jueves, 23 de febrero de 2023

FINITO...

Una temporada más que llega su fin, unos meses en los que hemos dedicado a patear monte con nuestros chuchos cincuenta y dos jornadas; con unos “pocos” kms en las piernas y en los coches; como dice Aitor “…a veces hacemos más kms que el ALSA…” ¡jejeje!  Una temporada en la que hemos pasado buenos ratos compartidos con los amigos; tanto en los chigres, con desayunos y meriendas muy amenas y un sinfín de batallas y anécdotas; como en el monte, tras perdices y arceas. El caso es que hemos podido disfrutar un año más de nuestra pasión y aunque el balance final no sea todo lo bueno que hubiésemos deseado ¡¡nunca peor, por Dios!!

Pepín dedicó la gran mayoría de las jornadas a perseguir a las de calcetines rojos, alternando puntualmente algún día y la recta final de la temporada, a las arceas. Una temporada dura por la montaña, pero a base de horas, kilómetros y el buen hacer de sus perros Sira, Ilco, Rubble y Sol ha ido sacando perdices de donde parecía que no había y pudo disfrutar de bonitas jornadas. Finalmente, sin ser una temporada para enmarcar, y menos viendo los comienzos, ha cerrado un año muy aceptable; gracias a la combinación de su esfuerzo, su afinada puntería y el buen trabajo realizado por su buen equipo canino. Aunque luego él nos diga que tuvo suerte 😉

Para nosotros dos no ha sido un buen año, quizás lo hemos hecho peor de lo que ha sido realmente por la situación perruna en la que nos encontramos. Aun así, creemos que la densidad de arceas por las zonas donde cazamos no ha sido buena; hasta casi bien avanzado diciembre no conseguimos echar alguna más; andábamos a una, una, dos, una, dos…si bien es cierto, a pesar de meter varios clavos; sólo cerramos dos jornadas sin verlas. Varios cazaderos de los que consideramos buenos han fallado este año y apenas hubo reposición en otros. Un año donde el equipo canino estaba formado por demasiado perro joven, y no fue un año para ellos, ni mucho menos. En la montaña las perdices están, como están…no merece la pena entrar en mucho detalle, tampoco vamos a profundizar en nuestra puntería ¡jejeje! Las arceas este año, bastante resabiadas y sin abundancia, no se lo han puesto nada fácil a los tres perros de primer temporada (Tito, Otto y Mati). Sin veteranos de nivel (todos jubilados ya) y los que deberían haber tomado la alternativa, no lo hicieron…maquillamos la temporada como buenamente pudimos, y finalmente, ni tan mal en cuanto a capturas se refiere; se queda en una temporada “normal”. Escaso número de lances, pero a consecuencia de la efectividad (inusual para nosotros) en la finalización de éstos con las arceas, alguna se iba al morral.

Tito (ILOR de Casas del Monte), aprueba el curso, creemos que ha despachado una temporada normal para un perro de primer año, la primera mitad de la temporada se la pasó más descontrolado, algún patrón, algún atropello y alguna muestra a perdices; con las arceas ni enterarse; llegaba al lance con el tiro. Segunda mitad de la temporada, el perro aposentó y se volvió mucho más participativo, varios patrones, algún cobro, algún atropello y un puñado de muestras a arceas. Otto (GOKU de La Vega-Aramil) sin lugar a duda, aprueba con nota; la sorpresa de esta temporada, con algunas cosillas que mejorar, pero que entendemos que son derivadas de la edad y falta de experiencia, aprovechó muy bien las oportunidades y no necesitó mucho para ir poniendo arceas desde primeros de diciembre, llegando a sumar unas dos docenas de lances en su casillero; viendo el año, nos parece todo un logro. Mati (ELSA de Los Carbayos), suspende, repite curso 😉 está muy acachorrada, nada participativa y demasiado dependiente del resto de perros; lo único que podemos resaltar, es que al menos no resta; no aporta, pero tampoco resta al equipo. Luego está Haie de Elsa Mondrín, segunda temporada siendo un poco injustos, ya que el año pasado era demasiado joven y digamos que esta podría ser su “primer temporada”…y no nos defraudó; sí que puede que las expectativas en ella fuesen mayores de lo que finalmente aconteció, pero la realidad es que la densidad de caza no fue la adecuada para el objetivo marcado en nuestra mente. Perra carnicera, muestra firme y fiable, excelente cobradora, con unos cuantos lances a perdices en su casillero y varios con arceas. Gitana, aprueba el curso pero con nota más baja de la que consideramos debería haber sacado. Nos ha defraudado, esta era su tercera temporada y creíamos que iba dar el paso, pulir las carencias que habíamos visto en la anterior campaña y tener mayor protagonismo, pero no fue así…tuvo días buenos, pero alternando una de cal y otra de arena; a pesar de todo, fue la que más horas de monte tuvo y tiene bastantes lances en su casillero. Bassucu y Fabio, podríamos decir de ellos…que “no son perros de escasez” y este año se les han visto las vergüenzas; sobre todo a Bassucu. Fabio ha estado más regular y más currante durante estos meses, más fino con las perdices, que con las arceas, como es habitual en él; pero en general ha participado bastante más que su socio; aunque ambos han estado por debajo de lo que nos hubiera gustado; Bassucu ha estado prácticamente desaparecido este año.

Ahora toca descansar tanto piernas, como patas; recargar pilas y renovar ilusiones.









viernes, 17 de febrero de 2023

FEBRERO

Estos seis días de caza han ido en la línea de la temporada en general; un poco de todo, excepto abundancia.

