lunes, 26 de noviembre de 2012

SABADO 24 Y DOMINGO 25 DE NOVIEMBRE

Otra buena mojadura....
 El sábado podemos resumirlo con una frase: "haciendo el canelo en el monte" y digo esto, porque ir al monte a buscar arceas con 19º de temperatura y un viento del sur que soplaba con bastante fuerza, como el del sábado, es perder el tiempo y encima arriesgarse a mancarse con alguna caña que te pueda caer sobre la cabeza. Estuve con Rey y Besta hasta medio día, cacé el fondo de riega de un cazadero que este año no había visitado aún, pensando que con las condiciones meteorológicas que había, quizás fuese el lugar más adecuado para buscarlas. No vi nada, simplemente unos rastros de una, pero de días anteriores.

El domingo, con J.Benito, me fui para León, estos últimos días parece que había más movimiento de becadas por allí que en Asturias. Pero se cazó el jueves y el sábado, por lo tanto, para el domingo las que quedaban eran las listas y encima rabiadas.....Echamos dos o tres, ya que la tercera a pesar de tener los perros un buen rato en muestra y deleitarnos con una soberbia guía, al término de esta la pitorra ya no estaba y no conseguimos localizarla. La primera de la jornada se hizo de rogar, ya que hasta bien entrada la mañana ningún perro se quedó en muestra, fue en ese momento cuando el collar de Brisa comenzó a pitar, pero la arcea ya no estaba, instantes después de nuevo la perra en muestra, pero tampoco está, y unos metros delante de nuevo la misma historia, hasta que a la cuarta se equivocó y al intentar escapar de los perros se encontró conmigo y de paso con 40 gramos de plomo. La otra arcea que vimos, rabiada también, pero dio un poco más de juego. Localizada por Brisa, en el sitio más cerrado y de los peores para poder adentrarse a asistir al perro en ese coto, obviamente no llegué a tiempo, aunque conseguí escuchar como se levantó, e intuir su sombra. De segundas, buena muestra de Brisa, muy mala actuación de Besta, que comienza a cabrearme, y la arcea que se levanta varios metros por delante entre varios robles, dos tiros míos y otros dos de J.Benito desde su posición, muy alejada de la pitorra, y a criar. Vamos en su busca y es de nuevo localizada por Brisa y Bruno, varias muestras y guías, de ambos, a la vez que Besta estaba estorbando más de la cuenta, y solo consigo oír como se levanta unos metros delante de Brisa que sale en su persecución, pero no logramos verla para tirarle, ni volver a encontrarla. Son casi las cuatro de la tarde, así que nos vamos en dirección para el coche.



Juan Carlos, este domingo en Asturias.
 Ya que el surtido de fotos escasea este año, tengo que pedir fotos prestadas je,je,je,je!!!!!! Un par de amigos con el resultado de sus respectivas jornadas de caza.

David, el jueves por León.

lunes, 19 de noviembre de 2012

SABADO 17 Y DOMINGO 18 DE NOVIEMBRE

 Este fin de semana ha sido algo más entretenido que los anteriores; al menos hemos visto alguna arcea más de lo habitual hasta el momento, sobre todo el domingo por tierras castellanas.
El sábado se abría la caza de la perdiz en nuestro coto, así que Pepín y yo decidimos dedicar parte de la mañana a la busca de las patirrojas, vimos rastros de un par de bandos, pero no conseguimos echarlas. Sobre el medío día nos adentramos en el bosque en busca de alguna arcea.
Pronto escuchamos el collar de Lor, en muestra, pero solo nos dio tiempo a avanzar unos escasos metros cuando la arcea ya se levantó, Pepín logró dispararle un tiro, pero sin éxito. No conseguimos volver a verla. Seguimos con la ruta establecida y más tarde Pepín me avisa que después de estar Lor en muestra, vio una arcea salir varios metros por delante de él, y que está entre nosotros dos, nos colocamos y dejamos que los perros trabajen, en esta ocasión la levanta Besta y la mato de un afortunado tiro, buen cobro de la perruca, pero sigue sin enterarse mucho de la fiesta.... Nos parece que es la misma becada que unos metros más atrás había puesto Brisa, pero que ya no estaba. El resto de la jornada sólo sirvió para conseguir la enésima mojadura de la temporada, de hecho, ni pudimos hacer la foto de rigor, nos cambiamos a toda prisa y para casa.

