Sábado: jornada
pasada por agua después de muchos días de monte sin utilizar el chubasquero. En
esta ocasión se nos unió Omar y afortunadamente hoy tuvimos todos opciones. En
la primera mitad del día nos dividimos, Omar y Pepín para una zona y yo por
otra, resultado parejo. Ellos echaron un par, la primera puesta por Lola y pudiendo
tirar Omar, pero no hubo fortuna y cuando se disponían a ir en su busca, unos
metros por delante se quedó en muestra Wolf, tenía otra, en esta ocasión fue
Pepín quien pudo tirarle, pero con el mismo resultado; una lástima, porque no
consiguieron volver echar ninguna de las dos.
Por mi parte, más de lo mismo, eché una (otra a la cuenta de Levín) tres tiros y a criar. Cuando llegué al perro, me lo encontré de cara a mí, una vez me vio, el perro rompió la muestra y comenzó a revolver la zona; mientras, la arcea levantaba vuelo unos 25 metros de mi costado, no me salió muy franca, pero igual debería haber caído; la rebusca resultó infructífera.
Por mi parte, más de lo mismo, eché una (otra a la cuenta de Levín) tres tiros y a criar. Cuando llegué al perro, me lo encontré de cara a mí, una vez me vio, el perro rompió la muestra y comenzó a revolver la zona; mientras, la arcea levantaba vuelo unos 25 metros de mi costado, no me salió muy franca, pero igual debería haber caído; la rebusca resultó infructífera.
La segunda parte de la jornada cazamos los tres juntos,
conseguimos echar una arcea, que puso Wolf, y que gracias a la habilidad con el
arma de Pepín, nos hicimos con ella y libramos el rosquete.
Domingo: otro día
compartido con mi amigo Aitor, y de nuevo, otra jornada entretenida, aunque en
esta ocasión con ahorro de munición ;-) Un día de esos en los que uno piensa si
estará detrás de gamusinos, en vez de arceas… Estamos seguros de haber movido
seis arceas, pero realmente sólo dieron la cara tres de ellas. La primera no se
hizo de rogar mucho y pronto escuchamos el collar de Xana sonar, pero nos
faltaron diez metros para estar bien posicionados, sólo la pude ver un
instante. En la rebusca otra muestra de todos los perros, pero no la vimos. La
segunda después de dos muestras en blanco, primero Orange y Cleo, y después
todos, en el tercer levante se equivocó de trayectoria y Aitor no perdonó. La
tercera fue una de las fantasmas, muestra Xana, nada; luego Xana, Brisa y
Orange, nada y de terceras Orange y Cleo y tampoco nada. La cuarta puesta por
Orange magistralmente, Brisa llegó un poco por delante y también mostró, yo me
adelanté y mientras, Aitor se quedó con los perros, siendo él quien pudo
abatirla. La quinta nos tuvo muy entretenidos y nos hizo echar unas cuantas
carreras, pero no conseguimos verla en ninguno de los cinco levantes, muestras
y patrones de todos los tipos; con esta arcea, tanto Orange, como Cleo dieron
un recital, lástima no tener recompensa. Y la última, la vimos muerta y
finalmente ni la vimos ¡manda huevos! Muestra de Brisa y Xana, una zona muy cerrada,
todo indicaba que iba estar, pero no; de segundas misma operación de Orange y
Cleo, y de terceras Orange muestra al borde del pinar, contra un cortafuegos de
cotoyas, y ahí sí que la vimos muerta e incluso nos pareció complejo el posible
cobro, y ni cobro, ni cobra, ni su madre… Lo dicho, jornada muy animada, pero
con sabor agridulce, por la frustración de no poder haber asustado alguna más,
los perros y nosotros lo merecíamos, después de las más de siete horas de
monte, en un día de los duros ;-)
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