jueves, 23 de febrero de 2023

FINITO...

Una temporada más que llega su fin, unos meses en los que hemos dedicado a patear monte con nuestros chuchos cincuenta y dos jornadas; con unos “pocos” kms en las piernas y en los coches; como dice Aitor “…a veces hacemos más kms que el ALSA…” ¡jejeje!  Una temporada en la que hemos pasado buenos ratos compartidos con los amigos; tanto en los chigres, con desayunos y meriendas muy amenas y un sinfín de batallas y anécdotas; como en el monte, tras perdices y arceas. El caso es que hemos podido disfrutar un año más de nuestra pasión y aunque el balance final no sea todo lo bueno que hubiésemos deseado ¡¡nunca peor, por Dios!!

Pepín dedicó la gran mayoría de las jornadas a perseguir a las de calcetines rojos, alternando puntualmente algún día y la recta final de la temporada, a las arceas. Una temporada dura por la montaña, pero a base de horas, kilómetros y el buen hacer de sus perros Sira, Ilco, Rubble y Sol ha ido sacando perdices de donde parecía que no había y pudo disfrutar de bonitas jornadas. Finalmente, sin ser una temporada para enmarcar, y menos viendo los comienzos, ha cerrado un año muy aceptable; gracias a la combinación de su esfuerzo, su afinada puntería y el buen trabajo realizado por su buen equipo canino. Aunque luego él nos diga que tuvo suerte 😉

Para nosotros dos no ha sido un buen año, quizás lo hemos hecho peor de lo que ha sido realmente por la situación perruna en la que nos encontramos. Aun así, creemos que la densidad de arceas por las zonas donde cazamos no ha sido buena; hasta casi bien avanzado diciembre no conseguimos echar alguna más; andábamos a una, una, dos, una, dos…si bien es cierto, a pesar de meter varios clavos; sólo cerramos dos jornadas sin verlas. Varios cazaderos de los que consideramos buenos han fallado este año y apenas hubo reposición en otros. Un año donde el equipo canino estaba formado por demasiado perro joven, y no fue un año para ellos, ni mucho menos. En la montaña las perdices están, como están…no merece la pena entrar en mucho detalle, tampoco vamos a profundizar en nuestra puntería ¡jejeje! Las arceas este año, bastante resabiadas y sin abundancia, no se lo han puesto nada fácil a los tres perros de primer temporada (Tito, Otto y Mati). Sin veteranos de nivel (todos jubilados ya) y los que deberían haber tomado la alternativa, no lo hicieron…maquillamos la temporada como buenamente pudimos, y finalmente, ni tan mal en cuanto a capturas se refiere; se queda en una temporada “normal”. Escaso número de lances, pero a consecuencia de la efectividad (inusual para nosotros) en la finalización de éstos con las arceas, alguna se iba al morral.

Tito (ILOR de Casas del Monte), aprueba el curso, creemos que ha despachado una temporada normal para un perro de primer año, la primera mitad de la temporada se la pasó más descontrolado, algún patrón, algún atropello y alguna muestra a perdices; con las arceas ni enterarse; llegaba al lance con el tiro. Segunda mitad de la temporada, el perro aposentó y se volvió mucho más participativo, varios patrones, algún cobro, algún atropello y un puñado de muestras a arceas. Otto (GOKU de La Vega-Aramil) sin lugar a duda, aprueba con nota; la sorpresa de esta temporada, con algunas cosillas que mejorar, pero que entendemos que son derivadas de la edad y falta de experiencia, aprovechó muy bien las oportunidades y no necesitó mucho para ir poniendo arceas desde primeros de diciembre, llegando a sumar unas dos docenas de lances en su casillero; viendo el año, nos parece todo un logro. Mati (ELSA de Los Carbayos), suspende, repite curso 😉 está muy acachorrada, nada participativa y demasiado dependiente del resto de perros; lo único que podemos resaltar, es que al menos no resta; no aporta, pero tampoco resta al equipo. Luego está Haie de Elsa Mondrín, segunda temporada siendo un poco injustos, ya que el año pasado era demasiado joven y digamos que esta podría ser su “primer temporada”…y no nos defraudó; sí que puede que las expectativas en ella fuesen mayores de lo que finalmente aconteció, pero la realidad es que la densidad de caza no fue la adecuada para el objetivo marcado en nuestra mente. Perra carnicera, muestra firme y fiable, excelente cobradora, con unos cuantos lances a perdices en su casillero y varios con arceas. Gitana, aprueba el curso pero con nota más baja de la que consideramos debería haber sacado. Nos ha defraudado, esta era su tercera temporada y creíamos que iba dar el paso, pulir las carencias que habíamos visto en la anterior campaña y tener mayor protagonismo, pero no fue así…tuvo días buenos, pero alternando una de cal y otra de arena; a pesar de todo, fue la que más horas de monte tuvo y tiene bastantes lances en su casillero. Bassucu y Fabio, podríamos decir de ellos…que “no son perros de escasez” y este año se les han visto las vergüenzas; sobre todo a Bassucu. Fabio ha estado más regular y más currante durante estos meses, más fino con las perdices, que con las arceas, como es habitual en él; pero en general ha participado bastante más que su socio; aunque ambos han estado por debajo de lo que nos hubiera gustado; Bassucu ha estado prácticamente desaparecido este año.