Con J.Benito y Brisa y Bruno.
El domingo me fui para el coto de León en compañía de J.Benito. Cansado de días lluviosos, se agradecía el maravilloso día que hacía, soleado y al mismo tiempo fresco, perfecto para cazar. Voy a resumir la jornada, ya que tuvimos varios lances, con varios levantes y si los describo todos con detalle, quizás os aburra un poco.
La 1ª del día, tres levantes sin un tiro y cobrada al cuarto de un tiro certero que le apliqué, en el tercer levante preciosa guía de unos 40 metros de Brisa y Bruno tras la pitorra. La 2ª, muestra de Brisa, patrón de Bruno, y cuatro tiros para bajar la arcea, alcanzada por los dos segundos tiros de ambos. La 3ª, muestra de ambos setters, pero un tanto alejados uno del otro, lo que nos despista a la hora de la colocarnos, le sale a J.Benito algo tapada, un par de tiros, pero se va. La 4ª, cuatro levantes, dos de ellos con dos acciones de los perros muy buenas, sobre todo en el tercer levante donde Brisa me dejó con la boca abierta, con la localización y guía sobre la becada, pero el dueño no está a la altura de la perra y claro..., siete tiros entre ambos y entre todos los levantes, y ni una pluma. La 5ª, muestra de ambos perros y J.Benito abate la arcea de un buen disparo. La 6ª, no acabamos de meter en el chaleco la pitorra recién cobrada y Bruno en muestra de nuevo, sale otra y la bajo de un tiro. La 7ª, Brisa en muestra al borde de una ladera de escobas muy tupidas y de acceso dificultoso, la arcea se levanta en medio del escobar y no le tiramos, por miedo al más que posible no cobro de la pieza; y no conseguimos encontrarla de nuevo. Y para finalizar la jornada una muestra y guía de Brisa sobre una perdiz, que terminó con mis fuerzas y no conseguí llegar para poder tirarle. Una buena jornada de caza, que podía haber sido mejor aún, pero que sobre todo fue entretenidísima, de hecho llegamos al coche a las 17:45.

viernes, 16 de noviembre de 2012

JUEVES 15 DE NOVIEMBRE

Alejandro, Juan y un servidor.
 Este jueves pude arreglármelas para poder escaparme a cazar medio día, y en esta ocasión me acompañó Alejandro y Juan, fiel acompañante y maestro de su hijo. El día amanecía caluroso, debido a este maldito viento del Sur, que tan poco nos gusta a los cazadores de arcea del norte.
La mañana se animó pronto, ya que cuando apenas llevábamos una hora en el monte, el collar de Brisa comenzó a sonar y nos hizo correr un poco hasta poder localizarla, pero cuando llegamos, la arcea ya no estaba. Estuvimos un buen rato intentando dar con ella de nuevo, pero no hubo suerte.
Y la mañana fue pasando sin pena ni gloria, mucho calor y ni un maldito rastro de arcea, hasta casi la una del medio día que Brisa se adentró en un escobal y de allí salió una becada que no espero ni a la perra, salió sola y bastante por delante de la perra, lo que hizo que no nos diese opción a nada, pero fuimos en su busca, en esta ocasión debió de posarse y con las mismas huir de nuevo ya que cuando llegamos a la zona que parecía que se hubiese alojado, los cuatro perros que llevábamos se quedaron en muestra, pero la arcea ya no estaba y la rebusca fue infructífera. Así que nos quedamos con las ganas…
Como dice el dicho, “cuando menos lo piensas, salta la becada” jejeje!!    Y así fue, llegando casi al coche, Brisa comenzó a dar rastro en una mata y unos metros por delante se quedó en muestra unos segundos y comenzó a guiar, unos metros por delante se levantó una arcea, que afortunadamente pude abatir.  Ese fue el broche final a una jornada muy calurosa y de momento una temporada con escasez de becadas en nuestro coto, esperemos que en esta próxima luna los vientos sean favorables y se anime un poco la temporada.

Rey y Brisa, con la arcea de la jornada.

lunes, 12 de noviembre de 2012

SABADO 10 Y DOMINGO 11 DE NOVIEMBRE

Recuperando fuerzas.

Parece que la climatología está caprichosa y últimamente nos regala unas jornadas de caza muy pasadas por agua....Como estos días, un fin de semana pasado por agua y sin ver ninguna arcea.

