miércoles, 16 de enero de 2019

SEMANA 02


Jueves: otra jornada del tipo de las últimas, donde vemos arceas para entretenernos, pero que no somos capaces a matar, o bien no se dejan, o no pegamos a un hórreo, hoy tuvimos un mixto ¡jejeje! La primera del día la puso Fabio, llegó el padre a patrón y un rato después el hermano, Pirlo; parecía que la arcea se nos iba ir ladera arriba, pero “el hombre propone y la arcea dispone”, ni hizo lo esperado, yo ni tirar y Aitor un par de tiros, pero no en buenas condiciones, conclusión ¡bye,bye! La segunda, escuchamos el collar de Levín, un par de pitidos, seguidamente el de Orange y Fabio comienzan a sonar; nos dirigimos a la muestra y estaban los tres ya con la arcea, levantó vuelo y Aitor se hizo con ella. Luego aconteció la gran cagada de la jornada, firmada por un servidor. Pone Fabio, llegan a patrón el resto de perros, pero la arcea les había cogido ventaja, es Levín quien la bloquea finalmente y me bota casi de los pies, un par de tiros y a criar…hoy sacamos la de los ojos negros, podría excusarme en que la escopeta no era “la adecuada”, pero la realidad es que soy un paquete ¡madre mía! Luego pusieron otra Orange y Fabio, pero aún estamos esperando que salga. Y otro lance fantasma de estos, donde se quedó en muestra Orange, Pirlo debió escuchar salir la arcea o la vio, porque salió ladera arriba escopetao, nosotros no vimos nada, pero un rato después el perro no regresó y comenzó a sonar su collar, pero no llegamos a tiempo. Y la última de la jornada, fue mostrada por Orange, nos la jugó un poco en la huida y sólo pude realizar un disparo, no hubo fortuna y en la rebusca la puso Fabio y Orange, pero ya no estaba. Lo dicho, una jornada entretenida, pero con poca recompensa.
 

Sábado: Pepín a la montaña, consiguiendo descolgar un perdiz a ultimísima hora de la tarde, la única oportunidad que tuvo en toda la jornada. Aitor a los robles castellanos, haciéndose con dos pitorras y moviendo alguna más. Y yo haciendo el canelo, como de costumbre. A falta de realizar inventario a diez de febrero, estoy a punto de abrir una ferretería, ya que no sé qué hacer con tanto clavo. Eché un par de arceas, que sólo me permitieron escuchar su aleteo en el segundo levante; este año Levín está empeñado en joderme; y decide ir en sentido contrario del que yo quiero;  hoy dos veces fue a poner una arcea ladera abajo, justo cuando yo estaba arriba del todo; así que de primeras en ambos casos no llegué a tiempo. De segundas ambas las puso Xana, al menos tuve la opción de escucharlas salir, pero ni encarar la escopeta. Más entrado el medio día, visité una zona donde hacía un mes, Aitor y yo creímos haber movido dos arceas, pero no las habíamos visto, hoy ambas con el mismo comportamiento que entonces. Porque la confianza en Xana es ciega y los rastros están allí, sino pensaría que está a gamusinos. Por la tarde paré en otra zona, donde la semana pasada se me había escapado una que puso Pirlo, aproveché a sacar un poco a Bassucu (Basso Jr. de La Biesca) a ver si va pisando un poco de monte. La arcea ya no estaba por la zona, o al menos, ni Pirlo, ni Duna, ni el jovenzuelo consiguieron localizarla.


Domingo: hoy acompañamos a Omar y Andrés por su territorio ;-) Una jornada entretenida, pero una vez más, con recompensa poco gratificante. Movimos varias arceas, pero sólo pudimos hacernos con una, que fue a la única que se pudo tirar; este año es la tónica habitual para nosotros y no acabamos de entender el motivo, los chuchos son los mismos, los escenarios también, nuestra forma de cazar no ha cambiado… ¿serán ellas qué están evolucionando o nosotros que involucionamos?
 

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