver se la dejó atrás y la arcea nos la lio tapándose al salir, impidiendo que pudiésemos tirarle. A la tercera fue la vencida, Megan la puso y esta vez la arcea me salió a placer, consiguiendo que la perra obtuviese su recompensa. Hoy Pepín y José tuvieron otro buen día, muy entretenidos y con gran eficacia; de seis arceas vistas, cinco al morral; gracias al buen trabajo de los perros, sobre todo de Ilco, que está despachando una gran temporada.
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