Sábado 4: un bonito día para cazar, la verdad, que llevamos una recta final de temporada, climatológicamente casi perfecta; lástima no estuviésemos a primeros de diciembre 😉 Estuvimos en una zona que hacía casi un par de meses que no íbamos y contábamos que hubiese alguna despistada por allí. Alguna había, pero nada receptiva…creemos que echamos un par de ellas, pero ni verlas y otra qué si se dejó ver, pero no hubo forma con ella. La primera después de una muestra de Tito y que dejase la zona; estuvieron también, en el mismo sitio puestos Fabio y Gitana; la arcea no estaba, aunque por el comportamiento de éstos; no parecía que hubiese abandonado el sitio hacia mucho; pero por más que rebuscamos, no dimos con ella. La segunda hubo un par de muestras en blanco, sabíamos que estaba por la zona, un pinar bastante cerrado y con todo de cara para ella, no nos vamos a engañar, y no daba la cara; hasta que Gitana le hizo una entrada de roja directa y tuvo que exponerse, pero se me echó encima, luego me tapaban los pinos y aunque intenté apurar para salir al cortafuegos…bye,bye y tampoco conseguimos volver a encontrarla. Y a última hora de la tarde, de retorno al coche, Gitana estuvo un buen rato en muestra, pero en lo alto de una ladera de bastante pendiente y nos separaban 180 metros; cuando apenas le habíamos recortado 50 metros rompió la muestra y la supuesta arcea no bajaba a nuestro encuentro, así que nada vimos; lo único que nos hace pensar que se trata de una arcea y no de un gamusino, la duración de la muestra de la perra, y que hacía unas semanas le había pasado lo mismo a nuestro amigo Pepín, con su perro Ilko; que es muchísimo más fiable que la perra.

Domingo 12: último día de la temporada, que nos deparó tres lances; uno en el cazadero de la mañana y otros dos por la tarde. La primera fue un lance muy curioso, incluso gracioso, aunque deja un poco al descubierto el nivel perruno que tenemos ¡jejeje! Los perros se habían ido unos cien metros por una senda que había entre un pequeño pinar y una ladera de bosque autóctono que suele darnos alguna arcea todos los años. Y debieron ser los causantes de que un torcaz levantase vuelo hacia nosotros; Aitor le tiró (sin fortuna, estaba bastante alto) y los perros retornaron y se adentraron en el pinar a buscar en modo “cobro” cuando se queda en muestra Bassucu, e instantáneamente a patrón Haie y Otto; nos acercamos a la muestra y levanta vuelo una arcea que abato; buen cobro de Otto, que parece que poco a poco va mejorando esa faceta. En la segunda mitad de la jornada, al adentrarnos al monte pronto comenzaron a tocar rastros de arcea los perros, alguna leve muestra y mucha colita alegre; hasta que hubo una muestra en firme de Haie y Otto, Bassucu a patrón; llegamos a ellos y la verdad, que todo apuntaba a que ya estaba en el chaleco y finalmente ni estaba; rastros muy frescos pero les había pegado un pequeño bote; al romper la muestra y calentarse en la búsqueda hacen levantar en vuelo a la arcea que consigo abatir de un tiro. Entrada la tarde ya, de nuevo Haie y Otto nos brindan otro lance; ponen, guían, ponen, guían y así durante una buena distancia, por una orilla de monte ladera arriba, contra un prao medio tomado por el monte ya, pero esta les había metido mucha ventaja y cuando llegó el momento de levantar vuelo, porque ya se terminaba el monte; la arcea ya no estaba; no conseguimos volver a echarla y con este lance, despedimos la temporada. 





viernes, 3 de febrero de 2023

ENERO

Este mes podemos decir que la primera quincena ha ido en la línea de la temporada, echando arceas a cuentagotas; la segunda quincena hemos notado un incremento de becadas levantadas; si bien es cierto, no abatidas ¡jejeje! Hemos disfrutado de un par de jornadas generosas por tierras castellanas. Y por aquí hemos movido alguna más de las que estábamos viendo; imaginamos que el temporal de nieve de mediados de mes hizo que se moviesen algo; sobre todo las que se encontraban a mayor altitud. Lo único destacable que a pesar de como nos va la temporada, hemos notado un cambio favorable en los perros más jóvenes, Otto ya ha aportado unos cuantos lances durante este mes en las jornadas de caza, Tito se ha vuelto más participativo, localizando alguna más, a veces atropellos, otras poniendo y algún buen cobro incluso; la que sigue aletargada es Mati y Haie en su segunda temporada, ya es la veterana de éstos cuatro pipiolos, está despachando una buena temporada.

Lunes 2: Hoy nos escapamos hasta la montaña, para mí despedida para esta temporada; Aitor volvería algún día más a por las de calcetines coloraos. Una jornada entretenida detrás de las perdices y con un día fantástico para andar por allí arriba, la verdad. Sólo nos faltó un poco más de puntería, bueno…realmente a mí. No tocamos rastro de las perdices hasta bien entrada la mañana, pero en ese momento Fabio nos brindó una excelente oportunidad, nos abrimos para intentar cubrir lo mejor posible las rutas de huida de las perdices, el perro estaba mostrando al borde de un escobal, un poco más adentro y desde un lateral Otto y Gitana, a patrón de éste, todo parecía que iba ir bien, hasta que emprenden vuelo y pim, pam, pum y a criar; un bando de rubias bastante majo con ocho o nueve ejemplares, que debería haber menguado en dos ejemplares mínimo, pero… Después de unos rezos, nos fuimos en su busca y esta vez sólo una dio opción, Aitor se contagió de mí y entonces la erramos los dos. En ese punto, las perdices ya se tiran al infierno, por lo tanto, cambio de ruta y a ver si aparecen más. A última hora de la mañana Fabio volvió a dar con otro bando, al poco Gitana se unió a el, finalmente resolvió ella ¡qué impaciente! El bando salió partido, cuatro o cinco ejemplares para la izquierda y logrando quitarle una Aitor y otras dos o tres para la derecha, donde de nuevo yo fui incapaz de matar ninguna; a mi favor, esta vez la situación para tirar no era nada adecuada. El resto de la jornada estuvimos intentando dar con las perdices esparcidas, pero a pesar de que los perros localizaron alguna, Otto una perdiz y Fabio una pareja; en ninguna ocasión nos dejaron llegar para tirar.