Ahora toca descansar tanto piernas, como patas; recargar pilas y renovar ilusiones.









viernes, 17 de febrero de 2023

FEBRERO

Estos seis días de caza han ido en la línea de la temporada en general; un poco de todo, excepto abundancia.

Sábado 4: un bonito día para cazar, la verdad, que llevamos una recta final de temporada, climatológicamente casi perfecta; lástima no estuviésemos a primeros de diciembre 😉 Estuvimos en una zona que hacía casi un par de meses que no íbamos y contábamos que hubiese alguna despistada por allí. Alguna había, pero nada receptiva…creemos que echamos un par de ellas, pero ni verlas y otra qué si se dejó ver, pero no hubo forma con ella. La primera después de una muestra de Tito y que dejase la zona; estuvieron también, en el mismo sitio puestos Fabio y Gitana; la arcea no estaba, aunque por el comportamiento de éstos; no parecía que hubiese abandonado el sitio hacia mucho; pero por más que rebuscamos, no dimos con ella. La segunda hubo un par de muestras en blanco, sabíamos que estaba por la zona, un pinar bastante cerrado y con todo de cara para ella, no nos vamos a engañar, y no daba la cara; hasta que Gitana le hizo una entrada de roja directa y tuvo que exponerse, pero se me echó encima, luego me tapaban los pinos y aunque intenté apurar para salir al cortafuegos…bye,bye y tampoco conseguimos volver a encontrarla. Y a última hora de la tarde, de retorno al coche, Gitana estuvo un buen rato en muestra, pero en lo alto de una ladera de bastante pendiente y nos separaban 180 metros; cuando apenas le habíamos recortado 50 metros rompió la muestra y la supuesta arcea no bajaba a nuestro encuentro, así que nada vimos; lo único que nos hace pensar que se trata de una arcea y no de un gamusino, la duración de la muestra de la perra, y que hacía unas semanas le había pasado lo mismo a nuestro amigo Pepín, con su perro Ilko; que es muchísimo más fiable que la perra.

Domingo 12: último día de la temporada, que nos deparó tres lances; uno en el cazadero de la mañana y otros dos por la tarde. La primera fue un lance muy curioso, incluso gracioso, aunque deja un poco al descubierto el nivel perruno que tenemos ¡jejeje! Los perros se habían ido unos cien metros por una senda que había entre un pequeño pinar y una ladera de bosque autóctono que suele darnos alguna arcea todos los años. Y debieron ser los causantes de que un torcaz levantase vuelo hacia nosotros; Aitor le tiró (sin fortuna, estaba bastante alto) y los perros retornaron y se adentraron en el pinar a buscar en modo “cobro” cuando se queda en muestra Bassucu, e instantáneamente a patrón Haie y Otto; nos acercamos a la muestra y levanta vuelo una arcea que abato; buen cobro de Otto, que parece que poco a poco va mejorando esa faceta. En la segunda mitad de la jornada, al adentrarnos al monte pronto comenzaron a tocar rastros de arcea los perros, alguna leve muestra y mucha colita alegre; hasta que hubo una muestra en firme de Haie y Otto, Bassucu a patrón; llegamos a ellos y la verdad, que todo apuntaba a que ya estaba en el chaleco y finalmente ni estaba; rastros muy frescos pero les había pegado un pequeño bote; al romper la muestra y calentarse en la búsqueda hacen levantar en vuelo a la arcea que consigo abatir de un tiro. Entrada la tarde ya, de nuevo Haie y Otto nos brindan otro lance; ponen, guían, ponen, guían y así durante una buena distancia, por una orilla de monte ladera arriba, contra un prao medio tomado por el monte ya, pero esta les había metido mucha ventaja y cuando llegó el momento de levantar vuelo, porque ya se terminaba el monte; la arcea ya no estaba; no conseguimos volver a echarla y con este lance, despedimos la temporada. 





