martes, 2 de enero de 2018

SEMANA 52



Lunes: breve escapada al monte hoy, para poder llegar a tiempo a comer con la familia, y a pesar de ser breve, fue fructífera. Nos dividimos el cazadero, Toño por la zona más alta y Pepín y yo más bajos;  para media mañana habíamos conseguido hacernos con siete arceas. Toño por su parte hizo el cupo, nosotros nos hicimos con otras tres y otra más que pude abatir de regreso al coche. La primera la pusieron los perros, pero ya no estaba cuando llegamos, de segundas la puso Xana y mi amigo consiguió abatirla. Luego Xana nos puso otra que se nos escapó y que de retorno al coche la puso Levín y se me fue también. Estuvimos con otra bastante entretenidos, cinco levantes. De mano la pone Xana y me la trago,  fallo y el segundo no lo tira ¡bufff! que rabia. Luego se levanta sola, luego la ponen todos los perros, Xana, Wolf, Levín y Sira; pero ya se había ido; después Sira da con ella, pero sale larga y Pepín no hace blanco. Finalmente la pone Xana y Levín y tengo la suerte de poder abatirla. Un rato más tarde Wolf comienza a dar mucho rastro y termina quedándose en muestra, instantes después Levín se une a el, para entonces, tanto Pepín, como yo, estábamos ya bien colocados; sale la arcea y mi amigo la abate. Nos encontramos con Toño y Pepín siguió cazando con él, tenía ganas de ver como trabajaba el excepcional setter de Toño, Dendaberri Suzuki, lástima que no hubo más lances. Yo tenía que irme y retorné para el coche, de camino de vuelta, Xana se queda en muestra y en segundos la arcea levanta el vuelo, con la fortuna de cara, emprende la escapada en mi dirección y consigo hacerme con ella. Lo dicho, breve, pero buena mañana de caza en el día de Navidad.



Sábado: última jornada del presente año por Asturias y despedimos con otra jornada amena, donde tuvimos varios lances y pudimos hacernos con cinco arceas; con la nota negativa de haber dejado la sexta en el monte, no conseguimos cobrarla. La primera fue puesta por Wolf, aunque nos lo puso un poco difícil para llegar a el, la fortuna estaba de cara y cuando, por fin, estábamos llegando al perro, la arcea le salió delante a Pepín, que la pudo abatir. La segunda fue puesta por Levín, Wolf y Sira, la verdad que fue llegar a ellos y salir la arcea, no dio opción a mucho, yo sólo pude ver el bote y fue mi amigo quien hizo blanco desde su posición; aquí lo que nos costó bastante fue cobrarla, ya que cayó en un lugar de difícil acceso tanto para nosotros, como para los perros y finalmente después de un buen rato, conseguí encontrarla sumergida en el agua de un regato, con solo un ala fuera, que fue lo que logré ver. La tercera, de nuevo, tuvo como protagonista a Wolf y esta vez de un magistral disparo el dueño volvió hacer blanco; yo no llegué a ver el lance, sólo lo escuché en la distancia. La cuarta, después de un buen trabajo de Wolf, Levín y Xana, que consiguieron ponernos a tiro la arcea, fue la que se nos quedó en el monte sin cobrar. La quinta fue puesta por Xana, pero me faltaron cinco segundos para poder llegar en condiciones de tirar,  sólo pude ver escapar la arcea, sin tiempo ni de encarar la escopeta. De segundas la pusieron los cuatro perros, pero ya no estaba y del tercer levante, fue Levín el encargado de mostrarla y pude abatírsela. Luego nos encontramos con el tercero en discordia ;-) que había estado cazando sólo por otra zona y juntos echamos la sexta de la jornada; de primeras se levantó sola y de segundas la puso Orange, ambos pudieron tirarle, haciendo blanco, poniendo el punto y final a un buen día de caza.


Domingo: hoy fuimos a despedir el año hasta León, a pesar de la mala temporada por la zona, contábamos con echar alguna pitorra, pensando que quizás estos días de temporal hubiesen movido alguna. Pero no fue así, despedimos el año con un 0,0 ni verlas.








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