lunes, 5 de diciembre de 2011

SABADO 03 Y DOMINGO 04 DE DICIEMBRE

Este sábado echamos tres becadas y logramos hacernos con dos. Después de un jueves bastante aburrido y con escasez de arceas, la climatología había vuelto a dar un giro y esperábamos que hubiese algo de movimiento. La verdad es que anduvímos mucho monte y no dimos más que con tres. La primera fue mostrada por Rey en una zona preciosa de acebos y escobas, y abatida de un certero disparo de mi amigo Pepín. La segunda fue localizada y mostrada por la setter de mi compañero, Lola (hija de Dum de Senegiro), y una vez más abatida por el dueño de la perra. Después de unas horas de búsqueda infructuosa, decidimos separarnos para dirigirnos hacia el coche por dos riegas, por una iría Pepín y por la otra un servidor. Al poco de entrar en la riega, Rey comenzó a marcar rastros de arcea, algo atrasados, pero cuanto más subíamos por la riega, más se calentaba el perro. Hasta que se quedó en muestra, y unos metros por delante y en la otra orilla del regatu, Brisa hacía lo mismo. Me adelanté a ellos y estos fueron guiando y mostrando durante unos metros más; pero la arcea tenía prisa y apróximadamente unos cuarenta metros por delante de los perros se levantó; larga y algo tapada, igualmente yo le tiré, pero no hubo suerte. En la rebusca fué bloqueada por Brisa entre unas escobas imposibles de atravesar por mí, me coloqué en un alto, esperando poder ver salir a la arcea, pero no era mi día de suerte. Así que con estas nos fuimos para el coche, al llegar me encontré con Pepín, que no había visto nada.


El domingo fuí invitado por la cuadrilla de Carlos a cazar con ellos en Nava. El día prometía, pero sólo se quedó en eso...una promesa. Seis cazadores, en un cazadero, para mi gusto, de los mejores (al menos de los que yo haya estado en Asturias) y sólo se logró abatir una becada y una agachadiza. Si es cierto que se movió alguna más, pero no muchas y todas ellas con un denominador común "estaban rabiadas". Carlos y yo movimos una casí al comenzar, aunque no logramos verla, horas después fue tiroteada por Laureano, sin fortuna. Echámos una otras dos veces, en la primera ocasión mostrada por Rey, pero ya no estaba y en la segunda, se levantó sóla unos sesenta metros por delante de nosotros; aunque esta vez si conseguí verla, pero no logramos echarla de nuevo. Laureano mató una becada mostrada por su joven setter Menta (hija de Mago de Sosobal) y la que ya mencioné que había tirado sin suerte. Diego y Chema también movieron otra, que estaba también intratable; y Atilano más de lo mismo. Vamos que no nos acompañó la suerte. Por la tarde dimos otra mano a unas rieguinas más cercanas al coche, esta vez saqué a Besta. El resultado de la tarde fué peor que el de por la mañana, no movimos ni una pitorra, ni un triste rastro de ellas. Aunque Besta dió con una gacha en un trozo de prao en medio de un monte, que trabajó muy bien el rastro y la mostró unos segundos, tuve la suerte de poder abatírsela y le costó, pero logró cobrarla también. Así que al menos el día terminó con un final feliz, ya que la joven Besta se ha estrenado con su primera pieza salvaje; no ha sido una arcea, pero es su prima pequeña ¡je,je!
Dar las gracias a Atilano, Carlos, Chema, Diego y Laureano por la invitación, y a ver si en otra ocasión la suerte acompaña un poco más. Un saludo a todos.



Fran que se fué sólo para León, consiguió echar una pitorra en un par de ocasiones y colgarla al segundo levante, después de que la intensa niebla matinal se despejase. Ambas veces trabajada por su perra Aura (hermana de Brisa).

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