lunes, 28 de diciembre de 2020

SEMANA 52

 Jueves

llegadas estas fechas toca compaginar la vida familiar y con el monte; aunque este año con las restricciones por la pandemia, podemos entrecomillar lo de “vida familiar”. Hoy hemos cazado medio día, visto una arcea y nos pudimos hacer con ella; nos tuvo entretenidos un ratín y el resto de la mañana no tocamos ni un rastro más. De mano la pusieron Xana y Bassucu, Fabio a patrón; pero no la vimos; de segundas no tenemos certeza si la echó algún perro o se levantó sola; el caso es que la vimos ya volando y cruzando de ladera; fuimos en su busca y esta vez se la tragaron los perros; pero Aitor estaba cerca y pudo abatirla. Pepín estuvo en otro coto y no tocó ni rastro de arceas.

Viernes

hoy Aitor descansaba, Pepín y yo salimos a dar una vuelta por la mañana; él con J. Ramón por su coto; echaron tres arceas, pudiendo hacerse con las tres. Y yo por el mío, sin ver ni un rastro; aproveché a sacar todos los perros un poco, media mañana con Xana y Gitana, donde hacía unos días habíamos echado alguna arcea, pero ni rastro de ellas. Y la segunda parte de la mañana con Levín, Sansa y Nemo y nada de nada. Papa Noel no se portó bien con nosotros ¡jeje!

 

 Sábado

de los mejores días de caza de la temporada, climatológicamente hablando 😉 día despejado, frío, con una buena helada; día de arcea total…salvo porque ellas no acudieron a la cita con nosotros. Por la mañana en un cazadero grande, Pepín para un lado y nosotros para el otro; a medio día al regreso al coche, ni rastro. Pepín si vio una, pero eso…verla, no sabe ni de donde salió; la vio volando en la lejanía. Después de la gran mañana que había acontecido, afrontábamos la tarde con bastante “desgana” la verdad; menos mal que coincidimos en el cazadero con nuestro amigo Omar y al menos se hizo ameno el paseo vespertino. Si bien es cierto, para cuando nos topamos con él, habíamos visto una arcea, con la que me pude hacer y que a la postre, fue la única captura de la jornada. Lo mejor de la jornada, sin lugar a duda, la merienda/tertulia y el brindis navideño, con Omar y su padre, Guillermo.

Domingo

después de unos días un tanto “sosos” en cuestión de echar arceas, hoy con un día infernal de viento y que metía hasta miedo en algunas zonas; vimos cuatro arceas y conseguimos hacernos con tres de ellas; la caza de la arcea, cada día que pasa…más sorpresas te da. Después de dar varias vueltas por el coto para intentar encontrar una zona que no soplase demasiado el viento, optamos por una riega fonda, que en ocasiones cazamos por las tardes, porque no es muy grande; pero nos pareció apropiada para las circunstancias y por el resultado de la incursión, acertamos. La primera de la jornada, sólo podemos decir que fue vista, sin más, ni siquiera me atrevería a decir que volaba; porque más bien parecía que era llevada por el viento a la deriva. La segunda fue puesta por Xana, patroneada por el resto del equipo canino; era un pequeño pinar con bastantes escayos, perfecto para que la arcea nos la jugase ganándoles metros a los perros y no viéndola salir; y tal cual; a pesar de la guiada de Orange para intentar bloquearla, no hubo forma. Después de un rato a la rebusca, Xana volvió a dar con ella, cuando llegamos a la muestra ya estaban Bassucu y Orange, también en el ajo. Otra vez les había metido unos metros, pero esta vez si que Orange la bloqueó y pude hacerme con ella. La tercera que vimos fue un lance un poco extraño y pachanguero, la verdad. Se quedaron en muestra Bassucu, Fabio y Orange, rompieron como si no hubiese nada y hubiese sido un gamusino; a unos treinta metros más adelante, al pasar nosotros se levanta una arcea de nuestro lado, los perros ni se enteraron y cinco tiros; que menos mal la enganchó del tercero Aitor, imaginamos que sería lo que habían puesto antes los perros, pero a saber… La cuarta fue una acción de caza muy bonita, por el contrario de la anterior. Orange comenzó a dar rastro por una orilla de un prau, contra una tira de monte; incluso se quedó en muestra alguna vez; muestras muy cortas, pero parecía que por allí andaba una arcea o era la que acabábamos de matar; que estaba relativamente cerca de la zona. Pero comenzaron a animarse todos los perros y así estuvieron unos minutos, reconociendo el terreno concienzudamente, cada vez cobraba más fuerza la teoría de que fuese otra y los rastros, fuesen algo más recientes y así fue; al poco tiempo aviso a Aitor, que se ha quedado en muestra Xana unos metros, ladera arriba; nos acercamos y en el momento justo levanta vuelo la arcea, un tiro de cada uno al unísono, que hace que la arcea toque tierra y cerremos la mañana de un día infernal con tres arceas en el morral; algo que nos pareció hoy, más que nunca, un gran logro. Cambiamos de cazadero y esta vez sin fortuna, no tocamos ni rastro y finalmente decidimos dar por finalizada la jornada de caza; antes de que llegase la gran tromba de agua; el día estaba más que hecho y la verdad; no estaba para estar por el monte.