Sábado 14: Hoy decidimos volver hasta el roble, hacía ya unos cuantos días que no pisábamos por allí y la verdad que pasamos una jornada bastante animada, con varios lances repartidos a lo largo de todo el día; lo “normal” de una jornada por estos lares. La primera del día, fue localizada por Otto, por cierto, hoy planchó una excelente jornada. Llegamos a el y después de un rato, comenzó a guiar, se le había movido, y bastante…visto lo visto. Apareció en escena Gitana; que no se caracteriza por su sutileza y temple; pero con algo más de experiencia desenmarañó los rastros del peón y fueron capaces de ponerla a volar, pudiendo hacerme con ella. La segunda estuvo un rato Gitana en muestra, pero antes de llegar a ella, rompió; seguimos en esa dirección y enseguida volvieron a quedar en muestra ella y Otto, esta vez estaban más cerca y llegamos a verlos, nos colocamos y al resolver no salió nada; pero había rastros de pitorra; rebuscamos y rebuscamos, pero no dimos con ella. La tercera jugó con nosotros y los perros un rato; porque debió darles unos botes antes de poder verla. Muestra Gitana, cuando estamos llegando a ella, Otto y Tito en muestra cincuenta metros ladera arriba, vamos a ellos, rompen la muestra, se vuelven a quedar ambos, pero uno más abajo, el otro unos metros más arriba; y de repente levanta vuelo la pitorra unos cuantos metros más arriba; yo solo la escucho; pero Aitor la ve y le puede disparar, aunque sin fortuna. Vamos a la rebusca, y después de un primer intento fallido, intentamos dar con ella ladera más arriba y esta vez; acertamos, la localiza Tito y sin apenas tiempo para reaccionar emprende el vuelo, pero coge muy bien situado a Aitor y se hace con ella. La cuarta fue localizada por Fabio, pero cuando estábamos llegando a el y a Gitana que estaba ya a patrón, la vio Aitor levantar vuelo unos cuantos metros por delante ya; intentamos localizarla de nuevo, pero nos fue imposible. La quinta nos fue imposible verla, nos puteó bastante, nos hizo apretar bastante el paso y siempre llegábamos tarde. La primera vez estuvo puesto un buen rato Otto, no llegamos, luego estuvieron todos implicados; tampoco llegamos a verla; luego estuvo en muestra Gitana y nada; de nuevo luego Otto y Tito, y tampoco la vimos levantar; cambiamos de ruta y la dimos por imposible. La sexta era una vieja conocida, ya la había puesto hacía un mes Gitana y Levín y no llegamos a verla; esta vez dio la cara al menos. Debieron localizarla casi a la vez Otto y Gitana, por la postura que tenían cuando los encontramos, pero nos la jugó al salir y ni echar la escopeta al hombro; en la rebusca la planchó Otto y Aitor cumplió con el arma. Echamos una más, la séptima, pero esta se echó ella sola 😉 la vio Aitor levantarse, a tomar pol culo de los perros, de nosotros y de todo lo que pudiera molestarla; ésta con este comportamiento o se equivoca mucho, o muere de vieja; por más que rebuscamos no hubo forma de volver a echarla.

