Lo primero, perdonar, pero en esta ocasión no hay foto; en esta salida no hemos capturado nada y además las condiciones climatológicas no me dieron opción a fotografiar el cazadero, que por cierto era precioso.
El jueves, Laureano y yo, teníamos permisos para una cacería en la reserva del Saja. El día amanecía nublado y amenazaba agua, pero lo que no contábamos era que la niebla nos echase para casa antes de lo previsto.
Como ya he dicho, precioso cazadero, un monte de acebos y helechos con algunos pastizales por el medio y varios regatos de agua entre el monte, vamos muy guapo. Pero lo más importante, las sordas, no estaban por allí; si bien es cierto, que mi compañero Laureano tuvo en tres ocasiones a su setter Baso en muestra en una riega, no vió nada, pero por el comportamiento del perro estaba seguro de echar una sorda en tres ocasiones, riega arriba. Yo por el contrario, no tuve opción de poder disfrutar ni de una muestra de mis auxiliares, que en esta ocasión fueron Rey y Karim. Y la jornada no nos dió para mucho más, ya que a media mañana hizo acto de presencia una intensa niebla, acompañada de lluvia, la lluvia no importaba pero la niebla nos echó para el coche, ya que era imposible ver a más de cinco metros. En el cazadero también había al menos otros tres cazadores más, pero imaginamos que con un resultado muy parejo al nuestro, ya que no escuchamos ni un sólo tiro y cuando llegamos a nuestro coche, el de ellos ya no estaba.
Esperemos que el fin de semana sea algo más entretenido y podamos despedir la temporada con alguna arceuca.
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