Sábado: jornada
la de hoy, con sabor agridulce, estuvimos bastante entretenidos detrás de
varias arceas, pero no conseguimos abatir ninguna. Si bien es cierto, que dos
arceas nos dieron una pequeña opción, pero yo resbalé en mi oportunidad y Pepín
se enganchó con una rama en la suya; y el resto no querían bromas. Por la
mañana echamos cuatro arceas, con las dos primeras estuvieron Sira y Pepín entretenidos
un buen rato; luego Sira nos brindó el lance de la jornada; se sacó de la manga
una arcea en medio del puto infierno, sitio muy cerrado y de difícil acceso
para nosotros, Pepín se adentró en su busca, como buenamente pudo, y yo me salí
para rodear la zona e intentar aproximarme a la perra por el otro extremo.
Cuando estaba relativamente cerca, Xana se queda en muestra, Duna (que sigue en
su línea) entra y levanta la arcea, afortunadamente me la echa hacia mí, pero
resbalo en el momento clave y no puedo tirarle. Mientras tanto Pepín consigue
llegar a Sira, que por un instante dudamos si estaría con la arcea que acababa de poner Xana, pero no,
eran dos que estaban relativamente cerca. Sira llevaría tranquilamente más de
diez minutos en muestra; mi amigo hace que rompa la muestra y levanta el vuelo
la arcea, pero al subir la escopeta para el encare, se engancha en una rama y
no le puede tirar; yo ni verla. No conseguimos volver a echar ninguna de las
dos. Cambiamos de zona y tuvimos en muestra a Xana con una arcea, que sólo
escuchamos salir y a Sira más tarde, con otra que ni ver, ni escuchar…sólo
contemplar como salía detrás de ella la perra. Cuando retornábamos dirección el
coche echamos otra que se levantó sola, sin dar opción a las perras.
Menos mal que al tercero en discordia le iba mejor por
tierras castellanas, pudiendo hacerse con un par de pitorras.
Nuestros amigos, Pedro y José, siguen disfrutando tras
perdices y becadas por tierras extremeñas. Pedro encantado con Sena de Villa
Astur, la hermana de Sira. También está aprovechando la temporada nuestro amigo
Emilio, desde la comarca leonesa de Laciana, nos envía un par de fotos de sus
perras, Sella (hija de Lola) y Rasta de Peñalba.
Pedro y José, tras una buena jornada. |
Rasta y Sella con la pitorra cobrada |
Rasta y Sella con sus perdices. |
Domingo: para
terminar el año teníamos una cacería de perdiz en la Reserva de Somiedo, zona
de Lena-Pajares. Donde disfrutamos de un maravilloso día de montaña, en cuanto
a la climatología, porque la zona estaba peladita de perdices. El propio guarda
nos adelantaba que en la zona había tres bandos de perdices, pero que tenían
pocos ejemplares, 4, 5, 6…no más, cuestionable la gestión de la Administración
(una vez más). Echamos un bando, del cual sólo las escuchamos salir, pero por
el ruido, no eran más de tres o cuatro. Otro bando que puso Suzuki y Levín,
donde vimos seis perdices y donde pude tirar a una, pero sin fortuna…y fin de
la jornada, caminar y caminar, pero ni una perdiz más dio la cara y apenas
rastros fuera de las zonas donde si echamos las perdices. Un día por la montaña
entre buena gente y una merienda que estuvo muy amena para poner el punto y
final al 2018.
¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!! |
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