Sábado 21: después de unos días donde el temporal de nieve hizo presencia en la zona, decidimos cazar unas zonas bastantes cerradas, de considerable dificultad para el tiro, pero que proporciona buen refugio para las arceas y que solemos siempre tener algún encuentro con ellas. Aunque repartidas a lo largo del día, conseguimos mover cinco arceas, en tres zonas distintas…desafortunadamente, sólo una se vino para casa. La primera nos tuvo un buen rato entretenidos, pero solo conseguimos escucharla en el segundo levante. De primeras fue localizada por Fabio, pronto se unieron al lance Gitana y Tito; estábamos relativamente cerca; pero creemos que ya mostraron el caliente o nos la jugó muy sigilosamente. De segundas fue Gitana la que la localizó, pronto Fabio apareció en escena también; nos llevó un rato acercarnos a los perros; cuando yo estaba a veinte metros de la perra, me adelantó Tito y a escasos metros por delante de mí se quedó en muestra; pero debía ser demasiado cerca de la arcea; porque inmediatamente escuché el aleteo de la arcea al emprender la escapada; pero no la vi y desde su posición, Aitor tampoco; ya no hubo una tercera oportunidad. La segunda fue localizada por Fabio, andaba también Tito por la zona, quizás demasiado alegre, y sin tener muy claro ni de donde, ni como…apareció la arcea, desde mi posición, levanté la escopeta y ya no pude ni tirar; y Aitor algo más bajo, tuvo opción a un único disparo, pero sin acierto. Al rato vuelve a localizarla Fabio, yo no llegó a verla y a Aitor le da opción a un único disparo de nuevo; pero esta vez tiene duda de haberla enganchado; buscamos e incitamos a los perros a cobrar en la zona que podría haber caído; pero no la encontramos; aunque afortunadamente, unos metros más allá, veo como Tito se queda en muestra y rápidamente le echa la boca a la arcea, que estaba herida ¡menos mal!. Cambiamos de zona y aquí echamos la tercera, que localizó Gitana, tardamos bastante en llegar al sitio y antes de ver la perra, ya rompió la muestra; había rastros frescos, pero no llegamos a ver la arcea; conociendo la perra y el rato que estuvo en muestra, la tenía fijo. Luego volvieron a poner ella y Fabio, pero ya no estaba. La cuarta fue encontrada por Fabio, pero antes de llegar a el, rompió la muestra; de hecho, localizamos la zona exacta, gracias a Gitana y Tito que se calentaron con los rastros; mientras tanto, Fabio ya la había vuelto a localizar; pero cuando estábamos llegando al perro; lo mismo que la vez anterior; y cuando llega Gitana a la zona, muestra también (un poco tarde ya). Seguimos con la rebusca y esta vez nos la lía bien la arcea; estuve parado viendo como trabajaban ladera arriba los perros unos cinco minutos con la arcea a escasos tres metros de mí, y justo cuando sobrepaso su posición, escucho su aleteo por mi espalda y estoy esperando verla aún. Llegamos al coche sobre las cuatro y pico; “pronto, para tarde y tarde, para pronto” …así que decidimos parar en una zona que nos queda a mano, a la que retornamos en coche y estuvimos un buen rato detrás de la quinta de la jornada; pero ni verla; por el comportamiento de los perros, tanto Fabio, como Gitana; incluso una muestra muy larga de Tito (que iba un levante por atrás) y la mierda que nos iba dejando; pero podríamos decir que le dimos un par de levantes a un gamusino. Jornada entretenida, donde el equipo perruno trabajó muy bien, pero con escasa recompensa.

Domingo 29: encarrilando la recta final de la temporada, hoy tuvimos un buen día para cazar y en una zona muy bonita; donde la fortuna no se alió con nosotros, no estuvimos acerados con la puntería ¡qué se le va hacer! La primera de la jornada no se hizo mucho de rogar, ya que apenas llevábamos diez minutos en el monte, cuando Bassucu se quedó en muestra, llegamos al perro, ya estaba Haie y Gitana en el ajo también, por la postura del perro, daba la impresión de que la tenía delante del morro; pero ya no estaba. Unos metros más adelante, se volvió a quedar en muestra, pero otra vez era el caliente ya. De terceras fue más efectivo Otto, esta vez la tenía; pero entre que tuve que cruzar el río y no estaba muy claro por donde, con tanta agua; Aitor estaba muy alejado, y que cuando llegué al perro guio unos metros, pero no pude pasar y tuve que rodear; justo cuando llegaba a colocarme de nuevo “correctamente”, ya estaba en vuelo la arcea; le tiré, pero no estuve acertado y nos fue imposible volver a echarla. La segunda no nos dio opción, los perros la tuvieron bloqueada un buen rato; fue Haie quien la localizó, pero nosotros no pudimos ni llegar cerca; y de segundas, Bassucu dio con ella en la rebusca, esta vez sí logramos llegar a ellos en disposición de tirar, pero la Dama ya había abandónalo el local 😉 La tercera, resultó ser la tercera y la cuarta; el collar de Haie indica muestra e instantes después el de Bassucu; nos dirigimos hacia los perros y cuando estamos acercándonos a la zona, ya vemos a la perra riega arriba, con la cabeza alta y masticando el aire; Bassucu unos metros atrás y más al margen derecho de la riega; nos acercamos a ellos, pronto levanta vuelo la arcea, sale muy rasa; Aitor le tira un tiro y desaparece; justo al disparo se levanta otra arcea, Aitor vuelve a apretar el gatillo, pero no cae; desde mi zona, más abierto a la derecha, un árbol me tapa la visibilidad y soy incapaz de disparar; pero consigo ver en la cabecera de la riega girar ambas arceas hacia la derecha; pensábamos que la primera había caído, pero no nos hicimos con ninguna. Una vez concluidos los rezos y demás comentarios ¡jejeje! vamos en su busca. Relativamente pronto se queda en muestra Bassucu, pero ya no estaba la arcea. Seguimos insistiendo y finalmente los perros entraron en un rincón de monte entre un par de praos y se quedaron los cuatro en muestra; rápidamente emprendió la huida la arcea; pero se equivoco de vía de escape; saliendo al prao donde estaba Aitor, que consigue hacerse con ella. Viendo que inicialmente salieron juntas y tomaron la misma ruta; la otra no debería de estar muy lejos; y así fue. Unos cincuenta metros ladera abajo, Otto, Haie y Gitana se quedaron en muestra y levantó vuelo la otra arcea; pero esta puso muchos metros entre ella, los perros y nosotros. Nos dirigimos en la dirección que tomó y finalmente Bassucu y Otto, volvieron a localizarla, pero esta vez ya se había levantado, ésta ya no quería bromas; no fuimos capaces de volver a echarla. Cerramos la jornada con una y gracias.












 

viernes, 30 de diciembre de 2022

DICIEMBRE

Si cerrábamos un mes de noviembre regulero, tirando a malo; diciembre no lo mejoró en absoluto. Una temporada en la que tenemos varios perros jóvenes, que vemos como jornada, tras jornada, se van apagando nuestras expectativas; no es un año para ellos. Cuatro perros jóvenes que estamos moviendo, alguno está aprovechando las escasas opciones que tiene, pero el progreso va muy lento, muy lejos de nuestras expectativas; entendemos que es lo normal, puesto que apenas están disfrutando de lances, pero la frustración está presente. A ver si en enero inverna algo y revuelve un poco las arceas que están por las zonas más altas, porque si no…vaya resto de temporada se nos avecina.