viernes, 3 de febrero de 2023

ENERO

Este mes podemos decir que la primera quincena ha ido en la línea de la temporada, echando arceas a cuentagotas; la segunda quincena hemos notado un incremento de becadas levantadas; si bien es cierto, no abatidas ¡jejeje! Hemos disfrutado de un par de jornadas generosas por tierras castellanas. Y por aquí hemos movido alguna más de las que estábamos viendo; imaginamos que el temporal de nieve de mediados de mes hizo que se moviesen algo; sobre todo las que se encontraban a mayor altitud. Lo único destacable que a pesar de como nos va la temporada, hemos notado un cambio favorable en los perros más jóvenes, Otto ya ha aportado unos cuantos lances durante este mes en las jornadas de caza, Tito se ha vuelto más participativo, localizando alguna más, a veces atropellos, otras poniendo y algún buen cobro incluso; la que sigue aletargada es Mati y Haie en su segunda temporada, ya es la veterana de éstos cuatro pipiolos, está despachando una buena temporada.

Lunes 2: Hoy nos escapamos hasta la montaña, para mí despedida para esta temporada; Aitor volvería algún día más a por las de calcetines coloraos. Una jornada entretenida detrás de las perdices y con un día fantástico para andar por allí arriba, la verdad. Sólo nos faltó un poco más de puntería, bueno…realmente a mí. No tocamos rastro de las perdices hasta bien entrada la mañana, pero en ese momento Fabio nos brindó una excelente oportunidad, nos abrimos para intentar cubrir lo mejor posible las rutas de huida de las perdices, el perro estaba mostrando al borde de un escobal, un poco más adentro y desde un lateral Otto y Gitana, a patrón de éste, todo parecía que iba ir bien, hasta que emprenden vuelo y pim, pam, pum y a criar; un bando de rubias bastante majo con ocho o nueve ejemplares, que debería haber menguado en dos ejemplares mínimo, pero… Después de unos rezos, nos fuimos en su busca y esta vez sólo una dio opción, Aitor se contagió de mí y entonces la erramos los dos. En ese punto, las perdices ya se tiran al infierno, por lo tanto, cambio de ruta y a ver si aparecen más. A última hora de la mañana Fabio volvió a dar con otro bando, al poco Gitana se unió a el, finalmente resolvió ella ¡qué impaciente! El bando salió partido, cuatro o cinco ejemplares para la izquierda y logrando quitarle una Aitor y otras dos o tres para la derecha, donde de nuevo yo fui incapaz de matar ninguna; a mi favor, esta vez la situación para tirar no era nada adecuada. El resto de la jornada estuvimos intentando dar con las perdices esparcidas, pero a pesar de que los perros localizaron alguna, Otto una perdiz y Fabio una pareja; en ninguna ocasión nos dejaron llegar para tirar.

