Martes: última
escapadita de la temporada a Cantabria, pero este año no estamos finos por la
comarca vecina. No vimos nada, tocamos rastros de dos sordas, muchos y no muy
atrasados, pero por más que rebuscamos por la zona, no hubo forma de localizarlas.
Nos fuimos con la sensación que se habían movido de la zona, probablemente
debido al temporal de nieve que se avecina, ya que el coto está alto. Otra
opción era que las hubiesen matado, pero el coto llevaba sin cazarse desde
hacía una semana…sea cual fuera la causa, el caso es que sólo nos dejaron la
mierda ¡jejeje!
Jueves: mañana
aburrida la de hoy, donde echamos una arcea nada más entrar en el monte; tres
levantes, primero Orange, luego Levín y finalmente Orange, sólo en esta ocasión
la pudimos ver y yo tirar, pero no hubo fortuna; si Pirlo no la hubiese cagado,
a Aitor le hubiese dado tiempo a colocarse mejor y él estaría en mejor posición
para el tiro, que yo, quizás la suerte de la pitorra hubiese cambiado, pero
como veis hay demasiado “hubiese” en este párrafo ¡jejeje! Hasta que cambiamos
de cazadero a las dos, no volvimos a ver nada. Estuvimos un rato entretenidos
detrás de otra arcea, que le dimos tres o cuatro levantes, gracias al
excepcional trabajo de Orange y su hijo Fabio, que no le dieron tregua.
Nosotros sólo pudimos verla en el último levante, con los cuatro perros a
muestra y con la fortuna de poder abatirla en la única oportunidad que nos dio.
Luego movimos otra, pero que no conseguimos ver, muchos rastros, todos los
perros en muestra, pero no hubo forma de encontrarla y eso que insistimos en la
zona bastante. Y cuando la tarde entraba en su recta final dimos con otra que
nos tuvo entretenidos hasta última hora; cinco levantes, algún que otro tiro,
pero libró… El primer levante debió ser el vivo retrato de lo que nos pasa en
otras ocasiones esta temporada, llegan los perros…muestran y no hay nada.
Estamos esperando por los perros que estaban en una zona a nuestras espaldas,
bastante alejados de nosotros, cuando escuchamos el aleteo de una arcea
levantando vuelo y la vemos un segundo, en una mata que teníamos cincuenta
metros por delante de nuestra posición, aún estamos esperando saber que mosca
la incordió e hizo que levantase vuelo sola. De segundas la puso Orange, y el
resto se unieron al lance; les ganó unos metros y nos la jugó a nosotros, que
le pudimos tirar, pero no hubo suerte. Luego la puso Levín, llegaron el resto
también y definieron el lance Levín y Fabio,
pero la arcea les ganaba metros rápidamente, ellos no anduvieron en
bromas y nosotros no podíamos avanzar en condiciones por culpa la vegetación,
esta vez la escuchamos salir. A la cuarta, muestra Orange y Fabio, pero ya la
había escuchado levantar yo el vuelo instantes antes. En el quinto levante la
pones Levín, y esta vez o el o el socio (Pirlo) apretaron demasiado y no
llegamos a poder situarnos correctamente, aún así Aitor apretó el gatillo, pero
no hubo suerte.
Una imagen vale más que mil palabras... |
A falta de chubasquero... |
Resumiendo...el de los bretones y un servidor, esta semana
cazamos cuatro jornadas, unas veintiséis horas, rodamos unos mil quinientos
kilómetros, para colgar una arcea. Está claro que esto no es lo nuestro
¡jejejeje!
Y tranquilos, no dejamos de poner fotos de caza muerta,
simplemente es que no matamos nada; si algún día volvemos a matar alguna pieza,
volveremos a publicar la foto correspondiente ;-)
Por León... |
Por Asturias... |
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