A continuación, os voy a detallar alguna jornada de este mes y os comparto alguna instantánea de este periodo.

Domingo 4: Ahora ya toca pasar un día entretenido, ese era el pensar al llegar al cazadero; un excelente día, con una helada considerable, diciembre ya…y durante un par de horas, todo apuntaba que así iba ser. Nos adentramos en el bosque y en apenas veinte minutos se queda en muestra Gitana; llegamos a ella y antes de llegar a estar colocados ya levanta vuelo la pitorra, afortunadamente Aitor se puede hacer con ella. Sin apenas acabar de guardar en el morral la captura, Otto en muestra, emprendemos la marcha hacia él y cuando estamos llegando, vemos la arcea volando por encima de los robles ya. Seguimos en su busca, en el segundo levante la lían los perros, tocan de ella, pero la dejan atrás; volvemos a rebuscar, en el tercer levante se vuela sola; en el cuarto levante, la pone Gitana; llegamos bien a ella, nos colocamos y la arcea decide salir contra la perra y en vuelo rasante; desde mi posición no puedo tirar porque dispararía a Gitana, la dejo un poco, fallo el primer tiro y el segundo ya tapada; Aitor desde donde está solo puede tirar una vez y en la lejanía; y se va. Menos mal que hoy parecía que los perros estaban en estado de gracia; porque Otto vuelve a encontrarla, y a la quinta fue la vencida 😉 Lo dicho, eran las once de la mañana y habíamos pasado un rato muy entretenido…pero no volvimos a tocar rastro hasta las tres y media, toda la mañana sin un rastro más. Menos mal que Gitana localizó otra pitorra, aunque no resolvió bien el lance, afortunadamente Levín nos la puso a morir unos metros ladera arriba, con Otto a patrón y pudimos hacernos con ella. A última hora de la tarde, Gitana volvió a quedarse en muestra; pronto Levín y Otto se sumaron al lance; pero en esta ocasión la pitorra ya no estaba, nos había dejado una cagadita bien calentita de regalo; y no conseguimos echarla de nuevo.

Sábado 10: Está claro que para la zona que cazamos, este año no han arrimado las pitorras en la densidad deseada, es lo que hay …”el hombre propone, y la becada dispone 😉” Estuvimos buscando alguna que nos la había liado en jornadas anteriores, pero esta vez ni verlas; da la sensación que no solo han entrado pocas, si no que alguna que había se ha ido. El caso es que nos pasamos la mañana entera sin ver nada; hasta que sobre las tres de la tarde, Bassucu toca unos rastros de pitorra y después de un buen trabajo, la localiza; cuando llegamos a él, ya estaba su socio Fabio en la acción también; nos colocamos y cuando la pitorra levantó vuelo; Aitor se hizo con ella. Buen trabajo de Bassucu, que este año no está nada, nada fino, no es él, ni en su sombra. Resto de la tarde ni rastro, hasta que ya estábamos de retorno al coche y en la última parte de monte que íbamos a mirar, Fabio toca rastros, no parecían frescos, pero tampoco muy viejos; miramos con detenimiento la zona, los perros no iban ya muy sobrados en ese momento, así que tuvimos que casi hacer nosotros el trabajo; pasada para allá, pasada para acá y a la tercera apareció; no llegamos a Otto; vibró el mando y sin casi reaccionar; apareció la pitorra; que se me echó encima y me la tragué del primer disparo, pudiendo alcanzarla del segundo; cobramos y pusimos punto y final a otra “triste” jornada.

Sábado 17: Hoy me tocaba cazar solo, me abandonaron por unas patirrojas ¡jejeje! Aunque no había con quien conversar, por lo menos estuve entretenido. Relativamente pronto, Bassucu localizó la primera arcea de la jornada; tocó unos rastros en una senda del monte, parecían de pasteo, pero el perro se quedó en muestra y seguidamente levantó vuelo una arcea unos metros por delante; pude hacerme con ella, Bassucu la cobró y esperamos a Tito, para que la mordiese. Al rato tocamos más rastros, pero parecía que era el sitio de la arcea que acaba de echar y que corroboraba mi teoría que donde la echamos no era el sitio de estar y la pillamos desayunando. Luego tuvimos otro lance con otra arcea; esta vez lo ganó ella. Bassucu estuvo en muestra un buen rato dentro de una zona muy cerrada de escobas; yo me coloqué en un pequeño claro y crucé los dedos, esperando interceptarla en la huida; pero la arcea no escogió esa vía de escape, no hubo forma de volver a echarla; viendo la zona…lo normal. Luego llegó el lance que llevaba esperando unas jornadas, por fin Tito localizó una arcea; el perro está trabajando mucho, da gusto verlo en el monte, es su primera temporada y con las perdices ya habíamos visto algún lance para bien y alguno para mal; pero con las arceas ni de los unos, ni de los otros…parecía que las esquivaba y llegaba a los lances, con los tiros…pero hoy afortunadamente, topó la primera y tuve la suerte de poder ver la acción; porque me cogió con un buen campo visual, aunque me hubiese venido mejor estar algo más cerca, pero bueno… Vi llegar al perro a una orilla de escobas, justo pegar un giro de cabeza y quedarse en muestra contra una escoba; estuvo un breve instante en muestra, quiso recortar distancia y veo levantar la arcea por el otro lado de la escoba; disparo un par de tiros y no la veo seguir al pasar por unas cotoyas; aunque por distancia…me parece raro haberle pegado. La zona estaba bastante tupida y cuando me estoy acercando, vuelve a echarla Tito; la escucho, pero no la veo; al no lograr verla ni a izquierda, ni derecha…por descarte, para adelante. Tomo esa dirección y a unos cien metros por delante, Bassucu en muestra en la orilla de un pinar; llega Tito, patronea, pero se adentra al pinar y fija la muestra unos metros por delante; sin margen a nada, levanta vuelo la arcea, disparo y no veo la arcea seguir, pero tampoco caer…aunque me parecía que el tiro había sido bueno; después de insistir un rato en la zona; Bassucu la cobra; se la damos a Tito para que tenga su recompensa y cruzo los dedos, para que sea la primera de muchas, en los próximos años 😉 A última hora Bassucu volvió a localizar otra; esta vez, estaba en muestra, pero con una expresión de “…está por aquí, pero no la tengo fijada…” y tal cual, llega Tito, patronea; pero pronto quiere resolver (éste es algo impaciente) rompe la muestra y sale hacia delante; Bassucu rompe la muestra, pero más sutilmente ventea un poco y vuelve a quedarse en muestra; pero apuntando para el lado contrario; lo animo a resolver y a mi voz, levanta la arcea vuelo, afortunadamente estaba colocado muy bien, para lo que finalmente aconteció, pude hacerme con ella y cerrar una entretenida jornada de caza.