Sábado 14: Hoy decidimos volver hasta el roble, hacía ya unos cuantos días que no pisábamos por allí y la verdad que pasamos una jornada bastante animada, con varios lances repartidos a lo largo de todo el día; lo “normal” de una jornada por estos lares. La primera del día, fue localizada por Otto, por cierto, hoy planchó una excelente jornada. Llegamos a el y después de un rato, comenzó a guiar, se le había movido, y bastante…visto lo visto. Apareció en escena Gitana; que no se caracteriza por su sutileza y temple; pero con algo más de experiencia desenmarañó los rastros del peón y fueron capaces de ponerla a volar, pudiendo hacerme con ella. La segunda estuvo un rato Gitana en muestra, pero antes de llegar a ella, rompió; seguimos en esa dirección y enseguida volvieron a quedar en muestra ella y Otto, esta vez estaban más cerca y llegamos a verlos, nos colocamos y al resolver no salió nada; pero había rastros de pitorra; rebuscamos y rebuscamos, pero no dimos con ella. La tercera jugó con nosotros y los perros un rato; porque debió darles unos botes antes de poder verla. Muestra Gitana, cuando estamos llegando a ella, Otto y Tito en muestra cincuenta metros ladera arriba, vamos a ellos, rompen la muestra, se vuelven a quedar ambos, pero uno más abajo, el otro unos metros más arriba; y de repente levanta vuelo la pitorra unos cuantos metros más arriba; yo solo la escucho; pero Aitor la ve y le puede disparar, aunque sin fortuna. Vamos a la rebusca, y después de un primer intento fallido, intentamos dar con ella ladera más arriba y esta vez; acertamos, la localiza Tito y sin apenas tiempo para reaccionar emprende el vuelo, pero coge muy bien situado a Aitor y se hace con ella. La cuarta fue localizada por Fabio, pero cuando estábamos llegando a el y a Gitana que estaba ya a patrón, la vio Aitor levantar vuelo unos cuantos metros por delante ya; intentamos localizarla de nuevo, pero nos fue imposible. La quinta nos fue imposible verla, nos puteó bastante, nos hizo apretar bastante el paso y siempre llegábamos tarde. La primera vez estuvo puesto un buen rato Otto, no llegamos, luego estuvieron todos implicados; tampoco llegamos a verla; luego estuvo en muestra Gitana y nada; de nuevo luego Otto y Tito, y tampoco la vimos levantar; cambiamos de ruta y la dimos por imposible. La sexta era una vieja conocida, ya la había puesto hacía un mes Gitana y Levín y no llegamos a verla; esta vez dio la cara al menos. Debieron localizarla casi a la vez Otto y Gitana, por la postura que tenían cuando los encontramos, pero nos la jugó al salir y ni echar la escopeta al hombro; en la rebusca la planchó Otto y Aitor cumplió con el arma. Echamos una más, la séptima, pero esta se echó ella sola 😉 la vio Aitor levantarse, a tomar pol culo de los perros, de nosotros y de todo lo que pudiera molestarla; ésta con este comportamiento o se equivoca mucho, o muere de vieja; por más que rebuscamos no hubo forma de volver a echarla.

Sábado 21: después de unos días donde el temporal de nieve hizo presencia en la zona, decidimos cazar unas zonas bastantes cerradas, de considerable dificultad para el tiro, pero que proporciona buen refugio para las arceas y que solemos siempre tener algún encuentro con ellas. Aunque repartidas a lo largo del día, conseguimos mover cinco arceas, en tres zonas distintas…desafortunadamente, sólo una se vino para casa. La primera nos tuvo un buen rato entretenidos, pero solo conseguimos escucharla en el segundo levante. De primeras fue localizada por Fabio, pronto se unieron al lance Gitana y Tito; estábamos relativamente cerca; pero creemos que ya mostraron el caliente o nos la jugó muy sigilosamente. De segundas fue Gitana la que la localizó, pronto Fabio apareció en escena también; nos llevó un rato acercarnos a los perros; cuando yo estaba a veinte metros de la perra, me adelantó Tito y a escasos metros por delante de mí se quedó en muestra; pero debía ser demasiado cerca de la arcea; porque inmediatamente escuché el aleteo de la arcea al emprender la escapada; pero no la vi y desde su posición, Aitor tampoco; ya no hubo una tercera oportunidad. La segunda fue localizada por Fabio, andaba también Tito por la zona, quizás demasiado alegre, y sin tener muy claro ni de donde, ni como…apareció la arcea, desde mi posición, levanté la escopeta y ya no pude ni tirar; y Aitor algo más bajo, tuvo opción a un único disparo, pero sin acierto. Al rato vuelve a localizarla Fabio, yo no llegó a verla y a Aitor le da opción a un único disparo de nuevo; pero esta vez tiene duda de haberla enganchado; buscamos e incitamos a los perros a cobrar en la zona que podría haber caído; pero no la encontramos; aunque afortunadamente, unos metros más allá, veo como Tito se queda en muestra y rápidamente le echa la boca a la arcea, que estaba herida ¡menos mal!. Cambiamos de zona y aquí echamos la tercera, que localizó Gitana, tardamos bastante en llegar al sitio y antes de ver la perra, ya rompió la muestra; había rastros frescos, pero no llegamos a ver la arcea; conociendo la perra y el rato que estuvo en muestra, la tenía fijo. Luego volvieron a poner ella y Fabio, pero ya no estaba. La cuarta fue encontrada por Fabio, pero antes de llegar a el, rompió la muestra; de hecho, localizamos la zona exacta, gracias a Gitana y Tito que se calentaron con los rastros; mientras tanto, Fabio ya la había vuelto a localizar; pero cuando estábamos llegando al perro; lo mismo que la vez anterior; y cuando llega Gitana a la zona, muestra también (un poco tarde ya). Seguimos con la rebusca y esta vez nos la lía bien la arcea; estuve parado viendo como trabajaban ladera arriba los perros unos cinco minutos con la arcea a escasos tres metros de mí, y justo cuando sobrepaso su posición, escucho su aleteo por mi espalda y estoy esperando verla aún. Llegamos al coche sobre las cuatro y pico; “pronto, para tarde y tarde, para pronto” …así que decidimos parar en una zona que nos queda a mano, a la que retornamos en coche y estuvimos un buen rato detrás de la quinta de la jornada; pero ni verla; por el comportamiento de los perros, tanto Fabio, como Gitana; incluso una muestra muy larga de Tito (que iba un levante por atrás) y la mierda que nos iba dejando; pero podríamos decir que le dimos un par de levantes a un gamusino. Jornada entretenida, donde el equipo perruno trabajó muy bien, pero con escasa recompensa.

