lunes, 12 de noviembre de 2012

SABADO 10 Y DOMINGO 11 DE NOVIEMBRE

Recuperando fuerzas.

Parece que la climatología está caprichosa y últimamente nos regala unas jornadas de caza muy pasadas por agua....Como estos días, un fin de semana pasado por agua y sin ver ninguna arcea.

El sábado coincidimos desayunando con Alejandro y su padre, Juan, que le acompaña muy a menudo al monte. Así que se unieron a Pepín y a mí y nos fuimos a la misma zona del coto.  Una vez allí nos dividimos el cazadero y le dimos una buena mano y el resultado fue nefasto, ni siquiera un rastro de una arcea entre los tres, buffffff.....
Bonito arcoiris, de regreso a casa.
Sobre las dos y media llegamos al coche con otra buena mojadura, nos cambiamos de ropa y aprovechamos para comer algo durante una pequeña tregua que nos dio la lluvia, con el aperitivo dimos por zanjada la jornada.
Brisa y Baso.


 El domingo cambié de provincia, en esta ocasión me iba hasta Cantabria en compañía de Laureano, como suele ser habitual siempre que cazamos en el Saja. Era nuestra primera cacería en la reserva cántabra de la temporada y nos tocaba un lote nuevo para nosotros; que por cierto nos gustó mucho.
El día amanecía frío y con una lluvia intermitente, que incordiaba bastante. Comenzamos a cazar y después de llevar un rato juntos, nos dividimos por dos zonas próximas del cazadero.
Laureano y la sorda del día.
Sin tardar mucho tiempo, Baso, el setter de Laureano, localizó un sorda y su dueño cumplió en el lance, así que se colgó la primera de la jornada, y resultó ser también la última. En otras ocasiones tuvimos los perros puestos, pero sin ver ninguna arcea. De hecho, a Brisa (y a mí) la volvió loca una arcea en un mata de cotoyas de un par de metros de altura donde una sorda no hacía más que reírse de nosotros, varias muestras y ni verla, al menos estuve un buen rato entretenido. Pero la jornada no dio de más.

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