Semana navideña: una fantástica semana festiva, donde lo celebramos “a la grande” como dicen los profesionales…Un clavo el jueves; echadas tres, cero tiros, cero capturas. El sábado no cazamos. El domingo; otro clavo, echadas dos, un tiro a la segunda en el segundo levante, cero capturas. Otro clavo el lunes, echadas dos, cero tiros, cero capturas…Ferretería ArceAstur les desea ¡¡¡Felices Fiestas!!!

Bromas aparte, disfrutad de estos días navideños con la familia y amigos; cazar mucho y matar poco 😉 y mucha salud para el 2023, que os permita seguir disfrutando de esta afición.


¡¡¡Felices Fiestas!!! ¡¡¡Próspero Año Nuevo!!!










 

lunes, 5 de diciembre de 2022

NOVIEMBRE

No ha sido un mes para tirar cohetes, para que nos vamos a engañar; pero a base de horas y horas y caminar y caminar, alguna pieza fue apareciendo.

La primera mitad del mes invertimos la mayoría de las jornadas de caza en la montaña, donde finalmente pudimos hacernos con alguna perdiz, se dejó ver algún bando más generoso en ejemplares y alguna conseguimos llevar al morral.

La segunda mitad del mes, destinamos las jornadas de caza, casi en su totalidad, a la arcea, tanto por Asturias, como por León, incluso una visita a la reserva de caza del Saja. Habíamos visto alguna pitorra por la montaña, pero con resultado favorable para ellas. Salvo en una ocasión, en una jornada compartida con Pepín, que después de jugárnoslas dos arceas, la tercera se vino para casa. Pepín que estuvo todo el mes por la montaña, siguió echando alguna más por esas altitudes y pudo hacerse con algunas. En León, en el roble, comenzamos a echar alguna pitorra los últimos diez días del mes, que se animó un poco el tema, pero para las fechas y la zona; no está siendo un año memorable. Por Asturias, es donde menos jornadas de caza hemos disfrutado este mes; tan solo un par de salidas; la primera cerrada con un clavo; echamos un par de arceas, pero ninguna se fue al morral y la otra, parecida en avistamientos, pero con mejor resultado, pudiendo abatir las tres arceas que vimos.

A continuación, os voy a detallar alguna jornada de este mes y os comparto alguna instantánea de este periodo.

Domingo 13: Buen día para la montaña, nublado, frío y sin precipitación…bueno para los perros, bueno para los cazadores 😉 Pronto tocamos rastros de un bando de perdices, pero como suele ser habitual con este bando, sólo nos dejan la mierda…incapaces de verlas; estar, están; pero incapaces de hacerlas volar; cierto es, que la zona donde se encuentran es favorable al doscientos por cien para ellas. Mas entrada la mañana visitamos una zona, donde hacía unos días habíamos tocado de otro bando, perros en muestra, pero no las habíamos llegado a ver, hoy comprendimos el motivo. Llegamos a la zona y pronto se quedan en muestra los perros, Bassucu, Fabio, Levín y Otto…nos vamos acercando Aitor y yo, y de repente, se levantan las perdices, un bando de 6 perdices; a unos cuarenta metros por delante de los perros y unos cuantos más de nosotros, por lo tanto sin opción a tiro, actuando así, imagino que morirán de viejas, pero no por plomo. A media mañana los perros nos volvieron a brindar un bonito lance, con un trabajo impecable por su parte, raro para estos chuchos que tenemos, pero bueno…a veces nos sorprenden. Realizaron una excelente guía a un bando de perdices en un escobal bastante tupido, cuando finalmente las perdices emprendieron vuelo, resultaron ser solo cuatro, que de todos modos, no nos dieron opción a nada. Por la tarde estuvimos entretenidos detrás de otro par de bandos, y esta vez, al menos pudimos apretar el gatillo. El primer bando se volaron solas, las escuchamos y las pudimos ver en la lejanía, fuimos en la dirección que volaron y se fueron a juntar con otro bando. En esta ocasión fue Fabio quien las localizó y mostró; pero no llegamos a distancia de tiro, y nos parecieron más de las que habíamos visto inicialmente; una vez vistos los rastros, sacamos en conclusión lo de que se habían juntado y así fue, también porque a base de revolver para adelante, atrás, arriba y abajo, fueron apareciendo algunas sueltas, gracias al buen trabajo de Fabio. Finalmente pudimos hacernos con un par de ellas, mejor dicho, Aitor; que yo fallé la que me dio media oportunidad. Intentamos dar con el bando que se había levantado sin haberles llegado a tirar, pero nos fue imposible volver a echarlas; la verdad que viendo la dirección que tomaron, se habían metido en el infierno; no las saca de allí nadie.

