De este jueves poco hay que contar. De hecho las únicas arceas que ví fueron las de las pegatinas del remolque. Si es cierto que eché una becada dos veces pero ni la ví. La primera vez la puso Brisa y cuando estaba llegando la perra ya había roto la muestra y la arcea ya no estaba; al rato, de nuevo Brisa y esta vez patroneada por Golfo, lograron bloquearla contra un matu de escayos, pero la muy jodía apeonó entre los escayos y sólo pude oirla levantar el vuelo.
A medio día se levantó una viento bastante fuerte y cuando llegué al coche sobre las dos decidí dar por finalizada la jornada.
Con estas temperaturas tan primaverales y el viento que hacía, daba bastante asco estar en el monte. Espero que la climatología cambie pronto, porque a lo tonto, ya estamos en diciembre y el tiempo no mejora para los intereses de los becaderos.
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