 


¡¡¡FELICES FIESTAS!!!


lunes, 21 de diciembre de 2020

SEMANA 51

 Jueves – esta temporada parece que la suerte está de nuestro lado, hoy hemos podido llevarnos al morral cuatro de las cinco arceas que echamos. La jornada parecía que comenzaba animada, al poco de adentrarnos en el monte, ya vimos volarse una arcea sola; estaba claro que no quería bromas…y así fue, porque no fuimos capaces de volver a echarla y la animación se paró hasta bien entrada la mañana. En ese momento Orange se queda en muestra y después de unos pocos metros de guía, la arcea emprende el vuelo y Aitor consigue hacerse con ella. Por cierto, hoy estuvo pletórico el veterano Orange. La segunda también fue encontrada por Orange, pero esta vez, después de unos minutos, le ganó unos metros y fueron Xana y Levín quien al llegar a la zona le cortaron la huida a pie a la arcea. Hacía muchísimo que no encontrábamos una arcea que aguantase tanto la muestra; por un lado Orange y Fabio a patrón, por el otro lado de una caña de pino tirada y casi tapada por las cotoyas, Levín y Xana a patrón. Tuve que tirar una rama, porque los perros no querían ni parpadear; pero viendo donde cayó la caña y donde levantó la arcea, diría que le pegué con la caña y por ese motivo cuando levantó vuelo, acertó Aitor…se la había dejado ya aturdida 😉  Entorno a medio día, el mando del GPS marcaba en muestra a Orange y Fabio, pero sin haberlos visto aún, ya vimos a la arcea emprende la escapada ladera arriba. Fuimos en su busca, esta vez fue Levín quien la puso y yo pude abatirla. Cambiamos de cazadero y por la tarde, viendo que el día estaba más que “hecho” y que Aitor últimamente saca a pasear su paralela del calibre 20, intercambiamos las armas. Yo nunca había utilizado ese calibre y porque no, si se diese la oportunidad…intentar abatir una arcea con una paralela del 20, cañones de 71 cm y *** y * sinceramente era todo un reto para un inútil como yo. La tarde avanzaba y no habíamos tocado ni un solo rastro, hasta que al cambiar de ladera y coger ya dirección para el coche, se queda en muestra Orange, Fabio y Xana a patrón, pero la arcea nos la lía; sale por donde menos lo esperamos y poniendo un castaño de por medio, que casi tala Aitor. Vamos en su busca, y después de un buen rato, aviso a Aitor que Xana está en muestra; llegamos a ella y vemos que unos metros por delante (aunque Xana no lo veía) estaba Orange, con esa mirada de “la tengo aquí…” y como suele ser habitual en el, no se equivocó y allí estaba; la verdad que esta vez salió muy franca y pude hacerme con ella. Mi primera arcea con el calibre 20, ver veremos si habrá alguna más ¡jeje!