Jueves 17: Otro buen día para cazar por la montaña, aunque las perdices no nos dieron opción y cuando nos la dieron, no la aprovechamos. Echamos relativamente pronto un bando, bueno…se echaron ellas solas, ni los perros, ni nosotros estábamos “cerca”, de hecho, las vimos de casualidad cuando canteaban una peña; viendo donde iban…ni intentamos buscarlas. Más avanzada la mañana tuvimos en muestra a Gitana y a Haie por una zona, donde solemos echar perdices, pero que raramente nos dan opción al tiro; y hoy fue uno de esos días ¡jejeje! Al comienzo de la tarde Haie localizó un bando en una zona del coto que no habíamos tocado aún esta temporada, grata sorpresa, porque el año pasado, sólo habíamos visto alguna perdiz suelta por la zona; pero en esta ocasión se levantaron unas seis, siete perdices. La perra lo hizo muy bien, pero las perdices no nos dejaron recortarles a penas veinte metros, desde que el mando vibró indicando que Haie estaba a noventa metros en muestra; así que verlas volar y nada más. Se metieron en un leñero que para qué contaros, logramos volver a echar alguna, pero solo de oído…ni ver, ni mucho menos tirar. Cuando ya solo nos quedaba una zona por mirar, antes de retornar hacia el coche, comenzamos a ver rastros frescos e inmediatamente Gitana se quedó en muestra; me acerco a ella y me sale un bando a morir; lo que llevaba esperando desde el veintitrés de octubre; diez, doce rubias levantando a cinco metros del hocico de la perra; ni una ¡¡ni una!! Aitor en ese momento estaba un poco alejado no le había dado tiempo llegar al lance, llegó para escuchar mis rezos. Vamos en busca de una que se había tirado relativamente cerca, la localiza Gitana y Haie y esta vez conseguimos abatirla, un macho de medio kg y unos cien años 😉 Nos dirigimos en busca del bando, pero erramos en como entrar la canal donde nos parecía que podían estar y cuando las localizaron las perras; estábamos fatal y no pudimos tirarles.

Jueves 24: Hoy tocaba pitorrear…y pronto en la mañana tuvimos un par de lances, dos lances que se quedaron en nada. Un par de muestras de Bassucu, en dos zonas muy querenciosas, pero que lo único que había era mierda y no fuimos capaces de volver a echarlas. Bien entrada la mañana, Bassucu volvió a quedar en muestra, cuando estábamos llegando a su posición, rompe la muestra y seguidamente, unos metros más allá, se queda Fabio; nos acercamos a la zona; ya estaban con él, Bassucu y Otto a patrón; emprende la huida la pitorra y de un buen segundo disparo Aitor se hace con ella. Un rato después, desconocemos de donde, nos sobrevuela una arcea ladera abajo, imaginamos que los jovenzuelos, que andan un poco alocados, algo tendrían que ver…pero tampoco podemos asegurarlo. Vamos en su busca y es localizada por Bassucu, Otto se acerca, cautelosamente lo sobrepasa y se queda en muestra; Fabio respeta la muestra de ambos unos metros por detrás. A mí me cogió fatal colocado, demasiado encima de los perros (viendo que tenía a Otto a dos metros de mis botas, intentaba ver la pitorra en el suelo), llega Tito, patronea un instante; pero éste que es algo “impaciente” intenta resolver y no levanta vuelo nada; los veteranos pronto le dan salida al peón, ladera arriba y unos cuantos metros por delante levanta vuelo la pitorra, pero consigo alcanzarla de un disparo. Al rato, relativamente cerca de éste lance, Fabio se queda en muestra a unos setenta metros ladera arriba, pero cuando vamos llegando rompe la muestra, no llegamos a verlo puesto, ni tampoco nada volar; así que seguimos ruta. Pero al rato, Fabio vuelve a quedarse en muestra más arriba aún en una matuca de cuatro robles, en medio de una campera; llegamos a él y nos colocamos; viendo la muestra del perro, la tiene a un metro del morro. El resto del equipo canino están por ahí y no participa ninguno; hasta que decido tirar una piedra y justo entonces llega Tito, sale detrás de la piedra y casi pisa la arcea, que levanta vuelo y es abatida por Aitor. El resto de la jornada no tocamos ni rastro y aprovechamos hasta última hora; imaginamos que tuvimos la suerte de dar con estas tres pitorras que estaban relativamente cerca; ya que entre la primera y la tercera habría quinientos metros como mucho; y el resto de la jornada (cuatro horas) no tocamos ni rastro.

