SABADO 24 Y LUNES 26 DE DICIEMBRE

El sábado tuvimos un día entretenido, echamos cinco arceas y una gacha, y se lograron abatir tres y la agachadiza. Todas ellas de la mano de mi amigo Pepín, que no perdona la vida a ni una; yo en cambio sigo con la mala racha de este mes, y cada vez me hago más ecologista ¡je,je!
Al rato de comenzar la jornada, Brisa echó la primera, ni nos dimos cuenta prácticamente, pero de segundas la mostró, aunque, tanto Pepín como yo, estábamos lejos. Aún así, le tiré los dos tiros, pero sin fortuna. Y no conseguimos volver a echarla. A media mañana Lor le mostró una arcea a Pepín, que después de una fabulosa guía, Pepín logró abatir. Yo estaba lejos y sólo escuché el disparo. A los pocos minutos, de nuevo localizamos otra dama; en esta ocasión es Lola la que la bloquea entre unas escobas; nos llevó un rato dar con la perra, que estaba bastante lejos, Pepín se acercó a la muestra de Lola y yo me quedé fuera de las escobas; cuando la arcea salió, mi compañero, de un rápido disparo la bajó al suelo; yo no pude verla. Sería aproximadamente medio día y no conseguimos ver más hasta casi las cuatro de la tarde.
En ese instante vivimos uno de los lances, hasta el momento, más bonitos de la temporada. En una rieguina de unos cincuenta metros y con ambas laderas de escobas; los perros nos tuvieron en vilo durante unos minutos, donde disfrutamos de las muestras y guías de Lola, Lor, Brisa y Rey; llevando la iniciativa en todo momento la setter de mi compañero; y finalmente resolviendo ella y Brisa el lance, y materializándolo Pepín de un tiro genial. A los pocos minutos Rey se quedó en muestra en otra riega muy cercana, pronto llegaron el resto de perros que comenzaron a rastrear la zona, dando indicios de que otra arcea había estado allí, e instantes después; de nuevo Lola, la iba guiando, pero en esta ocasión nos estábamos adentrando en una zona muy cerrada de escobas y cuando; tanto Lola, como Brisa, que terminaba de unirse al lance, la tenían bloqueada y yo estaba entre las perras, sólo pude oir el aleteo de la arcea al salir un par de metros por delante, sin dejarse ver ni una décima de segundo. Volvimos a escuchar los collares de los perros, pero no pudimos adentrarnos más entre las escobas y tampoco pudimos ver de nuevo la arcea.
Lo dicho, un día entretenido.

Helada con la que amanecía el lunes.

Golfo mostrando agachadiza.

El lunes amanecía un día muy frío y con una fuerte helada, así que decidí cazar en una zona de pinos. Hoy cazaba sólo, así que me llevé todos lo perros, con la intención de turnarlos. La jornada comenzaba animada, ya que nada más entrar en el cazadero el collar de Brisa comenzó a sonar, cuando estaba llegando a la perra, ya observé por el suelo que había rastros de arcea, pero esta ya no estaba, estuve un buen rato intentando localizarla, pero no lo conseguí. Más adentrada la mañana otra muestra en otro pinar, en esta ocasión de Rey, animó la jornada pero al igual que a primera hora la dama ya se había ido, y tampoco logré volver a echarla. Decidí cambiar de cazadero y fuí en busca de una de las arceas que se nos habían escapado el sábado; pero ni rastro. Sobre las cuatro de la tarde, recogí y me fuí para casa, de camino saqué a Golfo en un prao a gachas; ya que al final se había quedado en el remolque todo el día.
Seguiré intentando hacerme con alguna pitorra el próximo sábado, y despedir el año como Dios manda.