Sábado – la jornada de hoy podemos simplificarla en que se acabó la suerte y la inutilidad ha vuelto a aflorar ¡jejeje! No hemos visto nada, o no aceramos con los cazaderos o los perros las esquivaron o lo que fuese, pero la realidad, que no tocamos ni un rastro. Un clavo de los que hacen afición 😉

 

 

Domingo - si bien el resultado ha sido el mismo del día anterior…un cero; al menos si estuvimos más entretenidos, movimos fijas tres arceas y otra, que apostaríamos que sí; porque para que llegase a quedar puesta la joven Gitana, es que tenía que acabar de levantarse la arcea; además tenía un buen “cagadero”; pero ni la vimos, ni la volvimos a echar. La primera la puso Xana, cubrimos la zona; pero Orange empezó a guiar y mostrar; adentrándose en un buen bardiu de escayos y ya vimos clara la jugada que no iba liar; y así fue, porque no nos dio tiempo a rodearlo a tiempo y sólo la escuchamos salir. De segundas los perros en otra zona y ella se nos levantó sola tapándose con un acebo, no hubo más opciones ya. La segunda que echamos hoy, dos muestras muy firmes y con rastros de Xana y Orange; pero aún estamos esperando verla. La tercera, vi puestos a Orange y Fabio, avisé a Aitor y la sorpresa al acercarme a ellos fue ver, que lo que estaban era patroneando a Gitana, que estaba puesta, regata arriba; estábamos cubriendo uno por cada lado de la regata y según iba subiendo hacia la perra vi varios rastros de la arcea; la perra comenzó a guiar unos metros y cuando ya estaba viendo el cobro de la jovenzuela, la perra rompe muestra y no sale nada; los veteranos locos por allí, pero no tocamos pluma; ni conseguimos volver a echarla. Pero viendo lo que hizo la perra y los rastros, imaginamos que hubiese levantado segundos antes. A última hora de la tarde Levín quiso darnos la oportunidad de librar el clavo, pero lo que consiguió fue reventarnos riega arriba y cuando estábamos a nada de llegar al perro; lo vemos romper y echar a correr y claro, no salió en nuestra dirección; si apenas tiempo para la rebusca; dimos unos minutos a los perros por si no hubiese ido muy lejos; no fue así, por lo tanto certificamos el clavo y para el coche, que se nos hacía de noche.

 

Este año hemos echado en falta la visita a nuestros queridos amigos extremeños que suele acontecer por estas fechas que acaban de pasar, para poder compartir con ellos un fin de semana cinegético y gastronómico. Pero debido a la imposibilidad de desplazamientos entre Comunidades, y que obviamente en estas circunstancias por las que estamos pasando no da lugar; pues no podrá darse en esta ocasión; esperamos que pronto podamos volver a vernos y compartir buenos momentos con Pedro, José y Roberto. Foto recuerdo de la primera visita que hicimos hace ya seis años.

 


 

martes, 15 de diciembre de 2020

SEMANA 50

Lunes – vaya días llevamos, nos quejábamos del calor…pues tomad frío, viento, agua y nieve 😉

Día de mucho viento y lluvia, pero lo del viento…como lo odio. A pesar de todo hemos podido hacernos con un par de arceas, que con este día nos han sabido, más que nunca, a pura gloria. Y una vez más, esta temporada, seguimos aprovechando las ocasiones que tenemos; se está cociendo un desastre, estamos a puntito de fallar una pandereta ¡jeje! La primera la puso Bassucu y hoy tiene mérito que estaba junto a dos veteranos, como son Orange y Xana, y se la birló el aprendiz. Le salió a Aitor, y él cumplió con su parte, obteniendo el perro su recompensa. La segunda, nos lo puso muy difícil, pero gracias al buen trabajo realizado por todos los perros, conseguimos echarla en cuatro ocasiones, sin poder tirar un tiro hasta el final. De mano la localizó Xana, pero cuando estábamos llegando a ella; vimos como la perra ya echaba a correr, ella la había visto, nosotros no…pero seguimos en la dirección de la perra y pronto se quedó en muestra Fabio, Bassucu a patrón; pero no nos dio tiempo ni a recorrer diez metros, la arcea se levantó unos metros por delante de los perros; de terceras fue Xana. de nuevo, quien dio con ella, pero esta vez ya ni estaba, la perra había parado el caliente o eso imaginamos; menos mal que el profesor Orange se aplicó y en el cuarto levante, nos hizo disfrutar de un bonito lance; parecía que la había hipnotizado; el perro muy firme y con esa mirada que te dice “la tengo a medio metro del morro…o menos”; el resto del equipo canino a patrón y el perro no mentía, levanta el vuelo delante de su morro;  ambos apretamos el gatillo y por fin los perros pudieron cobrar. Que curioso comportamiento el de un mismo ejemplar, que a veces pasa de volarse prácticamente sola, a otras ocasiones aguantar la muestra casi indefinidamente; hoy la verdad que con el viento que había, nos parecía hasta lógico que se volasen prácticamente solas, pero al final (a veces) “quien la sigue, la consigue”.

