Si bien no veíamos ni rastro de becada hasta las once y pico de la mañana, luego se nos acumuló el trabajo. Y en unos doscientos metros cuadrados echamos tres arceas; arceas que por donde estaban, su comportamiento y lo delgadas que estaban eran de entrada. A excepción de la primera, que fue abatida por Pepín tras la muestra de Lucas y Lola; para las otras dos necesitamos un par de levantes. Una fue localizada y mostrada por Rey y Brisa; y la otra por Lucas, en estas ocasiones el "killer" también fue mi amigo Pepín.
Y después de un par de horas localizamos la cuarta del día; esta ya llevaba unos días por allí, tenía bastantes rastros por la zona, la cuál conocía muy bien por como nos la lió en varias ocasiones. La logramos abatir al quinto levante, después de dejarla herida ya en el segundo y no se cuantos tiros ¡je,je! vaya dura que era.
Finalmente, después de una muestra de Rey y viéndola yo en el suelo, logré abatirla del segundo disparo; por poco se va. Esta última arcea nos hizo sudar bastante para conseguir hacernos con ella, pero mereció la pena.
Un agradable día y con un buen final.
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