El sábado coincidimos desayunando con Alejandro y su padre, Juan, que le acompaña muy a menudo al monte. Así que se unieron a Pepín y a mí y nos fuimos a la misma zona del coto.  Una vez allí nos dividimos el cazadero y le dimos una buena mano y el resultado fue nefasto, ni siquiera un rastro de una arcea entre los tres, buffffff.....
Bonito arcoiris, de regreso a casa.
Sobre las dos y media llegamos al coche con otra buena mojadura, nos cambiamos de ropa y aprovechamos para comer algo durante una pequeña tregua que nos dio la lluvia, con el aperitivo dimos por zanjada la jornada.
Brisa y Baso.


 El domingo cambié de provincia, en esta ocasión me iba hasta Cantabria en compañía de Laureano, como suele ser habitual siempre que cazamos en el Saja. Era nuestra primera cacería en la reserva cántabra de la temporada y nos tocaba un lote nuevo para nosotros; que por cierto nos gustó mucho.
El día amanecía frío y con una lluvia intermitente, que incordiaba bastante. Comenzamos a cazar y después de llevar un rato juntos, nos dividimos por dos zonas próximas del cazadero.
Laureano y la sorda del día.
Sin tardar mucho tiempo, Baso, el setter de Laureano, localizó un sorda y su dueño cumplió en el lance, así que se colgó la primera de la jornada, y resultó ser también la última. En otras ocasiones tuvimos los perros puestos, pero sin ver ninguna arcea. De hecho, a Brisa (y a mí) la volvió loca una arcea en un mata de cotoyas de un par de metros de altura donde una sorda no hacía más que reírse de nosotros, varias muestras y ni verla, al menos estuve un buen rato entretenido. Pero la jornada no dio de más.

lunes, 5 de noviembre de 2012

SABADO 3 Y DOMINGO 4 DE NOVIEMBRE

Con Jorge, y Brisa y Besta.

Puedo resumir la jornada del sábado, como una jornada aburrida y pasada por agua, mucha agua…  Cacé en compañía de mi amigo Pepín y estuvimos en un cazadero de entrada y el resultado fue nefasto, no vimos ni un triste rastro. Entre la gran mojadura y que el día no estaba para cazar, decidimos dar por finalizada la jornada sobre la una y media e irnos para casa. Al día siguiente nos íbamos para León, así que tanto los perros como nosotros estaríamos más descansados y lo agradeceríamos.


El domingo me fui para el coto de León, en esta ocasión, me acompañó un amigo y compañero de trabajo, Jorge, no es cazador pero quería disfrutar de un día de monte, parece ser que se lo pasó bien, veremos si repite…  porque la jornada fue dura, aunque al menos no llovió.
El día comenzó muy animado, ya que apenas había trascurrido media hora y el collar de Brisa se puso a sonar, me llevó un rato llegar a ella y justo cuando estaba llegando ya escuché como la pitorra se levantaba y la perra corría tras ella, pero no logré verla, dedicamos prácticamente una hora a su rebusca, pero no conseguimos localizarla. Proseguimos con la marcha y no volvimos a tener contacto con otra hasta el comienzo de la tarde, cuando de nuevo el collar de Brisa sonó y rápidamente me acerqué a ella, esta vez me llevé una alegría al ver que Besta también estaba en muestra unos metros más abajo, la arcea salió en medio de las dos perras entre unas escobas y de un rápido disparo logré abatirla. Seguimos cazando hasta casi las cinco de la tarde, pero no vimos nada más.

viernes, 2 de noviembre de 2012

JUEVES 1 DE NOVIEMBRE

 Hoy era el primer día que dedicaba a la arcea en Asturias, ya que las jornadas anteriores había estado participando en los campeonatos de caza menor, y afortunadamente hoy fue el día de mi estreno en la presente temporada. Una mañana lluviosa y con demasiado viento para mi gusto, lo que hizo que casi cambiase de cazadero nada más llegar al lugar escogido para la jornada, menos mal que me quedé allí.
En esta ocasión me acompañaban mis tres setters, y durante media mañana nada hacía presagiar que tuviese la suerte de ver alguna arcea, de hecho, dediqué algunos minutos a llenar los bolsos del chubasquero de castañas, para no regresar de vacío.
Pero la fortuna quiso que Brisa localizase una arcea en una mata de robles, rodeada de bastante maleza, y que esta aguantase lo suficiente para llegar a la muestra de la perra y poder abatirla cuando, con el alboroto de los otros dos perros que se acercaban se levantó.
El resto de la jornada no vi nada más, de todas formas retiré pronto, ya que la mojadura ya era considerable.