Martes – otro día pasado por agua y hoy con un clavito, llevábamos unos cuantos días en racha y esta terminó hoy. Echamos un par de arceas, que la verdad no nos lo pusieron muy fácil. La primera la puso Levín, cuando íbamos hacia su muestra y nos faltaba nada, ya vemos al perro intentando verla a saltos, le había salido al otro lado de un buen bardiu de escayos; fuimos en su busca y se nos levantó sola sin perros ni nada; casi caemos encima de ella; seguimos en su busca y muestra de Levín, Fabio y Megan; pero ahí ya no estaba, y no volvimos a saber más de ella. La otra que vimos, fue en un lance fugaz y desaparecida del mapa; breve muestra de Fabio y Gitana, o apunte, o que se la comieron…. sin apenas darnos tiempo a reacción ya vemos salir la arcea, poniendo un matu bueno de maleza entre ella y nosotros; no dándonos opción alguna; fuimos incapaces de volver a echarla. Puede ser que moviésemos otra, pero realmente no la vimos, un par de muestras de Levín y Megan, pero sin ver pluma. Con el morral lleno de agua, decidimos finiquitar la jornada y a comer a casa.

Sábado

en una semana, increíble el cambio de paisaje; de la nevadísima del sábado pasado a casi un día primaveral…efectos del cambio climático; que es innegable. Por otra parte, una jornada donde tuvimos una hora muy entretenida y otras cinco de trekking. Ni un rastro en toda la mañana hasta que Orange se quedó en muestra entorno a medio día, pero un rato antes de llegar a su ubicación, el mando del GPS indicaba que ya no estaba en muestra y así fue; aunque si vimos que había en la zona algún rastro de arcea. Al poco tiempo es Levín quien se queda en muestra, cuando estamos llegando al perro, pero aún sin verlo, vemos como una arcea vuela ladera arriba (vuelo aparentemente corto), el perro sigue en muestra; llegamos a verlo y cubrimos por si las moscas, aunque convencidos que era la arcea que se había volado ya. Pero no, tenía otra que según levanta es abatida por Aitor con su paralela del calibre 20, cobra el perro y mientras la está guardando en el chaleco y con la escopeta abierta; yo me desplazo unos metros adelante para ver de donde había levantado la otra arcea y comprobar si había rastros o era lo que había mostrado metros atrás Orange; y cual es mi sorpresa, que mientras le estoy diciendo a Aitor que está lleno de rastros, se levanta otra arcea; que casi me pica; y pasó lo que estaba a punto de acontecer; dos bombazos y a criar, menuda pandereta me comí; encima Aitor con la escopeta abierta y no fuimos capaces de volver a echarla. Fuimos en busca de la que primero habíamos visto volar ladera arriba; pronto fue puesta por Levín y Orange, pero salió sin opción a tirar. Así que había tres arceas en cien metros cuadrados; imaginamos que la nieve de la semana pasada las hubiese juntado. Seguimos en busca de ésta, que a pesar de no haberla visto para tirar, si nos parecía intuir la zona a la que se hubiese tirado, y en efecto, allí estaba. Pero ahora no dio opción apenas a los perros, pero a mí me cogió muy bien y pude abatirla.

