miércoles, 9 de diciembre de 2020

SEMANA 49

 

Jueves

jornada algo curiosa la de hoy; primero porque aprovechamos las oportunidades que nos dieron las arceas (raro para un par de mantas como nosotros) y segundo porque todo lo entretenidos que tuvimos la mañana, fue de aburrida la tarde. Por la mañana estuvimos en una zona en la que no solemos cazar, y quizás poco asidua por el resto de cazadores también; ya que nos encontramos con tres arceas, con bastantes rastros, que nos hicieron pasar un buen rato, pero que nos extrañó encontrarlas allí. La primera fue puesta por Orange y Fabio; antes de llegar se les fue y analizando la jugada, viendo de donde venía Fabio cuando llegamos a la zona, igual el que la tenía era el hijo, y no el padre. Seguimos en su busca y pronto es localizada por Orange, no aguantó a penas la muestra, pero estábamos cerca y la pobre, salió a morir…seguramente por eso pude hacerme con ella 😉 La siguiente fue localizada por Xana, pero la arcea aprovechó la única escapada que no estaba bien cubierta y aunque Aitor pudo tirarle, no hubo suerte. En la rebusca no llegaron ni a poner los perros cuando la vimos salir como un misil. De terceras nos la puso Orange, Bassucu a patrón y cuando se acercaba a los perros sin verlos, Fabio se quedó unos metros pinar abajo en muestra; la tenía el fijo, y así fue, pudiendo hacerse con ella Aitor. La última nos la quiso jugar, pero tuvo mala suerte, porque para que la hubiese enganchado un perdigón a la distancia que le tiró un paquete como yo, es de mala suerte para la pobre. Pusieron Xana y Orange, Aitor estaba mas cerca de ellos y cuando yo me dirigía a la muestra de los perros la escuché salir por mi espalda a unos veinte metros, entre que me giré la vi entre los pinos y pude tirar, me había ganado unos cuantos metros más ya, un par de tiros con los que ni mucho menos contaba haberla alcanzado, a pesar de que los tiros habían ido en muy buena dirección. Aviso Aitor para ir en su busca, que estaba un cacho más abajo y mientras íbamos comentando la jugada, que si ya debía haberles metido un vuelo a los perros, que si…. aparece Fabio con ella; ¡qué buen cobrador es! Era medio día y decidimos cambiar de zona y no volvimos a tocar ni un rastro en toda la tarde.

Sábado

 hoy estaba el día gafo, gafo…para llegar al cazadero tuvimos un trayecto con una nevada bastante maja, si bien es cierto, al bajar la altitud el monte estaba limpio, aunque no era de extrañar, porque con el agua que caía, ¡vaya diluvio! Al mal tiempo buena cara y esa nos quedó, porque el día no estuvo nada mal. Por la mañana Pepín cazó un cazadero, pudo hacerse con dos arceas a muestra de Sira y otra que no pudo ni tirar. Mientras nosotros en otra zona, echamos dos arceas, y pudimos colgar ambas. La primera al tercer levante, después de un buen trabajo de Levín y buen acierto de Aitor con la escopeta. La segunda fue localizada por Megan y Aitor también pudo hacerse con ella. Por la tarde cambiamos a otro cazadero y tuvimos la suerte de echar otra arcea, Ilko fue el encargado de localizarla en un pinar bastante cerrado y tuve la fortuna de que la arcea escogiese la ruta de escapada en mi dirección, porque me cogió en esa zona ya; si no, ni la vemos salir; le había metido al perro unos cuantos metros y salió sin que el se enterase. Un día infernal, pero con recompensa. 

Domingo

 son varios días seguidos de caza y hay que compaginar un poco de vida familiar, así que salida al monte hasta la hora de comer de Aitor y mía, Pepín perdonó la jornada y se ahorró una buena mojadura. Hoy decidí sacar al joven Nemo, hasta el momento sólo había salido un día tres horas, pero ya toca ir pisando escayos; por cierto, anduvo bastante bien y tuvo la oportunidad de morder un par de arceas, parece que le gustan 😉
La primera fue mostrada por Levín y Megan, llegamos y cuando los perros empezaron a guiar la arcea levantó vuelo y pudimos hacernos con ella. Con la segunda estuvieron implicados ambos perros, pero la verdad que cuando íbamos a ellos, la arcea venía ya a nosotros, hubo suerte y no fallamos, buen cobro de Levín. La tercera no nos dio ni media oportunidad; empezando porque la vimos de petaca y luego los perros localizaron donde se había levantado; fuimos en su busca; muestra Levín y ya sale por delante sin opción; al rato muestra Levín y Megan, ya no estaba y no fuimos capaces de volver a localizarla.

 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario