Este jueves me acompañó mi padre a cazar, él no caza, pero aprovechó
para hacer un poco de ejercicio. El día estuvo bastante mal, sobre todo porque me
hubiese gustado que mi padre hubiese disfrutado de alguna muestra de los perros
y no hubo suerte, eché un par de arceas, pero intratables. La primera una loca
de la vida que salió sola y a una distancia de los perros que no sabría ni
calcular…y con las mismas desaparecida. La segunda se hizo de rogar, hasta bien
entrada la mañana, pero tampoco dio muchas opciones. En este caso si es cierto
que las perras marcaron algo de rastro, pero la arcea salió a unos 20 metros
por delante de Ospa, Brisa estaba bastante más abajo y Sir por otra zona; pero ninguno se enteró de que había salido. De segundas, porque la escuché
levantarse y pude verla un poco zigzaguear entre unos pinos, los perros no se
habían ni siquiera acercado a la zona por donde estaba la becada y yo estaría a
25/30 metros, y ya no hubo una tercera vez. Hoy me tocó lidiar con un par de
locas, que se va hacer…
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