Domingo 29: encarrilando la recta final de la temporada, hoy tuvimos un buen día para cazar y en una zona muy bonita; donde la fortuna no se alió con nosotros, no estuvimos acerados con la puntería ¡qué se le va hacer! La primera de la jornada no se hizo mucho de rogar, ya que apenas llevábamos diez minutos en el monte, cuando Bassucu se quedó en muestra, llegamos al perro, ya estaba Haie y Gitana en el ajo también, por la postura del perro, daba la impresión de que la tenía delante del morro; pero ya no estaba. Unos metros más adelante, se volvió a quedar en muestra, pero otra vez era el caliente ya. De terceras fue más efectivo Otto, esta vez la tenía; pero entre que tuve que cruzar el río y no estaba muy claro por donde, con tanta agua; Aitor estaba muy alejado, y que cuando llegué al perro guio unos metros, pero no pude pasar y tuve que rodear; justo cuando llegaba a colocarme de nuevo “correctamente”, ya estaba en vuelo la arcea; le tiré, pero no estuve acertado y nos fue imposible volver a echarla. La segunda no nos dio opción, los perros la tuvieron bloqueada un buen rato; fue Haie quien la localizó, pero nosotros no pudimos ni llegar cerca; y de segundas, Bassucu dio con ella en la rebusca, esta vez sí logramos llegar a ellos en disposición de tirar, pero la Dama ya había abandónalo el local 😉 La tercera, resultó ser la tercera y la cuarta; el collar de Haie indica muestra e instantes después el de Bassucu; nos dirigimos hacia los perros y cuando estamos acercándonos a la zona, ya vemos a la perra riega arriba, con la cabeza alta y masticando el aire; Bassucu unos metros atrás y más al margen derecho de la riega; nos acercamos a ellos, pronto levanta vuelo la arcea, sale muy rasa; Aitor le tira un tiro y desaparece; justo al disparo se levanta otra arcea, Aitor vuelve a apretar el gatillo, pero no cae; desde mi zona, más abierto a la derecha, un árbol me tapa la visibilidad y soy incapaz de disparar; pero consigo ver en la cabecera de la riega girar ambas arceas hacia la derecha; pensábamos que la primera había caído, pero no nos hicimos con ninguna. Una vez concluidos los rezos y demás comentarios ¡jejeje! vamos en su busca. Relativamente pronto se queda en muestra Bassucu, pero ya no estaba la arcea. Seguimos insistiendo y finalmente los perros entraron en un rincón de monte entre un par de praos y se quedaron los cuatro en muestra; rápidamente emprendió la huida la arcea; pero se equivoco de vía de escape; saliendo al prao donde estaba Aitor, que consigue hacerse con ella. Viendo que inicialmente salieron juntas y tomaron la misma ruta; la otra no debería de estar muy lejos; y así fue. Unos cincuenta metros ladera abajo, Otto, Haie y Gitana se quedaron en muestra y levantó vuelo la otra arcea; pero esta puso muchos metros entre ella, los perros y nosotros. Nos dirigimos en la dirección que tomó y finalmente Bassucu y Otto, volvieron a localizarla, pero esta vez ya se había levantado, ésta ya no quería bromas; no fuimos capaces de volver a echarla. Cerramos la jornada con una y gracias.