Domingo

en esta ocasión hemos decidido cambiar un poco la forma de cazar; no es algo que nos guste mucho; preferimos cazaderos más grandes y cambiar a medio día si eso de zona; pero es verdad que cuando tocamos varios cazaderos más pequeños y que son querenciosos, la verdad, que suele ser “rentable”, al menos en echar caza; y hoy lo fue. Visitamos seis zonas diferentes y en cada sitio, había una arcea; tuvimos la fortuna de poder hacernos con las cuatro que tiramos, las otras dos no quisieron saber nada, ni de nosotros, ni de los perros…de hecho las vimos de casualidad. La primera fue puesta por Fabio y Bassucu; pero no estaba; luego Levín, no estaba; de nuevo Fabio y tampoco y finalmente fue Levín el encargado de bloquearla lo suficiente para poder llegar y que Aitor se hiciese con ella. Todos los lances se dieron en poco espacio, seguramente estaba dando pequeños vuelos. La segunda pone Levín, pero sin llegar bien a colocarnos, ya vemos la arcea salir y esta sí que pegó un buen vuelo; pero los perros estuvieron finos y volvieron a dar con ella, en un pinar muy limpio, lo que hizo que les metiese unos cuantos metros a peón. En la orilla de entrada dieron todos rastros y muestras leves; pero fue Megan quien la puso justo unos metros antes de que el pinar se acabase; así que me salí rápido del pinar y justo cuando estaba fuera, la arcea levantó vuelo, pudiendo hacerme con ella. La tercera se quedará en el recuerdo como uno de los mejores lances vividos; muestra Levín en una orilla de un pastizal con escayos; allí sólo estaba la cagadita de recuerdo; pero viendo lo firme que estaba el perro, todo apuntaba a que se acababa de levantar. Cerca había un pinar y todo apuntaba que estaría allí, pronto me avisa Aitor que se acaban de quedar en muestra Fabio y Bassucu en la orilla del pinar; cuando estaba llegando, nos percatamos que Megan está en muestra unos metros por delante, dentro del pinar; y comienza una sucesión de guías y muestras durante aproximadamente unos ochenta metros; lideradas por Megan, con el acompañamiento de Bassucu, por dentro del pinar, hasta que la perra echó el freno de mano, apuntando a una cotoya bastante frondosa, y ahí levantó vuelo la arcea, aprovechando un pequeño claro que había en el monte; pero estábamos muy bien situados y tuve la suerte de poder hacerme con ella, Bassucu fue el encargado del cobro y quien puso el broche final a un bonito lance. La cuarta y última, fue puesta por Fabio, el resto del equipo canino a patrón, en una zona de acebo y pastizal; que dependiendo de lo que hiciese la arcea, nos lo podía poner complicado, pero afortunadamente no fue así; y escogió una de las salidas cubiertas, pudiendo Aitor hacerse con ella.

Esta semana echamos de menos a Pepín, por diversos motivos no pudimos coincidir ningún día con él; un día estuvo con Toño, que tuvieron una jornada muy entretenida, echando varias arceas y colgando cuatro de ellas; el martes y sábado tuvo que cazar medios días y pudo hacerse con un par de arceas, una cada día. Y el domingo en compañía de su amigo J. Ramón echaron alguna arcea más y consiguieron meter al morral un par de ellas.

 

Aitor con las capturas del jueves 10, no perdonó día esta semana ;-)

 

 

miércoles, 9 de diciembre de 2020

SEMANA 49

 