Martes 29: Hoy disponíamos de un par de permisos para cazar en la reserva del Saja, Aitor en un lote y yo en otro. A priori buenas zonas, buena fecha y viendo que parecía que se avecinaba un frente y cambio de tiempo, quizás podíamos ver alguna sorda. Aitor estuvo entretenido intentando dar caza a tres sordas que echó, gracias al buen trabajo de Fabio y Haie; pudo finalmente hacerse con una. Por mi parte, estuve también bastante entretenido; hoy me llevé solo a Gitana, a ver si este año ya coge la alternativa y hoy estuvo a la altura de mis expectativas; cierto es, que el cazadero era bueno de andar, había caza y los lances fueron espaciados, pero continuados en la jornada. Al adentrarnos en el monte, ya tocó de rastros de pasteo la perra, y por un instante, creí que la primera no se iba hacer de rogar mucho cuando vi a Gitana en muestra contra una orilla de pradería y monte, que ponía “arcea segura” ¡jejeje! Una vez que ya nos adentramos en el bosque, la perra cazó bien y no tardó mucho en localizar lo que podría ser la primera de la jornada, muestra Gitana a unos ochenta metros de mí, ladera arriba; pero rompió la muestra antes de que llegase a ella, y ni vi, ni escuché nada; así que seguí ruta. Un rato después, Gitana se quedó en muestra, apuntaba a un acebo de buen tamaño y bastante tupido; tenía que escoger, cubrir un lado u otro; cuando levantó vuelo la sorda estaba en el acebo contiguo; del lado que no cubría ¡jejeje! Nos fuimos en su busca y de camino me encontré con otro cazador; justo acababa de tener sus perras en muestra, pero no la había visto levantar, todo apuntaba que era la que instantes antes había echado. Estuvimos charrando un poco y seguimos ruta; por cierto, gente con la que te encuentras en el monte y da gusto compartir un rato de charla. Pronto me vuelve a indicar el mando que Gitana estaba en muestra unos sesenta metros ladera arriba y cuando iba acercándome, ya escucho al cazador que me había encontrado avisarme, ¡asturiano! ¡asturiano! ¡las perras están puestas aquí! Muy amablemente me cede la posición ventajosa para tirar y él realiza el trabajo “sucio” de arrimarse a las perras y hacer levantar la sorda, que abato de un disparo y que cobra su perra. Un placer haber coincidido, señor Iglesias. Cada uno sigue su ruta y al medio día, Gitana vuelve a poner otra sorda; esta vez me aproximo a ella y justo cuando llego, levanta vuelo unos metros por delante, pudiendo hacerme con ella. Hasta casi última hora no volvimos a tocar rastro; pero Gitana hoy quería darme la oportunidad del cupo y volvió a ponerme otra sorda. Cuando llegué a ella y la vi; ya me parecía que el resultado iba depender de la ruta de huida de la sorda; una zona muy espesa de acebos, la perra apuntaba a un lateral, cubrí esa zona…pero la sorda apeonó y levantó por el otro lado; cuando logré verla le tiré un par de tiros, pero sin fortuna. En la rebusca se levantó sola y ya no nos dio opción a un tercer levante, por la hora que era y la ruta que cogió. Lástima no haber podido dar la recompensa a Gitana, que hoy realizó un buen trabajo; no como el dueño 😉













miércoles, 2 de noviembre de 2022

ARRANCANDO UNA NUEVA TEMPORADA...

Iniciada la temporada ya hace unos días y después de poco más de media docena de salidas, “la cosa no pinta bien”…al menos en la montaña (en la zona que cazamos); aún es muy pronto para aventurarse a predecir como se desarrollará la temporada becadera. Pero con las perdices podemos ya sacar conclusiones, están las que están, no se las espera con los vientos del norte 😉 Y después de varias salidas tras ellas, podemos decir que la primavera y el verano no han sido benévolos con ellas, mal año de cría…bandos de rubias bajo mínimos de individuos, que ni siquiera están dando oportunidades a los perros; pocas perdices, perdices adultas y resabiadas que no dan ni media oportunidad a los chuchos; dando por hecho, que esta situación no invita a echar la escopeta a la cara. Si bien es cierto, estamos poniendo en contacto con la caza los perros más jóvenes gracias a las pardillas; que parece que les va mejor poblacionalmente.

Conclusión…unos cuantos kilómetros encima para ir poniendo las piernas a tono, unas buenas mojaduras, ahorro de cartuchos y morral vacío.

Sobre las arceas, obviamente poco que contar en estas fechas. Hemos echado una el 22 de octubre, que nos tuvo entretenidos la mañana. Gracias al buen trabajo de Bassucu y Haie, conseguimos echarla cuatro veces, pero sólo una vez se le pudo tirar y no hubo fortuna. Comenzaremos a hacer instrucción por el monte, a ver si va apareciendo alguna, a partir de ahora.

En general la perspectiva de la temporada no es halagüeña, tenemos varios perros jóvenes (demasiados), con buena pinta alguno, pero sólo eso…buena pinta. Los veteranos, se han jubilado; alguno se han cogido media jornada por convenio, alguna baja por enfermedad, todo ello sumado...hace que la perrera esté en cuadro. Deseamos que en el transcurso de la temporada las ilusiones se transformen en realidad porque de no ser así, el bache canino que estamos atravesando, puede convertirse en socavón. Y cruzar los dedos para contar con una densidad de arceas aceptable para que los perros jóvenes puedan tener suficientes experiencias, porque de no ser así…¡estamos jodidos! ¡jejeje!

 Desearos a todos que tengáis una buena temporada de caza y disfrutéis de muchos lances en compañía de vuestros amigos y chuchos 😉

                          ¡¡¡Suerte y a disfrutad del monte!!!

Bassucu

Tito y Haie

Bassucu, Gitana y Otto

Otto

Tito y Haie

Bassucu, Haie y Fabio

Bonito paraje...