Jueves

jornada algo curiosa la de hoy; primero porque aprovechamos las oportunidades que nos dieron las arceas (raro para un par de mantas como nosotros) y segundo porque todo lo entretenidos que tuvimos la mañana, fue de aburrida la tarde. Por la mañana estuvimos en una zona en la que no solemos cazar, y quizás poco asidua por el resto de cazadores también; ya que nos encontramos con tres arceas, con bastantes rastros, que nos hicieron pasar un buen rato, pero que nos extrañó encontrarlas allí. La primera fue puesta por Orange y Fabio; antes de llegar se les fue y analizando la jugada, viendo de donde venía Fabio cuando llegamos a la zona, igual el que la tenía era el hijo, y no el padre. Seguimos en su busca y pronto es localizada por Orange, no aguantó a penas la muestra, pero estábamos cerca y la pobre, salió a morir…seguramente por eso pude hacerme con ella 😉 La siguiente fue localizada por Xana, pero la arcea aprovechó la única escapada que no estaba bien cubierta y aunque Aitor pudo tirarle, no hubo suerte. En la rebusca no llegaron ni a poner los perros cuando la vimos salir como un misil. De terceras nos la puso Orange, Bassucu a patrón y cuando se acercaba a los perros sin verlos, Fabio se quedó unos metros pinar abajo en muestra; la tenía el fijo, y así fue, pudiendo hacerse con ella Aitor. La última nos la quiso jugar, pero tuvo mala suerte, porque para que la hubiese enganchado un perdigón a la distancia que le tiró un paquete como yo, es de mala suerte para la pobre. Pusieron Xana y Orange, Aitor estaba mas cerca de ellos y cuando yo me dirigía a la muestra de los perros la escuché salir por mi espalda a unos veinte metros, entre que me giré la vi entre los pinos y pude tirar, me había ganado unos cuantos metros más ya, un par de tiros con los que ni mucho menos contaba haberla alcanzado, a pesar de que los tiros habían ido en muy buena dirección. Aviso Aitor para ir en su busca, que estaba un cacho más abajo y mientras íbamos comentando la jugada, que si ya debía haberles metido un vuelo a los perros, que si…. aparece Fabio con ella; ¡qué buen cobrador es! Era medio día y decidimos cambiar de zona y no volvimos a tocar ni un rastro en toda la tarde.

Sábado

 hoy estaba el día gafo, gafo…para llegar al cazadero tuvimos un trayecto con una nevada bastante maja, si bien es cierto, al bajar la altitud el monte estaba limpio, aunque no era de extrañar, porque con el agua que caía, ¡vaya diluvio! Al mal tiempo buena cara y esa nos quedó, porque el día no estuvo nada mal. Por la mañana Pepín cazó un cazadero, pudo hacerse con dos arceas a muestra de Sira y otra que no pudo ni tirar. Mientras nosotros en otra zona, echamos dos arceas, y pudimos colgar ambas. La primera al tercer levante, después de un buen trabajo de Levín y buen acierto de Aitor con la escopeta. La segunda fue localizada por Megan y Aitor también pudo hacerse con ella. Por la tarde cambiamos a otro cazadero y tuvimos la suerte de echar otra arcea, Ilko fue el encargado de localizarla en un pinar bastante cerrado y tuve la fortuna de que la arcea escogiese la ruta de escapada en mi dirección, porque me cogió en esa zona ya; si no, ni la vemos salir; le había metido al perro unos cuantos metros y salió sin que el se enterase. Un día infernal, pero con recompensa. 

Domingo

 son varios días seguidos de caza y hay que compaginar un poco de vida familiar, así que salida al monte hasta la hora de comer de Aitor y mía, Pepín perdonó la jornada y se ahorró una buena mojadura. Hoy decidí sacar al joven Nemo, hasta el momento sólo había salido un día tres horas, pero ya toca ir pisando escayos; por cierto, anduvo bastante bien y tuvo la oportunidad de morder un par de arceas, parece que le gustan 😉
La primera fue mostrada por Levín y Megan, llegamos y cuando los perros empezaron a guiar la arcea levantó vuelo y pudimos hacernos con ella. Con la segunda estuvieron implicados ambos perros, pero la verdad que cuando íbamos a ellos, la arcea venía ya a nosotros, hubo suerte y no fallamos, buen cobro de Levín. La tercera no nos dio ni media oportunidad; empezando porque la vimos de petaca y luego los perros localizaron donde se había levantado; fuimos en su busca; muestra Levín y ya sale por delante sin opción; al rato muestra Levín y Megan, ya no estaba y no fuimos capaces de volver a localizarla.